La tensión crece de cara a las parlamentarias en Venezuela

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Marcos Salgado | 

Ya se sabe que el chavismo apuesta a recuperar la mayoría de la Asamblea Nacional, después de la derrota del 2015, y hasta ahora todo indica que así será, si se tiene en cuenta que el sector más radical de la oposición, la enrolada detrás de Guaidó y el Departamento de Estado de los Estados Unidos, es el que, teóricamente al menos, convoca más adhesión.

Si la mayor parte del voto opositor no va a votar en diciembre, esto beneficia al chavismo y su voto duro, que aunque ha venido mermando desde la última elección de Hugo Chávez, en 2012, sigue siendo el principal caudal electoral del país.

Pero una vez más la estrategia opositor no es única, hay un sector que sí estará en las urnas, representados en los partidos de la Mesa de Diálogo Nacional, que obtuvieron lo que necesitaban: la garantía de presencia en la nueva Asamblea Nacional a partir de un nuevo sistema de distribución de escaños, en una Asamblea que además tendrá muchas más bancas.

Estos sectores ya se midieron en las elecciones presidenciales de 2018, y no les fue mal: sumaron unos 3 millones de votos, contra un poco más de 6 millones de Nicolás Maduro. Si suponemos que ese es el piso electoral de cada sector, (aunque las parlamentarias nunca concitan tanta atención como una presidencial). Pero con el nuevo sistema que incluye más a los segundos y a los terceros en el reparto de bancas se ve clara la idea: una Asamblea más variopinta, pero con mayoría del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

Pero esto no es automático, porque hay otros factores a tener en cuenta, y que pueden influir en los resultados electorales, por el lado del oficialismo, si bien la fuerza fundamental es el PSUV, hay otros sectores que han demostrado tener un caudal electoral no desdeñable, y que ahora están pensando en ir agrupados en otras listas, desdeñando la “unidad perfecta” propuesta por Nicolás Maduro.

Hasta tienen un nombre: Alianza Popular Revolucionaria, donde confluyen el Partido Comunista de Venezuela y el Partido Patria para Todos.

El presidente Maduro tomó nota de esas movidas y los emplazó a participar en listas unitarias. A fines de este mes de agosto se sabrá si el chavismo por primera vez si divide en las urnas, y se podrá sopesar también el alcance de la división opositora, teniendo en cuenta que facciones de los partidos más radicales, como Acción Democrática, Primero Justicia y Voluntad Popular si participarán, y haciendo uso de los símbolos partidarios.

Incluso el presidente Maduro confirmó que la Asamblea Nacional Constituyente se disolverá en diciembre (tiene plazo de funcionamiento confirmado hasta el 31 de diciembre de este 2020).

¿Qué puede pasar de aquí a diciembre? La posibilidad de encender la calle con protestas por parte del guaidosismo parece imposible, y no solo por la pandemia de la COVID-19. En general, ellos han fracasado rotundamente en este terreno.

¿Podrá venirse entonces una ofensiva desde afuera, capitaneada por la Casa Blanca? Desde el gobierno de Nicolás Maduro hay quienes así lo alertan. El embajador de Venezuela en la ONU, Samuel Moncada, dijo en Twitter que “órganos de propaganda de Washington ya promueven la fuerza multinacional invasora de Venezuela. La estabilización debe ser con ocupación militar pero sin la presencia visible de EE.UU. en primera fila. Son los ejércitos de Colombia y Centroamérica los que harán el trabajo sucio“.

Falta muy poco para las elecciones en Estados Unidos y no se puede descartar que Donald Trump, se juegue una carta de agresión, aun cuando él mismo ha puesto cierta distancia de algunos dislates de su administración contra Venezuela. El expediente ya lo tienen preparado desde hace tiempo, con la complicidad de países de Europa y las grandes corporaciones mediáticas.

*Periodista argentino del equipo fundacional de Telesur. Corresponsal de HispanTV en Venezuela. Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)

https://youtu.be/JZgwnog4aMs