La relación Argentina-Brasil, en el peor momento

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Marcos Salgado

Es difícil encontrar otro momento en la historia de las relaciones entre Argentina y Brasil peor que este. Tal no vez no exista. Lo que está claro que es que el gobierno de ultraderechista argentino Javier Milei ha tensado la cuerda hasta un extremo que hasta era difícil de prever antes del comienzo de su mandato.

La desesperación del ¿ex? animador político televisivo por hacerse un lugar en la ola ultraderechista internacional lo llevó primero a una crisis diplomática inédita con España, y ahora, sin retroceder ni un centímetro en su actitud altanera y provocadora, va por el mismo camino nada menos que con el vecino y principal socio comercial, Brasil.

Milei participó el domingo en un encuentro de la ultraderecha en el balneario más y caro esnob del sur de Brasil, Camboriú, auspiciado por el ex presidente y candidato derrotado por Lula Da Silva, Jair Bolsonaro.

Milei y Bolsonaro, vieron juntos en Camboriú la eliminación de Brasil en la Copa América. (NA)

Milei llegó a Brasil por primera vez desde que comenzó su gobierno y como ya sucedió en España, no tendrá encuentros oficiales. Además, el gobierno argentino ya confirmó que el presidente no participará en la cumbre del Mercosur, que se realizará en Paraguay esta semana que comienza “por cuestiones de agenda”.

Problemas de agenda, se sabe, no tiene. De hecho, de los seis meses que lleva en el gobierno, Milei pasó casi un mes completo fuera del país. El diario argentino Página 12 publicó el domingo un extenso informe sobre esos viajes, donde se detalla que los periplos costaron al menos 650 millones de pesos (unos 700 mi dólares).

El mismo discurso, las mismas obsesiones

“Miren lo que pasa en Venezuela, que no hay ningún gobierno del mundo que no reconozca que es una dictadura sanguinaria. Miren lo que pasó en Bolivia en 2019, cundo Evo Morales se obstino con un tercer mandato anticonstitucional. Miren la persecución judicial que sufre nuestro amigo Jair Bolsonaro aquí en Brasil. Y miren lo que esta pasando en Bolivia ahora mismo que están dispuestos a montar un falso golpe de Estado con tal de sumar un puntito mas en otra elección”, atacó Milei en su discurso en la Conferencia Política de Acción Conservadora en Camboriú.

Después hubo tiempo para que Milei luciera una medalla de dudoso mérito, que lo acredita como miembro del “club Bolsonaro”. La recibió entre risas y chistes homofóbicos.

La respuesta de Lula

El presidente Lula respondió al pavoneo de Milei con altura, tras el discurso del argentino, quien evitó referencias directas al mandatario brasileño. Lula prefirió hacer balance de las elecciones en Francia, donde el frente de izquierda puso freno a la ultraderecha.

“Muy contento con la demostración de grandeza y madurez de las fuerzas políticas de Francia que se unieron contra el extremismo en las elecciones legislativas de hoy. Este resultado, así como la victoria del Partido Laborista en el Reino Unido, refuerza la importancia del diálogo entre segmentos progresistas en defensa de la democracia y la justicia social. Deberían servir de inspiración para América del Sur”, postuló Lula.

Si bien tras la visita de Milei a Brasil la sangre no llegó al río, la relación Brasil Argentina sigue siendo más que tensa, sujeta a los vaivenes de un presidente con evidentes problemas para mantener relaciones políticas maduras. Una bomba de tiempo.

*Periodista argentino del equipo fundacional de Telesur. Corresponsal de HispanTV en Venezuela, editor de Questiondigital.com. Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)