La Plataforma Unitaria se decidió por un candidato de bajo perfil para las presidenciales de julio

Sobre el cierre del plazo para cambiar candidatos, el gobernador del Zulia, Manuel Rosales, resignó su candidatura presidencial en favor de Edmundo González Urrutia, un ex diplomático y columnista con bajo perfil político que había sido inscripto como candidato tapón por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para las presidenciales del 28 de julio. En el acuerdo participó la díscola María Corina Machado. Quién es González Urrutia. El audio que lo complica y qué puede pasar de aquí en más. 

Marcos Salgado | 

Las diez agrupaciones políticas que forman parte de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), el sector que negocia con el gobierno venezolano en los llamados diálogos de Barbados, acordaron luego de un extenso cónclave el viernes en Caracas llevar un solo candidato para las presidenciales de julio: Edmundo González Urrutia, un político desconocido para la ciudadanía, quien había sido inscrito a última hora por la Mesa de Unidad Democrática.

El otro partido con personería electoral que integra la PUD es Un Nuevo Tiempo, del gobernador zuliano Manuel Rosales, que se había postulado también a última hora, y merced a este acuerdo resignará su candidatura a favor de González Urrutia.

El Partido Fuerza Vecinal, una agrupación con una no desdeñable presencia en municipios urbanos y que apoyaba a Rosales pero no forma parte de la PUC, se inclinaría en cambio por apoyar al candidato de la Alianza Lápiz, Antonio Ecarri, quien al menos figura en algunas encuestas preelectorales. El resto de los candidatos (diez) arrancan con espacios más que módicos y avales populares más que inciertos.

Rosales se baja, Urrutia queda como único candidato de la PUC.
Estados Unidos, detrás de la decisión

El anuncio de la PUC en la noche del viernes feriado termina con ajetreadas semanas de negociaciones secretas, reuniones oficiales y hasta mensajes destemplados a través de redes sociales, especialmente entre Rosales y María Corina Machado, quien insistió hasta el último minuto con su estrategia de posicionarse ella misma o a alguien de su entorno directo como eventual candidata, a pesar que todos los caminos legales ya estaban cerrados.

Machado participó de la reunión de la PUC (aún cuando su agrupación política no forma parte de la Plataforma). Aunque se fue sin hacer declaraciones, Vente Venezuela avaló en redes el acuerdo para ungir a González Urrutia. Ella solo tuiteó un módico: “Venezolanos, avanzamos”.

En Caracas varios aseguraban que detrás del acuerdo de la PUC está el gobierno de Estados Unidos, y recordaban cómo en diciembre fue la “embajada” de EEUU para Venezuela la que anunció que MCM participaría del mecanismo acordado en la mesa de Barbados, para que el Tribunal Supremo de Justicia decidiera en última instancia sobre las inhabilitaciones. Recordemos que el TSJ confirmó la sanción administrativa contra MCM y también contra Henrique Capriles.

Es público y notorio que las administraciones de Maduro y Biden mantienen un canal de diálogo abierto, y que entre los reclamos de Estados Unidos figuran cuestiones vinculadas a las elecciones, que tiene que operativizar la PUC y no la propia Casa Blanca. Hasta aquí ha quedado claro que se trata de una negociación a dos puntas (gobierno de Venezuela y gobierno de Estados Unidos ) con la PUC como una tercera pata subsidiaria.

En esta línea, queda claro que la estrategia de un tapado como González Urrutia viene de los pasillos del departamento de Estado más que de oficinas en Caracas.

Un tapado de bajo perfil que apoyó el Carmonazo

De González Urrutia se sabe poco. Tan poco que los medios de comunicación de un lado y del otro de la arena política comparten la misma escasa información. Dicen que tiene 74 años, que se graduó en estudios internacionales en la Universidad Central de Venezuela y que hizo carrera diplomática en el Ministerio de Relaciones Exteriores. Fue embajador en Argelia (1991-1993), director general de política internacional (1994-1999) y embajador en Argentina entre 1999 y 2002.

La analista política Indira Urbaneja recordó que en 2002, siendo González embajador de Hugo Chávez en Buenos Aires, apoyó el golpe de Estado de Pedro Carmona y tras la vuelta del Comandante a Miraflores en la madrugada del 14 de abril, dejó la representación diplomática.

Entre 2013 y 2015, González fue el representante internacional de la coalición opositora de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Años después, se convirtió en el presidente de la coalición. Aún así, su presencia mediática siguió siendo prácticamente nula.

A diferencia de Corina Yoris, la efímera candidata de MCM que no llegó a ser inscripta, la cuenta en la red X de González Urrutia solo muestra posteos muy esporádicos. Salvo uno de este año donde se deslinda de una cuenta fake, los anteriores son comentarios escuetos sobre temas internacionales vinculados a Venezuela y otros donde se queja de cortes de energía eléctrica.

El último es de enero de 2017, es decir previos al comienzo de la etapa más dura contra Nicolás Maduro, donde los partidos que ahora representa apostaron primero a la protesta violenta y luego a la estrategia Trump de desconocer al gobierno venezolano con la estrategia Guaidó. Es difícil encontrar una foto suya en Internet, la que los medios están utilizando tiene algunos años, y es de una calidad más bien discreta. En Youtube aparece un video suyo en entrevista en el canal Globovisión, hace diez años.

Desde que fue postulado por la MUD, en marzo último, no se le conocen declaraciones ni apariciones en medios. Tal vez porque, se dijo en ese momento, se trataba de una candidato “tapón”, solo para cuidar el puesto, pero ahora las cosas cambiaron.

Un audio lo complica

En la mañana del sábado, comenzó a circular un redes sociales un audio de lo que parece ser una conversación telefónica del 2015, de González Urrutia con otro opositor, donde el por entonces responsable internacional de la MUD despotrica en duros términos contra la entonces presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, por la incorporación de un cupo de postulaciones electorales para mujeres en las elecciones para la Asamblea Nacional.

“Así sea una burra, una prostituta, una huele pega hay que ponerla porque tiene una cuchara (vagina)”, se queja haciendo uso de un lenguaje soez extremo el ahora candidato.

“Ni mujeres, ni LGBTI, ni afrodescendientes, ni pueblos originarios, Hoy la derecha lanza su etiqueta ganadora para el 28J”, opinó en X William Castillo, viceministro de Políticas Antibloqueo. El escándalo del audio recién y comienza.

¿Y ahora? 

González Urrutia ni siquiera estuvo junto a Omar Barboza, el dirigente de la PUC que hizo de vocero ante la prensa en la noche del viernes. Incluso algunas fuentes indicaron el viernes que había renunciado a su candidatura. En suma: no arranca fuerte. Ahora deberá aparecer, claro, y construir una imagen pública casi de cero. En principio dirá más de el de quién se rodee que sus propios dichos.

A poco más de 90 días de las elecciones, la adhesión que pueda lograr su candidatura entre el electorado opositor es un misterio. No tiene piso electoral conocido (como sí lo tenía Rosales) pero tampoco tiene rechazos (cosa que sí cosechaba el zuliano, a quien muchos opositores de a pie consideran un delfín de Maduro).

Presidente y candidato Nicolás Maduro, en un encuentro internacional el viernes en Caracas.

El gran interrogante es si su candidatura podrá emocionar de alguna manera al electorado opositor para volver a las urnas, espantado luego de tantos llamados infructuosos a la abstención, y a la rebelión de calle, y a golpes de Estado, y a largos etcéteras.

Si esto no ocurre, una raleado voto opositor se atomizará en 11 opciones y el voto duro del chavismo alcanzará de sobra para que el presidente Nicolás Maduro repita en Miraflores, de la mano de la aceitada maquinaria electoral del Partido Socialista Unido de Venezuela. Igual, queda abierta la puerta a otras resignaciones de candidaturas, que puedan fortalecer eventualmente una imagen de “unidad” en la oposición que hoy está lejos de existir.

De cualquier forma, no es menos cierto que en el variopinto panorama opositor hay quienes ya decidieron no atender más los llamados de la MUD/PUC y no parecen dispuestos a resignar candidaturas ni espacios ganados, aunque sean módicos.