La memoria y Noel Rodríguez

KEYMER ÁVILA | Abundante literatura señala que la posibilidad de que la policía identifique a los sospechosos depende más de su reacción inmediata que de la actividad posterior de investigación. La gran mayoría de las detenciones se realiza cuando la policía encuentra al sujeto en el lugar y en el momento del delito, o en un momento y lugar inmediatos o muy cercanos al hecho.

Un importante estudio realizado en Kansas City, EEUU, en los años 70, mostró que la probabilidad de realizar un arresto en el lugar del delito disminuye a menos de un 10%, si transcurre más de un minuto entre el hecho y la llegada de la policía. Esto sin contar que las víctimas que denuncian demoran como mínimo un promedio de 4 a 5,5 minutos en efectuar el llamado.

Imagínense ustedes el semejante reto de identificar a la víctima y al victimario de un caso que ocurrió hace cuarenta años… Semejante tarea es la que acaba de emprender el Ministerio Público con la identificación de los restos de Noel Rodríguez, con ello ha dado un paso histórico y sin precedentes en la lucha por los Derechos Humanos y la construcción de la Memoria Colectiva en Venezuela.

Según Bergalli, la expresión Memoria Colectiva está ya posicionada desde hace tiempo en las ciencias sociales, desde la época de Durkheim, cuando a finales del siglo XIX recurrió a la idea de la conciencia colectiva como expresión del concepto de solidaridad e identidad social.

Sin embargo, fue a partir de la Segunda Guerra Mundial, con todas sus brutalidades y genocidios, cuando este término se constituyó en un deber asumido por los vencidos. Así entonces, se advierte que la Memoria Colectiva no es lo mismo que la historia, la historia la escriben casi siempre los vencedores, la Memoria Colectiva, en cambio, es la que mantiene en pie de lucha a los oprimidos. De esta manera, la Memoria Colectiva de las víctimas se enfrenta constantemente con la historia escrita por los victimarios, quienes niegan el pasado y sus hechos atroces.

Enhorabuena por este logro, que es una punta de lanza para la reivindicación de nuestra memoria.