La épica travesía de Sabaneta a Miraflores, un año después

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ORLANDO RANGEL Y. | Este primero de octubre se cumple un año del inicio del recorrido que se trazó el máximo líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, para cerrar la campaña electoral presidencial de 2012. De Sabaneta a Miraflores, tituló el Comandante a ese remate prodigioso, por siete estados y el Distrito Capital, que abrió paso a la victoria del 7 de octubre.

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Barinas, Portuguesa, Cojedes fueron las regiones escogidas para el arranque del tramo final de la campaña. La primera estadía fue Sabaneta de Barinas (lunes, primero de octubre). Allí el Comandante visitó su casa, el terruño donde acumuló sus recuerdos de infancia y el pueblo del que brotó ese espíritu que lo convirtió en un líder revolucionario y bolivariano.

A su paso, los habitantes de la tierra que lo vio nacer una noche de aguacero feroz le recordaban anécdotas, amigos y lugares; un cúmulo de experiencias que configuraron el carácter del veguero de Sabaneta, el mismo que vendía las “arañitas” de su abuela y las regalaba a las muchachas bonitas del pueblo.

Ese lunes de octubre, Chávez también comparaba su Sabaneta natal, austera y precaria, con la que se había conformado en los últimos años: “se ha venido convirtiendo en el epicentro de un gran proyecto, de un gran eje de desarrollo que ya está a la vista, que ya nació en una primera etapa”.

“Estos eran unos pueblos que estaban como congelados”, decía el Comandante mientras contaba que había tenido que irse a Barinas, a los 12 años, para poder terminar sus estudios porque, allí en su pueblo, no era posible: “De cada 100 muchachos, ni diez lográbamos seguir la secundaria”.

“Pero uno nunca se fue. Yo siempre vine, iba y venía, iba y venía, y sobre todo siempre me gustó, me ha gustado, cada vez que yo presiento grandes acontecimientos, venir a Sabaneta, alimentarme de sus calles, de su esencia, de sus gritos, de su alegría, de mis amigos más amigos, de la infancia”, explicaba el líder de la Revolución Bolivariana a los periodistas que trataban de llevarle el paso en medio de la caravana.

Al hacer referencia a la importancia del estado Barinas como territorio global del epicentro que significa Sabaneta, Chávez comentó en ese momento los grandes proyectos de exploración petrolera que fueron abandonados por la vieja Pdvsa y que ahora se retomaban al fragor de la Revolución.

El comandante se refería con especial entusiasmo al gran poliducto que atravesará las geografía barinesa para integrarse al oleoducto de la Faja Petrolífera del Orinoco: “De allá de Caicara-Cabruta va a cruzar por toda esta tierra de Barinas hasta la Refinería de Santa Inés, y por ahí nos vamos a ir después en un gran oleoducto que va a cruzar los llanos de Colombia hacia Villavicencio, y luego hacia el Pacífico. En ese proyecto, hace poco lo conversé una vez más con el Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y China está muy interesada en eso, porque por ahí queda directo China, el gigante del siglo XXI”.

Entonces, destacó Chávez, “Barinas es como epicentro de un gran proyecto de la gran potencia que va a ser Suramérica, y de la potencia que va a ser Venezuela, y sobre todo en este próximo ciclo vamos a acelerar la construcción de la potencia en Barinas, de la potencia venezolana”.

Concluido su paso por el estado Barinas, ese mismo día el Jefe de Estado debía pasar por los estados Portuguesa y Cojedes.

En San Carlos ratificó el potencial agroindustrial que representan los estados Barinas, Portuguesa y Cojedes para impulsar el desarrollo económico de la Revolución Bolivariana durante el período de Gobierno (2013-2019), y así lograr la tan ansiada soberanía alimentaria.

El Comandante también reiteró su compromiso con el derecho del pueblo de tener hogares dignas. “Cuando termine el próximo período de Gobierno, en 2019, no debe quedar ni una sola familia cojedeña sin su vivienda digna y propia, (que no quede) ni una sola familia venezolana sin su vivienda”. Con ese mismo ahínco, Chávez enfatizó que la Revolución debe crecer junto a la creación de nuevas escuelas y universidades.

Yaracuy

“¿Ustedes creen que un gobierno burgués mantendría la Misión Sucre, la Misión Barrio Adentro, Mercal o Pdval?”, fue una de las preguntas que hizo Chávez durante su alocución del martes 2 de octubre, desde el estado Yaracuy, en la que resaltó aspectos importantes de la Revolución y logros alcanzados en materia social.

Chávez hizo una comparación con la Cuarta República en el acceso a la educación, y recordó que 14 años atrás, Venezuela apenas tenía 600.000 estudiantes en las aulas universitarias, mientras que en la actualidad, la Revolución ha logrado democratizar la profesionalización, al tener más de 2.000.000 de estudiantes en las universidades del país.

En torno a la alimentación, recordó que en la Venezuela gobernada por los partidos del Pacto de Punto Fijo, “los niños se morían de hambre, comían perrarina y agua de arroz en lugar de tetero”. En cambio, destacó que en Revolución existe la Misión Mercal y Alimentación, que han logrado “según el último censo que se ha hecho, que 98 % de los venezolanos coma por lo menos tres veces al día. Se acabó el hambre en el país”.

En materia de salud, Chávez se refirió a la construcción de 20 hospitales en toda Venezuela desde la llegada del gobierno Bolivariano, la edificación de 11 nuevos nosocomios y, como propuesta para el nuevo período, planteó la creación de 10 nuevos centros especializados de atención sanitaria.

La instrucción era clara, la etapa que iniciaría después del 7 de octubre era “un gobierno mucho más eficiente, para solucionar los problemas, desde los más grandes hasta los más pequeños”.

Lara

El mismo martes, en Barquisimeto, estado Lara, el candidado socialista seguía trazando el rumbo de Sabaneta a Miraflores, ese que lo llevó a la victoria contundente del 7-O. En la entidad noroccidental, Chávez llamó a la juventud a construir la patria del siglo XXI: “Vayan, pues, tomando la riendas del futuro, no permitamos que les roben el futuro, sería un verdadero desastre”.

Chávez le garantizó al pueblo de Lara que en el próximo ciclo presidencial la Revolución Bolivariana continuaría los trabajos para activar el Sistema Integral de Transporte Masivo de Barquisimeto (Transbarca), obra que ya fue puesta en marcha por el presidente Nicolás Maduro, quien sigue el legado de Chávez.

“Ese proyecto (Transbarca) ha sido en verdad un karma, pero hay que terminarlo pronto porque le hace falta al pueblo de Barquisimeto; y el ferrocarril de Barquisimeto a Puerto Cabello para unirlo con el centro del país y con Los Llanos”, comentó ese día Chávez en Lara.

Después del 7 de octubre los venezolanos “tendremos más Venezuela, más democracia, más Poder Popular, más desarrollo, más alimentación, más viviendas, más salud, más educación, más trabajo, es decir, más patria”, dijo en esa oportunidad.

Carabobo

Desde tempranas horas del 3 de octubre, los militantes que esperaban al candidato socialista tomaron la avenida Bolívar de la ciudad de Valencia, en el estado Carabobo. “Valencia se desbordó, todos estos barrios, llegó la avalancha de Chávez”, comentó el líder revolucionario en el inicio de su discurso.

Ese día, uno antes del cierre definitivo de la campaña en Caracas, Chávez recordó a la multitud la importancia de los planes sociales que en materia de educación, salud y vivienda estaban en juego por las elecciones presidenciales.

Manifestó su propósito de bajar a cero las cifras de desempleo, y se comprometió a hacer todo lo posible para “que todo joven venezolano tenga un empleo digno”.

De igual forma, ratificó el carácter antiimperialista de la Revolución y destacó la importancia de reforzar la independencia de Venezuela: “Más nunca seremos una colonia Yanki”.

Aragua

“La avalancha chavista sigue creciendo por todos lados. El jueves todo el mundo pa’ Caracas y el domingo todo el mundo a votar por Chávez”, dijo el candidato tras su llegada a la ciudad aragueña, la tarde del 3 de octubre.

“Al país lo veo en avalancha y una gran pasión desatada y eso es producto del país nuevo, la democracia nueva, de un pueblo que resucitó como Lázaro, que ha venido cobrando conciencia”, agregó en medio de una multitud que no escatimó las horas de espera, ni el calor, ni el cansancio, para corear junto al líder bolivariano una consigna que auguraba la victoria.

“Hay un solo grito que se oye por toda Venezuela: ¡Gana Chávez el 7 de octubre! Eso nada ni nadie podrá evitarlo; está escrito ya”, expresó en esa oportunidad.

Las siete avenidas de Caracas

El día del esperado cierre de campaña había llegado. Era 4 de octubre, caía la tarde caraqueña y el cielo estaba frisado de gris tormenta. Se trataba del tradicional Cordonazo de San Francisco, que aparece cada año para bañar a Caracas con una intensa lluvia.

Es jueves, el santo volvió a sacudir las nubes. “Hemos sido bañados por el agua bendita del cordonazo de San Francisco”, dijo el candidato socialista desde el final de la avenida Bolívar, una de las siete vías de la capital que se vieron repletas y teñidas de rojo por la avalancha revolucionaria. Las otras fueron las avenidas Universidad, México, Lecuna, Fuerzas Armadas, Urdaneta y Baralt.

Chávez, bajo el fuerte aguacero, sentenció: “Está en juego la vida de Venezuela. En nuestras manos no se va a perder la vida de la patria, estoy completamente seguro”.

El entonces aspirante a la reelección destacó que el triunfo la Revolución había representado las bases del futuro para la Patria: “Aquí hace veinte años había hambre, pobreza y miseria, pero dentro de seis años debemos estar en primer lugar en el mundo en educación, salud, vivienda, alimentación, trabajo. Por eso estamos hablando de que la vida de la patria es lo que está en juego”.

“Todo el mundo a votar por Chávez el 7 de octubre. ¡Va a ser una gran victoria, la victoria bolivariana, la victoria popular!”, sentenció Chávez, quien tres días después sería reelecto como Jefe de Estado al obtener un total de 8 millones 136.637 votos a su favor.