Iturriza: “los movimientos tienen que ser parte de las políticas”

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FERNANDO VICENTE PRIETO| En medio de la intensa agenda del gobierno de Calle liderado por Nicolás Maduro, entrevistamos hace pocos días a Reinaldo Iturriza, ministro del Poder Popular para las Comunas de la República Bolivariana de Venezuela.

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Foto: Micaela Ryan – Marcha

Al finalizar una reunión de trabajo con movimientos sociales, y a poco de empezar otra con funcionarios y servidores públicos del Ministerio, el ministro Iturriza -sociólogo, escritor, militante popular- recibió a Marcha y compartimos una charla sobre la construcción del Estado comunal hoy en Venezuela, ante una nueva etapa del ciclo bolivariano.

Fue nombrado hace apenas un mes, el 21 de abril pasado, y desde ese momento acompañó a Maduro en las asambleas de gobierno de Calle que realizó en Zulia, Miranda, Táchira y Barinas, entre otras actividades. Tiene a su cargo la política hacia lo que Chávez identificó como resorte esencial para el “punto de no retorno” en el socialismo bolivariano: la construcción del Estado comunal.

“Uno de los signos distintivos en este momento -explica-, es que está la necesidad de recomenzar, pero lo fundamental es que no estamos comenzando desde cero, hay un avance. Con todas las deficiencias que puedan identificarse a estas alturas, hay un avance de participación general y de construcción e impulso de procesos comunales y de comunas en particular”.

Iturriza sostiene que esas son experiencias sumamente incipientes todavía, a las que no se les puede exigir alguna cosa que jamás estuvieron en capacidad de dar. “Hay una apuesta muy gruesa de prefiguración de la nueva sociedad, pero evidentemente todo lo nuevo se construye a partir de lo viejo, de manera que buena parte de lo viejo persiste”.

Entre los riesgos de estancamiento en la construcción del Estado comunal, identifica como uno de los principales a la transformación de la política en gestión. “Los consejos comunales son formas de organización llamadas a tener un protagonismo muy importante en todo este proceso de impulso de la participación popular. Pero ahí está pasando algo que nosotros tenemos que meterle el ojo, estudiarlo y elaborar políticas a partir de ese diagnóstico, que además se hace sobre la marcha, porque nosotros no podemos parar”, señala. “Nosotros tenemos que estar muy atentos contra una cierta lógica de ‘los Consejos comunales como gestores’ que se ha impuesto. Porque lo que se debe priorizar no es la gestión, no es el papel de gestores, es lo político”.

Pueblo en revolución

Iturriza apunta como dato positivo que, ante todo, hay participación: “La mayor fortaleza de la Revolución Bolivariana ahorita es la conciencia del pueblo. Hay una conciencia muy fuerte de la necesidad de seguir peleando por lo conquistado, de que todo lo que se conquistó, se conquistó con protagonismo popular. La conciencia del pueblo venezolano de veinte años para acá es casi incomparable: se avanzó años luz. Se avanzó como nunca antes se había avanzado aquí. No tiene comparación con ningún otro momento, es un pueblo que recuperó su dignidad, entonces tiene respeto de sí mismo, y eso ya determina muchas cosas, determina una disposición para entender lo que está pasando, para entender su realidad, para identificar las herramientas que le permitan transformarla, para no permitir que nadie venga a poner en riesgo todo lo que ha alcanzado”, señala.

“El paso del Presidente Chávez por la historia de Venezuela dejó una huella imborrable, indudablemente. Que es la que nos permite que nosotros estemos, aún sin el Comandante, en la situación en la que estamos. No es la situación de ventaja cómoda que nos gustaría y a la que nos acostumbramos con el Comandante Chávez a la cabeza, pero sí la ventaja suficiente como para que nosotros sigamos construyendo y sigamos fortaleciendo nuestra base social y construyendo una hegemonía democrática”.

Hegemonía plebiscitaria

Sobre el lugar del voto, Iturriza explica que “en el proceso venezolano, esa fue la vía que elegimos. Esto no es una cosa arbitraria, tiene que ver con una lectura que se hizo de las condiciones muy particulares del caso venezolano. El Presidente Chávez en el Golpe de Timón -entre otros muchos discursos- lo decía. Hablaba de que para nosotros de nada sirve vencer nada más, también hay que convencer”.

“La hegemonía no es cualquiera, es una hegemonía democrática. Este es un proceso muy plesbicitario, es un proceso que se está midiendo permanentemente, por la vía electoral. O sea que tiene una legitimidad de origen muy sólida y por eso es que precisamente el antichavismo apunta a tratar de atacar esa legitimidad”.

“Todo lo que se haga en Venezuela, todo lo que se haga desde el gobierno y no desde el gobierno, tiene que incidir para que esa legitimidad se fortalezca, para que esa voluntad popular sea cada vez mayor, para que cada vez más gente engrose las filas de la revolución Bolivariana. Yo creo que las condiciones están dadas, fundamentalmente porque tenemos una enorme base social con mucha conciencia, y si bien lo demás no deja de ser importante, creo que esto es lo fundamental de este momento”.