En EEUU la libertad más respetada es la de comprar un arma

Beverly Fanon-Clay

En Estados Unidos es posible entrar a una feria, recorrer módulos repletos de armas y otros dispositivos letales y salir con un fusil de asalto en las manos. En un supermercado uno puede agregar a su carrito de compras un paquete de municiones junto con los víveres para la semana. En EEUU es ilegal comprar cerveza hasta los 21 años, pero es legal adquirir un rifle de asalto a los 18.  ¿Será que la cerveza es más letal que un arma?

Amparados en leyes que buscaban defender la independencia nacional hace más de 230 años -la segunda enmienda plantea el derecho del pueblo a poseer y portar armas-,  la sociedad estadounidense vive en un estado de pánico constante frente a la amenaza que representa cualquier ciudadano de a pie…con un arma. El país tiene 120,5 armas  cada 100 habitantes, mucho más que la media mundial, lejos de Argentina (7,4), Chile (12,1) o Brasil (8,3), muy lejos de esos números porcentuales.

El problema no es solo la libertad para conseguir armas, sino la facilidad con la que las personas pueden acceder: muy pocos controles para la compra: la legislación federal requiere de un mínimo de 18 años de edad para acceder legalmente a un revólver o un rifle semiautomático.

En contraposición -y tan cerca de EEUU- firmasMéxico cuenta en todo su territorio con una sola armería, en Ciudad de México, que exige a los compradores siete tipos de documentación, antecedentes penales y hasta prueba de su empleador antes de entregarles las armas, en una ventana de meses en la que se verifican todos los datos.Pero los delincuentes mexicanos parecen no estar dispuestos a esperar tanto tiempo y cumplir con semejantes formalidades.

Entre 2007 y 2021, 192.000 armas incautadas por las fuerzas de seguridad mexicanas resultaron ser de fabricación estadounidense y se teme que la suma total de armas contrabandeadas por año podría superar las 200.000.

Según datos de Gun Violence Archive (Archivo de Violencia Armada) en 2023 se registraron 246 tiroteos en todo el país, con un promedio de más de dos personas muertas por hora. En los tres primeros trimestres de 2023 Tiroteo Estados Unidos | Última hora, en Maine: al menos 18 muertos y 13 heridos y sigue la búsqueda del sospechosofueron 565 los tiroteos masivos, cifra que rompe todos los récord de años anteriores.

El enriquecimiento de fabricantes y distribuidores de armamento cuesta las vidas de miles de inocentes cada año en la nación más violenta del llamado primer mundo, pero su impacto rebasa al territorio estadounidense: la gran mayoría de las armas de fuego que el crimen organizado usa en México provienen de Estados Unidos.

Cansados de no se escuchados por los altos funcionarios de EEUU, las autoridades mexicanas interpusieron demandas penales en cortes estadounidenses a fin de que los fabricantes y dueños de armerías se hagan responsables por los devastadores efectos de su actividad, concientes de que sus productos serán comprados y utilizados por el narcotráfico y el crimen organizado, para protagonizar cruentas matanzas de personas.

Sin duda, este libertinaje en el comercio de armas de fuego es una de las causas de los frecuentes tiroteos que mantienen aterrorizada a la sociedad y se han convertido en un símbolo más del american way of life, como los suburbios, las camionetas innecesariamente grandes y las cadenas de comida rápida.

Armados hasta los dientes en RichmondAunque Washington hace exhortos permanentes y se atreve a asignar calificaciones a otros Estados según su cooperación en el combate a los cárteles de las drogas, es lastimosa la indolencia con que cumple su parte en la lucha contra el crimen: de acuerdo con el propio Departamento de Estado, su operación Southbound ( Rumbo al sur) apenas logró la incautación de 8 mil 496 armas de fuego, un raquítico 1.42 por ciento de las 597 mil que cada año son traficadas de manera ilícita a México.

Pero a México le preocupa que los grupos criminales disponen y hacen gala de armamentos que ninguna tienda puede poner a la venta, pues son de uso exclusivo de las fuerzas armadas de Estados Unidos, y sólo pueden entregarse mediante contratos entre el fabricante y la administración pública.

Entre esos armamentos se destacan los fusiles Barrett, las ametralladoras M240, Browning M2 y General Dynamics M60; los misiles antitanque; los fusiles AR-15 de ráfaga y las copias estadounidenses de los célebres Kalashnikov; lanzagranadas, bazucas y otras armas de guerra que deja al descubierto el desvío de materiales desde el Ejército, la Marina, la Guardia Nacional u otras dependencias militares estadounidenses hacia el mercado negro.

Un soldado de EEUU supervisa un envío de armamento a Ucrania.¿Será que los ultrainteligentes de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, la FBI, la CIA o la DEA no estén al tanto de pérdidas sistemáticas en los inventarios castrenses, máxime cuando Washington lleva más de dos años vaciando sus bodegas para abastecer a Ucrania en su confrontación con Rusia?.

Todo ello confirma el descontrol con que opera la industria armamentista y sus nulos escrúpulos en torno al uso inadecuado de sus mercancías. Bussines is bussines. Todo sugiere la presencia de extensas redes de corrupción tanto en las fuerzas armadas como las agencias de inteligencia y espionaje estadounidenses.

* Socióloga estadounidense, profesora universitaria, colaboradora del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE). Traducción de Maxime Doucrot.