Elon Musk ya gobierna junto a la extrema derecha, no solo en EEUU
Mirko C. Trudeau
La última semana, alguien no electo, que es la persona más rica del planeta y dueño de una de las empresas de medios más poderosa del país, encabezó un movimiento en su plataforma de medios sociales que logró efectivamente frenar dos proyectos de ley y casi llevó a la clausura del gobierno de Estados Unidos, lo que muestra que las reglas del juego político y su relación con los medios están cambiando
Elon Musk, el multimillonario de origen sudafricano, dueño de la plataforma X (antes Twitter), Space X y Tesla, emitió más de 150 mensajes en X en menos de 24 horas para anular un proyecto de ley sobre egresos federales que el presidente republicano de la cámara baja, Mike Johnson, había programado para votar el miércoles.
“Este proyecto de ley no debería aprobarse”, publicó Musk el miércoles, en respuesta a una publicación de Vivek Ramaswamy, su colíder en el grupo asesor del presidente electo Donald Trump bautizado como Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés). “¿Alguna vez han visto un trozo de basura más grande?”, se preguntó Musk junto a una foto de una copia impresa del proyecto de ley.
El presidente electo Donald Trump se declaró a favor de la campaña de Musk para frenar el proyecto de ley necesario para mantener las operaciones del gobierno, pero no quedó duda de quién comenzó este esfuerzo y que ahora domina el ecosistema de medios del lado republicano.
Estados Unidos ha frenado ‘in extremis’ el cierre de Gobierno gracias a una extensión del presupuesto federal aprobada en la madrugada de este sábado por el Congreso tras dos días de incertidumbre generada por Trump y Musk. Esta prórroga dota a la Administración federal de nuevos fondos hasta el 14 de marzo, cuando el país ya estará gobernado por Trump, e incluye 100.000 millones de dólares para prevención de desastres naturales y 10.000 millones para apoyo a los granjeros..
Con la dotación de nuevos fondos se frena un cierre que podría haber dejado a cientos de miles de trabajadores sin salario, agencias operando bajo servicios mínimos y la clausura de museos y parques nacionales. En una demostración de fuerza,. Trump y Musk dinamitaron un acuerdo que ya habían cerrado los republicanos y demócratas del Congreso para seguir financiando al Gobierno.
El Partido Republicano se ha opuesto tradicionalmente al aumento de la deuda pública, pero Trump prevé que necesitará endeudarse para llevar a cabo sus planes.. El líder de la minoría demócrata en la Cámara Baja, Hakeem Jeffries, dijo que su partido evitó con su voto que «los republicanos radicales cierren el Gobierno y derrumben la economía».
Desde 1976, año en que se aprobaron nuevas leyes presupuestarias, la Administración estadounidense se ha quedado sin fondos en una veintena de ocasiones, aunque la mayoría de veces ha sido solo durante un día. El cierre más largo, de 35 días, ocurrió precismanete durante el primer mandato de Trump, justo antes de la Navidad de 2018, debido a desacuerdos entre demócratas y republicanos sobre los fondos para el muro que el republicano quería construir en la frontera con México.
El magnate tecnológico y dueño de X respalda a partidos ultraderechistas como AfD en Alemania y Reform UK en 
Gran Bretaña. Su apoyo al partido neonazi llegó a decenas de millones de cuentas en pocas horas. “Sólo AfD puede salvar Alemania”, publicó Elon Musk.
El Washington Post confirmó que manipula el algoritmo de X para potenciar su propia voz. Es el usuario con mayor alcance de toda la red: sus posteos fueron vistos 133 mil millones de veces desde julio. Es una audiencia 15 veces más grande que la de Trump y 16 veces más que la de todos los miembros del Congreso de EEUU acumulada.
La última semana estuvo en la residencia de Donald Trump en Florida reunido con el líder del partido de ultraderecha británica Reform UK, Nigel Farage. “Discutimos sobre dinero. Él no está en contra de darnos dinero”, dijo Farage a la salida. Según el Times de Londres se trata de 100 millones de dólares para que Reform llegue al gobierno. Es el doble que todas las donaciones que recibieron los partidos en las elecciones británicas de este año juntas.
En 2023, Musk apoyó la campaña de Javier Milei, quien acaba de anunciar el nuevo Plan Nuclear Argentino, que apunta a la construcción por parte de empresas privadas del reactores modulares pequeños (SMR), capaces de abastecer la demanda de energía de datacenters para el desarrollo de Inteligencia Artificial que podrían instalarse en la Patagonia, aprovechando las vastas extensiones inhabitadas y el clima frío.
La locación y alimentación energética de estos edificios dedicados a alojar enormes computadoras es uno de los cuellos de botella que encuentran los gigantes de Silicon Valley para profundizar el desarrollo de la Inteligencia Artificial. Milei quiere convertir a su país en un polo global de esta tecnología facilitando ambas cosas.El plan nuclear no parece un plan argentino sino un pedido de Silicon Valley,
¿Quien gobierna en EEUU?
La importancia que va adquitiendo Musk va poniendo nerviosos a muchos, De hecho, esto generó bromas sobre cuál de los dos multimillonarios (Musk con su fortuna de 458 mil millones de dólares, Trump con sólo 6.6 mil millones) es el verdadero presidente electo de Estados Unidos. Al multimillonario propietario de Tesla, los demócratas lo señalan como un presidente en la sombra,
Aunque a última hora la Cámara baja logró aprobar una versión reducida del proyecto de gastos federales, no queda duda de que ha cambiado el juego con la intervención directa del multimillonario en el proceso legislativo.
En más de dos decenas de publicaciones, Musk atacó el proyecto de ley en varios de sus puntos, calificándolo de “criminal” por incluir fondos para el Centro de Compromiso Global del Departamento de Estado, una agencia encargada de combatir la propaganda extranjera y la desinformación, lo que Musk calificó como una “operación de censura”.
Esta batalla pública representa una prueba temprana del poder político de Musk y Ramaswamy, quienes buscan recortar el gasto del Gobierno, incluyendo al menos dos mil millones de dólares en programas federales, una cifra poco realista según expertos.
En más de dos decenas de publicaciones, Musk atacó el proyecto de ley en varios de sus puntos, calificándolo de “criminal” por incluir fondos para el Centro de Compromiso Global del Departamento de Estado, una agencia encargada de combatir la propaganda extranjera y la desinformación, lo que Musk calificó como una “operación de censura”.
El drama -¿o tragicomedia?- comenzó esta semana cuando el Congreso, donde los republicanos son mayoría en la Cámara baja y los demócratas en el Senado, logró negociar un acuerdo bipartidista para financiar las operaciones del gobierno federal, incluyendo los fondos para programas de bienestar social, asistencia para víctimas de inundaciones recientes, incluyendo un incremento de salario para los legisladores.
Pero el marte, Musk emprendió su ataque contra el proyecto de ley con mensajes a sus 208 millones de seguidores en su plataforma X (Trump sólo tiene 96 millones de seguidores), que incluyó falsedades sobre el tamaño del incremento salarial, de que la propuesta financiaba armas biológicas, que había fondos para un estadio deportivo en Washington, entre otras mentiras. Finalmente, los republicanos derrotaron su propia legislación.
“Ya no somos sólo los medios aquí. También somos el gobierno”, dijo triunfante Don Trump Jr, hijo del presidente electo, en X. En su propio mensaje, Musk declaró a sus seguidores: ustedes son los medios.
Los analistas ahora se preguntan quién realmente gobierna al país, ya que el presidente de la Cámara baja, un republicano quien según la Constitución es el tercer puesto más poderoso del gobierno federal, ahora debe rendir cuentas no sólo al presidente sino a un multimillonario que no es funcionario público sino dueño de su imperio mediático. El problema es que Elon Musk ahora tiene un ejército de personas revisando cada palabra de cada proyecto de ley.
Líderes republicanos insistieron en que Trump tomó parte en las negociaciones, pero durante la tarde del viernes, los únicos mensajes en su plataforma Truth Social no eran sobre el posible cierre del gobierno en unas cuantas horas, sino una invitación a comprar sus biblias.
“La fe está regresando a Estados Unidos, y rápido. El regalo perfecto para esta Navidad es la Biblia Dios Bendiga a USA –también disponible en copias firmadas”. Trump ha estado vendiendo sus biblias durante meses por unos 60 dólares, pero la edición con su autógrafo está a la venta por mil dólares. La Navidad es buen negocio, también.
El presidente de la Cámara baja, Mike Johnson, finalmente logró que se aprobara una medida temporal para financiar al gobierno federal y evitar su cese de operaciones, pero la lucha legislativa fue un recordatorio de que la dinámica del poder, aun dentro del Partido Republicano, ha cambiado de manera significativa este año. Aunque se superó la traba de Musk al final, el proyecto de ley aprobado cedió ante varias críticas del multimillonario, incluyendo quitar el incremento de salarios de los legisladores.
Los multimillonarios antes controlaban el Partido Republicano a través de contribuciones electorales a sus líderes electos. Pero ahora participan directamente en ese control: ya no sólo son los dueños de los medios, sino ya son el gobierno.
*Politólogo y analista estadounidense, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)