El salario en guerra

Aldemaro Barrios Romero|

Escribir sobre el salario en un contexto político de guerra, en navidades y en el umbral de unas elecciones es un asunto temerario, pero el análisis nos permite hacer algunas consideraciones sobre dicho emolumento como resultado del intercambio de la fuerza de trabajo, que algunos lo estiman en el ámbito manual y desestiman que el trabajo intelectual que también implica un esfuerzo humano de alta responsabilidad por el impacto que puede generar un análisis, un libro, un artículo, un ensayo, una idea o una creación  literaria.

Así algunos consideran que el trabajo intelectual es un actividad secundaria que no merece la circunspección de “trabajo” y por lo tanto no debe ser remunerativo, o estar en un perfil secundario, están errados, incluso algunos gremios profesionales tasan sus emolumentos sobre la base de los montos y estimaciones mercantiles relacionadas con valor de inmuebles o muebles, desde la redacción hasta la formulación de un escrito legal que implica un trabajo de razonamiento y esfuerzo intelectual.Los 30 escritores venezolanos que toda América Latina debe leer

Este concepto del salario y de la división del trabajo es alto considerado por autores como el profesor de la Universidad de Buenos Aires Sebastián Botticelli quien cita a Marx cuando este“reconoce el descubrimiento central planteado por los autores de esta corriente: la riqueza ya no proviene de la fertilidad de la tierra – como habían sostenido los fisiócratas– sino del trabajo humano. Y es en la división y organización (coordinación) social de las distintas tareas en donde reside la posibilidad de crecimiento económico, clave del bienestar social de una nación.”[1]

De esta manera cerramos la idea de que el trabajo intelectual no es abstracto por lo tanto también se debe valorar sobre la base de la producción de contenidos, ideas y conocimientos que derivan de procesos de investigación sobre un hecho real. El trabajo del político responsable, de un legislador o de un dirigente comunitario de base, implica primero el razonamiento y conocimiento de una realidad, y luego la gestión del ejercicio político que es un trabajo intelectual.

En los nuevos enfoques de guerra como en el caso de Venezuela, donde hay un alto porcentaje de la masa laboral asociada a las instituciones y empresas del Estado, detonar el salario se convirtió en un objetivo selectivo para los anti bolivarianos internos y externos, un“arma agresiva” invisible, había que disparar a esa población para molestarla, “herirle el bolsillo” a través de un vértice especulativo que tiene como “justificativo” el valor del dólar paralelo.

La dinámica del “capital” tiene su médula de funcionamiento en la especulación y encuentra en esas tretas la razones para “agredir” a blancos selectivos, igual que intentan bombardear al sistema de distribución del CLAP, cuando se entregan las bolsas de alimentos a altas horas de la noche un día domingo, o cuando no se entregan las mismas en las regiones, a pesar que vemos en las calles de Caracas a buhoneros vendiendo los productos de las bolsa de ese sistema.

Ello nos obliga a recomendar a las autoridades el seguimiento estricto  y explicar públicamente la verdad sobre lo que ocurre, puesto que ese sistema de distribución intenta paliar el golpe que la especulación da al salario de los trabajadores manuales e intelectuales.

Sobre la base de este tipo de agresiones al salario, hay derivaciones o “daños colaterales” a la población, que no son nuevas, puesto que en tiempos de guerra, el contrabando, la especulación y el acaparamiento se centrifugan y convierten en una “metralla” de estridencias contra la población, como por ejemplo del aumento del valor dólarque sufre alzas inusitadas de la noche a la mañana para atacar a la moneda nacional.

El funcionario público, desestimulado por un salario paupérrimo migra a la economía informal o termina siendo víctima de un mercado laboral concéntrico monopólico explotador muy común en la economía latinoamericana, o bajo un espejismo cargado de ilusiones el asalariado se va de su país de origen saturado por la prédica de la desesperanza y la incertidumbre.

Se genera una dinámica perversa que desarticula el tejido social en una sociedad que como la venezolana dio pasos agigantados en la recuperación del salario y el acceso a los servicios básicos de salud, educación, usufructo social de materiales estratégicos como la gasolina o el gas a cuyos sistemas de producción han bombardeado manos invisibles con fuerza de fuego parqueados desde el norte.

Es importante reconocer que la guerra por la que transita Venezuela en estos momentos, tiene víctimas internas y externas y podría generar daños colaterales cuyos propósitos apuntan al objetivo electoral del 6 de diciembre cuando podría haber sorpresas, en tanto hay una carrera de renovación institucional en la Asamblea Nacional que transpira en el espíritu hípico de los venezolanos.

La gran diferencia la pueden lograr las grandes mayorías organizadas, ante una minoría fascista fracturada que llegó a la Asamblea Nacional a fuerza de chantaje y malas mañas, sin liderazgo y parapetada con los recursos que le aportó el gobierno de Estados Unidos y luego los robos estrafalarios que hizo una banda de delincuentes liderados por Julio Borges y Leopoldo López,pillos y piratas apoyados por presidente Donald Trumppara defalcar los bienes de los venezolanos en ese país.

Quien escribe no es economista por tanto tratar estos asuntos, como señalé, es una temeridad, pero nos obliga buscar fuentes de información para tener claridad en los contextos, así percibimos las distintas opiniones de economistas como Rafael Correa expresidente de Ecuador, quien ha señalado la perversidad de la dolarización de la economía ecuatoriana que la arrastró a los designios de una moneda cuyos único valor real es el perfume a nuevo, como lo señaló Fidel Castro en su momento.

Uno de los promotores de la dolarización en ese país fue el ingeniero y economista venezolano José Luis Cordeiro[2], quien vaticinó en 2018 que Venezuela estaría dolarizada en pocas semanas así lo señaló: “La dolarización es tan popular que más del 95% de las personas apoyan el cambio de la moneda” No conocemos que medidor de porcentaje usó este señor para tal afirmación que apuntó a una especulación asociada a la guerra contra Venezuela.

Otros “predestinadores”, como el economista y diputado de la Asamblea Nacional venezolana, José Guerra, señalaron la conveniencia de dolarizar el salario y declaraban en enero de 2020: «Hoy más que nunca es necesaria la dolarización del salario en Venezuela, los trabajadores no quieren que se les pague con moneda falsa como el bolívar o el petro quieren moneda genuina».[3]

Esa fantasía de dolarizar el salario, sigue siendo una ilusión detrás de la cual se encuentran mecanismos de control político y económico que nos amarraría a los designios de Estados Unidos, perderíamos no solo la autonomía monetaria sino que el poder adquisitivo disminuirán si se impone el dólar como moneda oficial de cambio. Otros analistas y políticos como Fernando Soto Rojas han propuesto el uso de una moneda vinculada a las fortalezas del oro para hacer fuerte la moneda y mantener una estabilidad económica duradera.

En todo caso recuperar el poder adquisitivo del venezolano es una complejidad económica que apunta primero en estar consciente que el ataque al salario con la hiperinflación son recursos de guerra para destruir al país. Por estas razones, es necesario la renovación de la Asamblea Nacional para que desde esa instancia se promuevan entre otros aspectos, legislaciones ingeniosas que contrarresten estos desafueros y la recuperación del poder adquisitivo de los venezolanos.

Notas

[1]Botticelli Sebastián “La distinción entre trabajo intelectual y trabajo manual en el “Capitalismo Cognitivo”XXVII Congreso de la Asociación Latinoamericana de Sociología. VIII Jornadas de Sociología de la Universidad de Buenos Aires. Asociación Latinoamericana de Sociología, Buenos Aires, 2009 Disponible en: https://cdsa.aacademica.org/000-062/1463.pdf

[2]José Luis Cordeiro, venezolano ingeniero, economista, “futurista”, asesor político de procesos económicos en América y Europa.

[3]Disponible en: https://talcualdigital.com/jose-guerra-insiste-en-dolarizar-el-salario-ante-nueva-escalada-hiperinflacionaria/