El poder del narcotráfico, debate central en México

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Juan Guahán

Poco a poco la droga, su consumo y el narcotráfico han ido evolucionando. De una presunta e inocente diversión -considerada como una muestra de rebeldía- a una adicción, difícil de erradicar; de allí a un gigantesco negocio, hasta constituirse en un poder al servicio de las peores estrategias e intereses.

No es fácil saber si el poder mundial -donde va a parar el dinero que, financieramente, esa actividad produce- fue su promotor o si ocupó ese rol cuando vio el abanico de posibilidades que su control significaba:

El acceso a vastos recursos económicos, un rápido enriquecimiento de algunos sectores, que –a la vez- permitiera doblegar pueblos a través del control territorial del lugar que habitan; que todo ello hiciera posible adormecer sus juventudes y -apoyándose en Estados corruptos- terminar construyendo un poder que compite con el propio Estado que originariamente protegió su despliegue. Lo cierto es que hoy, su control y manejo, desafía al Estado cuando éste no responde a sus conveniencias.

Es prácticamente imposible no conocer situaciones y anécdotas de cómo ese poder se manifiesta en la vida cotidiana de nuestro pueblo. No solo es posible encontrarlo en los “soldaditos” que ganan más que sus padres o hermanos en changas o planes sociales.

También se los vio, en las recientes inundaciones en el sur del conurbano bonaerense, evitar -a los tiros- el ingreso de móviles vinculados al asistencialismo estatal para que a ningún “desprevenido” visitante se le ocurra “espiar” sobre su despliegue y negocios territoriales. Todo ello y otras múltiples situaciones son “muestras gratis” del rumbo y poder que va desarrollando este nuevo actor de la vida cotidiana, en barriadas de nuestra grandes ciudades.

Esto es parte de lo que pasa en nuestra sociedad, pero hay otros lugares donde estos procesos han ido mucho más lejos. México es uno de ellos.

Allí el despliegue de las organizaciones vinculadas a esta tarea, conocidas como carteles, adquieren una trascendencia que llega hasta el corazón del propio imperio. Han tomado estado público situaciones donde las contradicciones internas de sus protagonistas financieros han motivado que el EstaResultado de imagen para mexico narcotraficodo norteamericano aplique severas multas a Bancos involucrados en el lavado de esos dineros.

En el mismo sentido es conocida la política estadounidense en ese tema, sostenida por la DEA, agencia norteamericana dedicada a combatir este flagelo, aunque no son pocos los que sostienen que su rol es bien distinto. Siendo los estadounidenses los máximos consumidores de tales productos es política oficial acusar a varios Estados, con los que no comulgan política o ideológicamente, de favorecer su producción o distribución.

También es su doctrina oficial solicitar la extradición de personas vinculadas a ese negocio. Este es uno de los temas que está en el centro de las complejas relaciones entre los EEUU y México. Uno de los últimos casos resonantes ha sido la extradición de Joaquín “El Chapo” Guzmán, capo narco del cartel de Sinaloa, uno de los más importantes en la actual realidad mejicana.

Guzmán, que tuvo dos fugas cinematográficas de cárceles mejicanas, ha sido extraditado a los EEUU, allí fue juzgado y condenado a perpetuidad. En estos días, Ovidio “El Ratón” Guzmán López de 28 años -hijo menor de “El Chapo”- también reclamado por la justicia norteamericana, protagonizó un inédito incidente que da cuenta de la situación del narcotráfico en ese país.

Hace pocos días, según información oficial, efectivos de las fuerzas federales fueron agredidos desde una vivienda en Culiacán, capital del Estado de Sinaloa, donde Diego Armando Maradona dirigía un equipo de fútbol de la segunda división. Al responder a esa agresión y controlar la vivienda, detuvieron a cuatro personas. Una de ellas era Ovidio Guzmán.

En pocos minutos convergieron sobre el lugar camionetas artilladas, en número altamente superior a las fuerzas federales, mientras la policía local se abstenía de intervenir.

Resultado de imagen para mexico liberacion del hijo de guzmanLuego de algunas negociaciones y con el aval de las máximas autoridades del país “El Ratón” fue dejado en libertad y simultáneamente se “fugaron” 51 presos de la cárcel del lugar. Fueron 8 los muertos en esas balaceras. Entre lo que refleja este hecho se debe destacar el peso efectivo del narcotráfico en ese país y la complejidad del tal problema.

Para penetrar un poco más en esa problemática se puede decir que el 11 de diciembre del año 2006 un Presidente mexicano ordenó lo que se conoce como “La Guerra al Narcotráfico”. Eso significó poner a las Fuerzas Armadas de ese país y las fuerzas de seguridad federales, al frente de ese “combate”.

Para abril 2018 la cifra oficial y documentada de homicidios, desde aquel diciembre 2006, era de 250.547 víctimas. El promedio anual que, al momento de declararse dicha “guerra”, no llegaba a las 9 mil víctimas, alcanzó en los años siguientes -hasta la fecha indicada- un promedio anual superior a las 20 mil.

Todo ello sin contar a los desaparecidos, cuya cifra oficial supera los 40 mil. Sus cuerpos ya no son buscados desde hace varios años.

El 1° de diciembre del año pasado asumió la presidencia Andrés Manuel López Obrador (AMLO). En febrero de este año, el presidente imbuido de ideas progresistas,  anunció el fin de la estrategia seguida, por los dos presidentes que lo precedieron, contra los narcos. Su saldo ya fue señalado.

En su lugar planteó otra estrategia centrada en la “pacificación”, cuyos principales aspectos se resumen en las ideas de: “Paz, reconciliación, perdón, amnistía y legalización”. La decisión de liberar a este narco, el menor de los Guzmán, responde a esa estrategia y “para evitar males mayores”. La sola mención de esta circunstancia da una idea de la gravedad de la situación que atraviesan.

 

*Analista político y dirigente social argentino, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

 

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