El planeta entra en “territorio desconocido”
IPS |
Los últimos siete años han sido los más cálidos de la historia y, con el aumento constante de la temperatura, el planeta “ha entrado en un territorio desconocido”, advirtió en un nuevo informe la Organización Meteorológica Mundial (OMM) desde su sede en Ginebra.
El informe “Estado del clima en 2021” fue divulgado como insumo para la 26 conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático (COP26), que se inició en Glasgow, Reino Unido, y deliberará hasta el 12 de noviembre.
Al respecto, el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, dijo que “los últimos datos científicos demuestran que el planeta está cambiando ante nuestros ojos. Ecosistemas y comunidades de todo el mundo están siendo devastadas. La COP26 debe ser un punto de inflexión para las personas y el planeta”.
El informe registra que el fenómeno La Niña –enfriamiento temporal de la superficie del Pacífico ecuatorial- permitirá que 2021 no rompa récords de temperatura, pero continúa la tendencia general hacia el calentamiento.
El 2021 se sitúa entre el quinto y séptimo lugar entre los años más cálidos de que se tenga registro, el nivel del mar es cada vez mayor, el hielo de los casquetes polares desaparece y los océanos se calientan y se acidifican.
Según el informe es claro que, al ritmo actual de emisiones de gases de efecto invernadero, las temperaturas aumentarán mucho más de los objetivos del Acuerdo de París de 1,5 a 2 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales.
“Los científicos no dejan dudas sobre los datos. Ahora los dirigentes deben ser igualmente contundentes en la adopción de medidas. La puerta está abierta; las soluciones existen. La COP26 debe ser un punto de inflexión. Debemos actuar ahora, con ambición y solidaridad”: António Guterres.
El Acuerdo de París de 2015, que será examinado en la COP26, comprometió a más de 190 países a trabajar para que la temperatura del planeta no exceda de 1,5 grados sobre los niveles de la era preindustrial para el año 2050, ni de dos grados a finales de este siglo.
En 2020, las concentraciones de gases de efecto invernadero alcanzaron nuevos máximos. Los niveles de dióxido de carbono, metano y óxido nitroso en la atmósfera fueron, respectivamente, 149, 262 y 123 por ciento de los niveles preindustriales, y el aumento ha continuado en 2021.
La temperatura media mundial de 2021 (basada en los datos de enero a septiembre) fue aproximadamente 1,09 grados centígrados superior a la media de 1850-1900.
La parte del océano por encima de los 2000 metros de profundidad continuó calentándose en 2019 alcanzando un récord. Un análisis preliminar sugiere que 2020 superó esa marca. Todos los datos coinciden en que el calentamiento del océano ha aumentado en las últimas dos décadas y se espera que continúe en el futuro.
Entre 1993 y 2002 el nivel del mar aumentó, de media, 2,1 milímetros al año. Entre 2013 y 2021 ha aumentado 4,4 milímetros al año, es decir, más del doble. Esto se debe, principalmente, al derretimiento de los glaciares y las capas de hielo.
El hielo marino del Ártico alcanzó en marzo su nivel máximo del año, pero se situó por debajo de la media de 1981-2010. En los siguientes meses, disminuyó rápidamente y alcanzó el nivel más bajo de la historia en la primera mitad de julio.
Por primera vez en la historia, el 14 de agosto, en lugar de nevar, llovió durante varias horas en Summit Station, el punto más alto de la capa de hielo de Groenlandia (3216 metros).
Una ola de calor en Canadá hizo que las temperaturas alcanzaran casi 50 grados centígrados en un pueblo de la occidental provincia Columbia Británica.
El Valle de la Muerte, en California, alcanzó 54,4 grados centígrados durante una de las múltiples olas de calor en el suroeste de Estado Unidos, mientras que muchas partes del Mediterráneo experimentaron temperaturas récord.
El calor excepcional estuvo a menudo acompañado de incendios devastadores.
En China cayó en cuestión de horas la cantidad de agua que suele llover en meses, y en algunas partes de Europa se produjeron graves inundaciones que causaron decenas de víctimas y miles de millones de dólares en pérdidas económicas.
El huracán Iota causó destrucción e inundaciones en toda Nicaragua y otras zonas de América Central, dejando a miles de personas sin hogar.
La sequía afectó a gran parte de América del Sur subtropical por segundo año consecutivo. Las precipitaciones fueron muy inferiores a la media en gran parte del sur de Brasil, Paraguay, Uruguay y el norte de Argentina.
La sequía provocó pérdidas agrícolas, agravadas por una ola de frío a finales de julio, que dañó muchas de las regiones cafeteras de Brasil. El bajo nivel de los ríos también redujo la producción de hidroelectricidad e interrumpió el transporte fluvial.
“Los científicos no dejan dudas sobre los datos. Ahora los dirigentes deben ser igualmente contundentes en la adopción de medidas. La puerta está abierta; las soluciones existen. La COP26 debe ser un punto de inflexión. Debemos actuar ahora, con ambición y solidaridad”, insistió Guterres.