Destrucción de libros en Venezuela: Lo que hay detrás
LUIGINO BRACCI | Estudiantes del Colegio Santa Teresita del Niño Jesús y de la U.E. Colegio Coromoto, unidades educativas privadas subvencionadas por el Ministerio de Educación en el estado Táchira, realizaron una destrucción de libros de la Colección Bicentenario como parte de las protestas de la oposición extremista contra el gobierno bolivariano. Si bien había adultos acompañándolos, no ha sido posible comprobar si eran sus profesores o sus representantes. Pero, ¿qué implica una quema de libros? ¿Qué precedentes hay? ¿Qué es la Colección Bicentenario, y por qué tanto odio contra estos libros?
Al menos en dos unidades educativas del estado Táchira, en el suroeste de Venezuela, se practicó los días 28 y 29 de abril la reprochable actividad de quemar o destruir libros, una acción comúnmente asociada con fanatismo religioso o político, o con la intención de exterminar una cultura para imponer otra. La práctica contó con el agravante de que fue realizada por menores de edad, acompañados por personas adultas de las que no se ha podido determinar si se trata de padres o profesores.
La destrucción de libros en el Colegio Santa Teresita del Niño Jesús, ocurrió el pasado 29 de abril en el sector Pueblo Nuevo de la ciudad de San Cristóbal, y los libros destrozados fueron lanzados en la Av. Ferrero Tamayo.
El 28 de abril también se realizó una protesta en la Unidad Educativa Colegio Coromoto, ubicada en Barrio Obrero, en la que los liceístas acompañados de personas adultas quemaron en la vía pública bolsas de basura en la que también se encontraban libros de la citada colección. Llama la atención que ambas son instituciones privadas, pero subvencionadas por el Ministerio de Educación, lo que les permite ofrecer matrículas más económicas.
Si bien son muy aislados los casos de destrucción de libros de la Colección Bicentenario, son objeto de atención debido al nivel de odio expresado las mismas, y porque en las mismas participaron menores de edad.
Además, la destrucción de libros trae a la memoria recuerdos funestos del pasado. “La quema de libros y la destrucción de bibliotecas tiene una larga historia y pertenece a los lamentables capítulos de la censura, el fanatismo, la guerra y la estulticia”, señala una enciclopedia web que recuerda hechos nefastos, como la destrucción de libros en la Biblioteca de Alejandría en los siglos III y IV, o la quema de manuscritos y códices mayas en Yucatán en 1562 por parte de sacerdotes españoles.
En los tiempos modernos, la destrucción de libros también se recuerda de forma aberrante. En 1933, poco después de que el partido Nazi tomara el poder en Alemania, se inició una campaña contra escritores judíos, marxistas y pacifistas cuyas obras se considerasen de “espíritu anti-alemán”.
El 10 de mayo, una multitud de 70 mil personas se reunió en el Opernplatz de Berlín, donde estudiantes universitarios habían acarreado más de 20 mil libros en carretillas y camiones, y procedieron a encenderlos en fuego. “¡Contra la decadencia y la corrupción moral! Por la disciplina y las costumbres en la familia y en el Estado. Le entrego al fuego los escritos de Heinrich Mann, Ernst Glaeser y Erich Kästner”, decía una de estas proclamas. La destrucción se replicó en 21 ciudades alemanas.
En Chile, tras el golpe de Estado que derrocó a Salvador Allende en 1973, las fuerzas pinochetistas convirtieron la quema de libros en algo habitual. “Hay que quemar todo lo que huela a marxismo”, decían en los allanamientos en la Universidad de Chile, de donde se recogen numerosos testimonios.
En Argentina, tras el golpe de estado de 1976, obras de Marcel Proust, Gabriel García Márquez, Julio Cortázar, Pablo Neruda, Mario Vargas Llosa, Antoine de Saint-Exupéry y Eduardo Galeano fueron destruidas por el Ejército en Córdoba “para que con este material no se siga engañando a nuestros hijos”, según dijo el oficial Luciano Benjamín Menéndez.
¿Por qué atacan la Colección Bicentenario?
La Colección Bicentenario consta de libros en las áreas de matemática, lengua y literatura, historia, ciencias naturales y ciencias sociales, para niños, niñas y adolescentes de preescolar, primaria y bachillerato. Hasta finales de 2013, se habían distribuido 42,7 millones de libros de forma gratuita en todo el país, según informó la entonces ministra Maryann Hanson. Los mismos también pueden descargarse gratuitamente en la página web del Ministerio del Poder Popular para la Educación (click aquí).
Los contenidos de esta novedosa Colección han sido desarrollados en su totalidad por docentes investigadores venezolanos, y presentan al estudiante una visión integral de la realidad. “Los contenidos se agrupan por ejes integradores, porque la realidad es integral”, señaló la entonces ministra, indicando que los temas abordados en la Colección Bicentenario pueden articularse con los Proyectos Educativos Integrales Comunitarios (PEIC) de cada institución.
Si bien la distribución de estos libros se realiza desde 2012, la oposición extremista, que desde febrero ha realizado las “guarimbas” y protestas violentas conocidas como “La Salida”, aparentemente quiere utilizar las mejoras al sistema educativo venezolano como excusa para oxigenar las manifestaciones violentas iniciadas en febrero pasado, pero que ya están casi extintas; se han venido aplacando progresivamente a medida que numerosos vecinos y habitantes de las ciudades, incluyendo opositores, se cansaron de la tranca de calles, quema de basura, tendido de alambradas y otros actos violentos en urbanizaciones de clase media que, a la larga, sólo los perjudicaban a ellos mismos.
Otro de los argumentos de la oposición es la supuesta ideologización que contiene la Resolución 058 del Ministerio para la Educación; es de notar que esa resolución fue publicada en Gaceta Oficial el 16 de octubre de 2012.
Quemar libros en vez de debatir
Alguien podría creer que las protestas de la oposición venezolana surgen como reacción a políticas impuestas unilateralmente desde el gobierno bolivariano. Pero es todo lo contrario, el gobierno inició hace pocos días una serie de debates en todo el país sobre el sistema educativo. A finales de marzo, el ministro de Educación, Héctor Rodríguez, anunció el inicio de la Gran Consulta Nacional por la Calidad Educativa, con el fin de impulsar discusiones para definir los ejes fundamentales que regirán el sistema educativo venezolano durante los próximos años.
En la consulta, que se inició el pasado 23 de abril, participan profesores, maestros, representantes, estudiantes, directores y personal en 29 mil instituciones públicas y privadas de todo el país, y durará 5 meses, abarcando también a especialistas de las escuelas de educación de las universidades. El debate estará basado en 10 grandes temas de los cuales surgirán tres ejes centrales para mejorar la educación venezolana: El Plan Educativo de los próximos 10 años, las bases para el Currículo Nacional e instrumentos legales derivados de la Ley Orgánica de Educación.
Prestos a hacer correcciones y escuchar sugerencias para la Colección Bicentenario
La agresividad contra los libros de la Colección no parece justificada, pues el gobierno bolivariano, lejos de querer imponer los textos por la fuerza, está dispuesto a debatir su contenido y hacerles correcciones.
El ministro Héctor Rodríguez informó que uno de los objetivos de la Gran Consulta Nacional, es poder recabar opiniones sobre el contenido de estos libros. Para ello, numerosos autores de la Colección Bicentenario viajarán por todo el país durante los próximos 5 meses. “Queremos escuchar a todos los sectores de la sociedad para ver qué cosas podemos mejorar para que la educación de nuestros hijos sea la mejor que podamos dar”, explicó.
Aseveró Rodríguez que para la nueva colección se están haciendo correcciones puntuales y actualizaciones y recordó que el Gobierno Bolivariano “ha hecho un esfuerzo gigantesco por la inclusión educativa” como lo demuestra la creación de la Colección Bicentenaria y el programa Canaima Educativo. Agregó además que esperan “recoger la voz del pueblo, las críticas que nos permitan construir un plan de trabajo a largo tiempo”.
Si bien un grupo de opositores califican a la Resolución 058 como “ideologizadora”, es de destacar que Leonardo Carvajal, director de la Asamblea de Educación (organización opositora que siempre ha sido una objetora a los planes educativos del gobierno bolivariano) negó que eso fuera cierto.
“Ojo: La Resolución 058 no es una resolución que tenga que ver con ideologización; léansela“, argumentó en declaraciones recogidas por el canal Globovisión (ver video en este enlace). Si bien Carvajal criticó a la Resolución 058 por los cambios que supuestamente hará en las atribuciones de los directores, se mostró abierto a participar en el debate. “Esta es una consulta muy llamativa, yo pienso que nunca se había hecho una de esta magnitud en el campo educativo”.
Leonardo Carvajal, permanente objetor a las políticas educativas del gobierno bolivariano, se mostró de acuerdo en participar en la Gran Consulta Nacional y rechazó que la Resolución 058 se trate de ideologización, si bien está contrario a la misma por otras razones.
Añadió: “Hemos decidido aceptar la invitación del ministro Héctor Rodríguez de incorporarnos al equipo nacional que la coordina porque valoro positivamente que sea la primera vez que el Gobierno chavista se ocupa de la calidad educativa, la cual se ha venido a pique en los últimos 25 años”, expresó Carvajal, quien dijo que sería un “grave error” que padres y representantes no participen de la Consulta para la calidad educativa propuesta por el Ministerio de Educación. Consideró acertado los “criterios democráticos y la manera educada” con la que el ministro de Educación invitó a participar a los venezolanos “de todas las ideologías a fin de que ocupen los espacios que les corresponden y hagan las críticas y propuestas de acuerdo a lo que cada cual defiende”.
Puede descargar la Resolución 058 en PDF haciendo click aquí.
Al respecto, queremos reproducir a continuación una entrevista realizada por la periodista Vanessa Davies, directora del diario Correo del Orinoco, a la profesora América Bracho, coordinadora de los textos de ciencias sociales de la Colección Bicentenario del Ministerio del Poder Popular para la Educación, quien en el pasado también publicó libros escolares en la editoria privada COBO.
La entrevista fue publicada el 29 de septiembre de 2013.