Cuba rechaza endurecimiento del bloqueo económico de EE.UU.
El gobierno cubano rechazó de manera categórica el Memorando Presidencial emitido por Estados Unidos el 30 de junio de 2025, que reedita y enmienda un documento similar de 2017. Esta medida estadounidense busca fortalecer el cerco económico y provocar mayores carencias al pueblo cubano, en un intento fallido de someter a la isla y controlar su destino, según denunció el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (Cubaminrex).
El comunicado oficial calificó el documento como un instrumento de guerra económica que viola el Derecho Internacional y numerosas resoluciones de la ONU. Además, denunció que el memorando promueve presiones sobre entidades comerciales y financieras globales para impedir sus vínculos con Cuba, y fomenta demandas legales contra inversionistas en la isla. El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, afirmó en redes sociales que esta política busca causar “el mayor daño y sufrimiento posible al pueblo”, pero aseguró que “no nos doblegarán”.
Desde 2017, estas medidas han llevado el bloqueo a una dimensión cualitativamente más dañina, afectando severamente la economía cubana, su recuperación y desarrollo. La prohibición casi absoluta de viajes de estadounidenses a Cuba, la persecución de suministros de combustible y la obstaculización de remesas son algunas de las acciones impulsadas bajo esta política. Cuba subraya que esta agresión responde a intereses hegemónicos y a una camarilla anticubana que ha lucrado con la hostilidad hacia la isla.
El gobierno cubano reiteró que la política estadounidense es incompatible con los principios que Estados Unidos invoca, como democracia y derechos humanos, y que su objetivo real es destruir el socialismo cubano para imponer un modelo capitalista. La comunidad internacional, a través de la Asamblea General de la ONU, ha demandado desde 1992 el fin del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a Cuba.
El bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba se mantiene desde hace más de seis décadas. Su endurecimiento reciente con este memorando presidencial representa un nuevo capítulo en una política que ha generado grandes dificultades para el pueblo cubano y que continúa siendo objeto de rechazo y condena internacional.