Conviasa, entre el bloqueo y Osmel Sousa

Una sobrecargo de Conviasa, sobre una balanza. (Captura de video)

Marcos Salgado |

La aerolínea bandera venezolana, Conviasa, está desarrollando un ambicioso plan de expansión, que tiene enemigos, amenazas y también polémicas.

Cuando arreciaba el cerco contra Venezuela instrumentado por el gobierno de Donald Trump como estrategia para tumbar al gobierno de Nicolás Maduro, el país enfrentó enormes dificultades en varios frentes. Uno de ellos fue (todavía en parte es) el aislamiento impuesto por las compañías aéreas y los gobiernos a los que tributan, especialmente en Europa y Estados Unidos, pero también en América Latina.

El Estado venezolano enfrentó ese bloqueo apoyado por países que no se plegaron al coro de las “sanciones”. Turkish Airlines amplió sus frecuencias entre Estambul y Caracas y fue por un tiempo prácticamente el único puente con el viejo continente, mientras Conviasa crecía apoyada por Irán. De allí llegaron dos gigantescos aviones Airbus 340-600 como parte de una ampliación que sigue, para consolidar destinos trasatlánticos.

Uno de los Airbus 340-600 comprados en Irán. (Foto: Conviasa)

Las luces rojas se encendieron en varios tableros, y se extendió una cacería a los aviones de Conviasa, que tuvo su primer gran éxito en Buenos Aires, donde el lobby mediático motorizado por Israel logró el congelamiento del avión de carga de Emtrasur, filial de Conviasa, bajo difusas excusas de vinculaciones con el terrorismo internacional, que huelen a podrido.

Después del incidente todavía abierto del Boeing 747 de Emtrasur (el avión lleva casi un mes varado en Buenos Aires), se estableció una cacería mediática a todos los aviones de Conviasa. Por ejemplo, la conexión Caracas – Buenos Aires, bajo la figura de vuelos no regulares, ahora se realiza a través de un acuerdo con la empresa boliviana Amaszonas, que completa el tramo Santa Cruz de la Sierra – Buenos Aires.

El Boeing 747-300 de Emtrasur, secuestrado en Buenos Aires.

Los palos en la rueda contra Conviasa seguirán, sin duda. Es una lucha contra un poderoso lobby de servicios de inteligencia, medios cartelizados y gobiernos cómplices.

¿Miss Conviasa?

Pero la aerolínea también es noticia por otra movida, y esta no se debe a hostigamiento de terceros. Se trata de la polémica contratación de Osmel Souza, ex mandamás del concurso “Miss Venezuela” para realizar un “cambio de imagen” de los tripulantes de cabina de Conviasa.

“Una imagen basada en un concepto elegante, sofisticado y que represente la calidad del servicio que ofrece la Aerolínea Bandera de Venezuela. Es el enfoque de la renovación de vestimenta y estilismo a cual serán sometidos (sic) los tripulantes de cabina de Conviasa, bajo el asesoramiento del Zar de la Belleza Osmel Sousa”, aseguró la aerolínea en nota de prensa, citada por Venezuela News.

Osmel Sousa (d), en el video difundido y luego eliminado por Conviasa.

Hasta aquí, podría considerarse una decisión extravagante, pero lo que generó repulsa en redes sociales fue el video que acompañaba la nota de prensa, en un tuit en la cuenta oficial de Conviasa, donde se veía (el trino fue eliminado) al “zar de la belleza” Sousa, observando como azafatas eran pesadas y medidas.

¿A partir de ahora las sobrecargo de Conviasa tendrán que cumplir con un peso máximo, una altura mínima y medidas de busto, cintura y cadera, al estilo Miss Venezuela? Es un interrogante lógico, a juzgar por el video que, aunque fue eliminado, permanece replicado en varios sitios web y rebota en cuentas en redes sociales.

Venezuela News destaca que el presidente de Conviasa, Ramón Celestino Velásquez Araguayán, desde hace poco también ministro de Transporte, indicó sobre Sousa: “conozco sus capacidades profesionales y lo que ha hecho por nuestro país para proyectar la belleza de la mujer venezolana en el mundo. Yo confío en su experiencia para que esta proyección de imagen sea beneficiosa para todos nosotros”.

La “belleza de la mujer venezolana”, que Sousa “proyecta” en el mundo es, claramente, un tipo de belleza ligada a determinado estereotipo, exitoso, eso sí, si de ganar concursos se trata.

Jamás una miss venezolana de la era Sousa hubiera tenido el pelo demasiado enrulado, la piel demasiado oscura, una altura menor a un metro con 70 centímetros, y así. ¿Ese es el plan para las azafatas de Conviasa en su expansión internacional? La duda no es exagerada, es lícita.

Lo visto hasta aquí en esta polémica es apenas la punta de un iceberg. Por lo pronto, como indicábamos antes, el tuit con el video se eliminó de la cuenta oficial de Conviasa, y algunos funcionarios del gobierno de Nicolás Maduro opinaron o replicaron críticas y alertas.

¿La aerolínea bandera de Venezuela debe asesorarse por un consumado segregador como Sousa para ceñir en un catálogo la belleza de la mujer venezolana? ¿O se tratará simplemente de descartar la opción Sousa y garantizar que vuelen las y los mejores que surjan de oportunidades iguales, entusiasmos reales y emulaciones justas?

Una cosa es segura, si Conviasa se decanta por esta opción, volarán por el mundo rompiendo el bloqueo tripulaciones venezolanas con rostros blancos, mestizos y negros; con alturas bajas, medianas y altas; con pesos dispares; con cabellos lacios pero también cabellos de rulos apretados. Como son las venezolanas y los venezolanos.

 

* Periodista argentino del equipo fundacional de Telesur. Corresponsal de HispanTV en Venezuela, editor de Questiondigital.com. Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE).