Confianza en el CNE

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ELEAZAR DÍAZ RANGEL|Desde hace algún tiempo la oposición la ha emprendido contra el árbitro electoral. Desarrolla una persistente campaña sobre la supuesta parcialización del CNE, no se le puede tener confianza. Pero como ellos mismos no se lo creen, participarán en todas las 335 elecciones municipales del 8-D.

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Saben que cada vez que han ganado, el CNE les ha otorgado el triunfo, y cuando han triunfado por escaso margen, igualmente le reconocen sus victorias, el Psuv y sus aliados respetan esos veredictos. Bastaría recordar que en las elecciones de alcaldes de 2008 ganaron en 50 municipios, diez de ellas por porcentajes insignificantes. A título de ejemplo, citemos sus victorias en Silva (Falcón) por una diferencia de apenas 0,37%; en Cacique Manaure, también en Falcón, donde ganaron por 36 votos (0,73%), o en Ribas, de Guárico, donde triunfaron por 0,26% (43 votos), y así en otros municipios, y nadie pretendió desconocerles sus victorias. De manera que el CNE ha demostrado fehacientemente su imparcialidad, confiabilidad y responsabilidad como árbitro, lo que le ha merecido los reconocimientos de instituciones y personalidades del exterior.

Después de las elecciones de abril, esa empresa fue más intensa, sistemática y persistente; se ha pretendido desconocer los resultados del 14-A. Las reacciones en la oposición han ido desde el llamamiento a sus partidarios a expresar su arrechera en la calle con saldo de 12 muertos, y parece que irán a la ONU y a la Otan en su impugnación. Pero la gente no les cree.

El jueves, la mayoría de los medios difundieron los resultados de una encuesta que revelaría desconfianza en la autonomía del CNE. La Universidad Católica contrató una empresa, caracterizada por ofrecer resultados adversos al oficialismo, y según los cuales los venezolanos no tienen confianza en la autonomía del CNE. ¿Será cierto? Los numeritos parecen desmentirlos.

A la pregunta “¿Qué tan de acuerdo está usted con que en Venezuela las autoridades electorales son confiables e imparciales?”, los organizadores de la encuesta dijeron que la mayoría (41,2%) respondió que eran poco o nada confiables, mientras sólo 31,2% dijo que eran confiables.
La verdad fue otra: 56,4% (mucho 31,2%, más “algo” 25,2%) contestó que eran mucho o algo confiables, y 41,2% que eran nada (21,3%) o poco (19,9%) confiables. Como ven, la verdad fue manipulada.

Otra pregunta fue cuantificada: “¿Cómo calificaría usted, en una escala del 1 al 7, donde 1 es Totalmente Malo y 7 Totalmente Bueno, el desempeño del CNE en la publicación de los resultados electorales?”. Sucede que sumadas las respuestas 1+2+3 el total de quienes opinaron que era Totalmente Malo fue de 37,6% mientras las respuestas Totalmente Bueno (5+6+7) sumaron 39,9%. Es decir, que también en este caso la mayoría confía en los resultados que emite el CNE (11,5% no se pronunció).

Y a la pregunta por la autonomía e independencia de los actuales rectores, 44% dijo que actúan de manera autónoma e independiente, contra 43%. 11% quedó neutro, dijo que “parcialmente”, y por supuesto no se le pueden sumar al 43% que respondió negativamente.

A estas cifras manipuladas por los organizadores y por los medios, hay que señalar otro aspecto, y es que la encuesta fue realizada hace meses, en plena campaña de los opositores contra el CNE por su supuesta parcialidad, cuando los medios repetían esas opiniones que, lógicamente, influyeron en los electores. Y ni aún en ese caso la mayoría de los venezolanos expresó desconfianza en la autonomía, independencia e imparcialidad del árbitro electoral.