Bukele en su pantano, ofrece a Maduro liberar a los secuestrados en El Salvador
Marcos Salgado
Luego que el diario Washington Post develara que la “comunidad de inteligencia” estadounidense no observa vínculos entre el mentado Tren de Aragua y el gobierno de Nicolás Maduro, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, operó en redes sociales una oferta de liberar a los “252 venezolanos” (sic) en su poder en la temible cárcel CECOT.
“Quiero proponerle un acuerdo humanitario que contemple la repatriación del 100 % de los 252 venezolanos que fueron deportados, a cambio de la liberación y entrega de un número idéntico (252) de los miles de presos políticos que usted mantiene”, escribió Bukele en su cuenta de X, dirigiéndose al presidente Maduro.
En rigor, se trata de la primera referencia pública del salvadoreño a la situación de los venezolanos secuestrados, luego de su publicidad con bombos y platillos del primer traslado desde Estados Unidos, el 15 de marzo pasado, y tras el encuentro que sostuvo la semana pasada con el presidente estadounidense, Donald Trump, en la Casa Blanca.
El posteo de Bukele llega, además, pocas horas después que el Tribunal Supremo de Estados Unidos ordenara a la administración Trump que suspenda la deportación de venezolanos acusándolos de “perpetrar, intentar y amenazar con una invasión o incursión predatoria” en territorio estadounidense, según una ley de 1798.

Haciendo referencia a un artículo sobre la decisión de la máxima corte estadounidense, el ministro de Comunicación de Venezuela, Freddy Ñañez, se preguntó en redes sociales: “¿Esto será lo que tiene asustado al “Ass kisser” de Bukele?”.
La CIA, sin evaluación
Washington Post indicó que a finales de marzo, durante una audiencia de Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes de EEUU, el director de la CIA, John Ratcliffe, reconoció: “no tenemos ninguna evaluación” que indique que las agencias de inteligencia consideren que Estados Unidos esté en guerra con Venezuela o que sufran algún tipo de invasión, como la que sostiene la Casa Blanca.
Con el argumento central de su relato desbaratado desde dentro de Estados Unidos, Bukele parece complicado en una operación para salvar la ropa liberando a los venezolanos en su poder, mientras obtiene algún tipo de rédito pírrico.
Bukele propone intercambiar a los migrantes secuestrados por Rafael Tudares, yerno de Edmundo González, Roland Carreño, Rocío San Miguel y la madre de María Corina Machado, Corina Parisca, ”a quien amedrentan a diario y le sabotean el acceso a servicios básicos como la luz y el agua”, aventura Bukele.
También figuran en el pedido los cinco integrantes de Vente Venezuela que permanecen en la residencia de la embajada de Argentina en Caracas desde hace más de un año. Bukele también se refiere a extranjeros detenidos en Venezuela, de una forma lo suficientemente general como para generar expectativas varias, pero dejando espacio para recular.
Confesión de parte
La primera respuesta institucional desde Venezuela llegó de manos del fiscal general, Tarek William Saab, quien indicó en un comunicado que el post de Bukele demuestra que los venezolanos en el CECOT “están secuestrados a disposiciónunilateral de un sujeto al margen de la ley que pública y comunicacionalmente le expresa al planeta que él de forma tiránica decide quién puede gozar o no de vida en El Salvador”.

El fiscal reclama además “la lista completa con la identificación de todos los secuestrados”. Hasta hoy, en rigor, ni siquiera está claro el número de venezolanos cautivos. La cifra de 252 de Bukele es unilateral. La estrategia judicial venezolana parece clara, convierte lo que pretendía ser una movida política en un movimiento más dentro del peligroso pantano donde está inmerso Bukele.
Pantano en el que, parece, lo dejaron solo sus queridos amigos del norte.