Brasil: la trama golpista de Bolsonaro suma más evidencias

Gustavo Veiga

La conjura cívico-militar que planificó el golpe de Estado en Brasil el 8 de enero de 2023, queda cada día más expuesta por una abrumadora cantidad de pruebas. Esta vez se trata de nuevos audios y videos que se enviaron entre sí los complotados que seguían a Jair Bolsonaro.

Están contenidos en 1.214 informes elaborados por la Policía Federal que procesó unos 255 millones de mensajes de los ultraderechistas extraídos de celulares y computadoras. Lo hizo con un programa de computación que podría ser igual o más sofisticado que el software utilizado por el gobierno del expresidente para perseguir opositores.

El político de extrema derecha bebe hoy de su propia medicina por delitos que podrían llevarlo a la cárcel. La gran diferencia es que ahora la tecnología sirvió para detectar cómo se organizaron los golpistas en su frustrado intento de derrocar a Lula e incluso matarlo

Una parte de los documentos que refuerzan la evidencia de una conspiración para deponer al actual presidente una semana después de asumir su cargo, fueron revelados por el programa Fantástico de TV Globo. Un ciclo que lleva décadas en el aire y que emite informes especiales sobre la realidad brasileña. Los golpistas militares y civiles urdieron el plan Punhal Verde Amarelo (Puñal Verde Amarillo) que también incluía intentar asesinar a Lula, su vicepresidente Geraldo Alckmin y el juez Alexandre de Moraes del Supremo Tribunal Federal (STF).

Fue el último paso de una trama que había empezado cuando el líder del PT recuperó sus derechos políticos en 2021 después de sufrir 580 días en prisión por un juicio manipulado. Los neofascistas brasileños pensaron que ésa era la forma de impedir su regreso al gobierno por tercera vez. No pudieron.

Los testimonios recogidos por el tradicional ciclo televisivo con nombres y apellidos de los golpistas son parte de la evidencia en un proceso judicial que lleva adelante la Procuraduría General de la República (PGR). Hasta ahora el militar de mayor rango detenido es el general cuatro estrellas, Walter Braga Netto. Recluido desde el 14 de diciembre de 2024 en el Comando de la 1° División del Ejército en Rio de Janeiro.

El teniente coronel Guilherme Marques de Almeida, entonces destinado en el COTER – Comando de Operaciones Terrestres del Ejército – abre el especial de Fantástico. El  militar le señala a un interlocutor en un audio: “Si tú tuvieras alguna posibilidad de influir a alguien de los movimientos, yo estoy intentando plantar eso en las redes donde ellos están. Estoy participando de varios grupos civiles”. Los audios editados son una coartada que utilizan los golpistas en varias investigaciones de la PGR para negar su responsabilidad en la tentativa de violar la constitución de 1988. Hasta hoy, Bolsonaro el principal implicado rechaza las imputaciones que recibió.

El programa de la cadena Globo menciona que “militares en puestos de comando incitaban a la participación popular y discutían cómo usar a los manifestantes enfrente de los cuarteles como mano de obra para presionar por una intervención”. La sedición del 8 de enero de 2023 tenía varios antecedentes de cómo militares y civiles de extrema derecha se retroalimentaban. Uno de los episodios más repudiables fue aquel de los días posteriores a la victoria de Lula en segunda vuelta, a comienzos de noviembre de 2022. En San Miguel del Oeste, estado de Santa Catarina, los fanáticos de Bolsonaro hicieron el saludo nazi mientras cantaban el himno y reclamaban un golpe de estado frente al cuartel del 14º Regimiento de Caballería Mecanizada para su demostración.

Entre las evidencias que mostró la TV brasileña, hay un mensaje que le envía el civil Rodrigo Yossuo Faria al general retirado Mario Fernandes. En el audio le pide respaldo: “Buen día general, ¿todo bien? Estoy precisando de un apoyo aquí porque la gente compró una tienda y el personal no está dejándola entrar para cambiar. La policía del ejército de aquí, del QG (Cuartel General). Yo necesito de un apoyo para la liberación”.

El programa también cita un comunicado de la defensa del general Fernandes que explica no haber tenido acceso completo “al contenido resultante de la violación de confidencialidad y que la denuncia sólo presenta extractos inconexos”.

Un dato clave del informe señala que “cuando los militares no tenían autoridad para resolver, apelaban a que los pedidos para proteger a los manifestantes llegaran hasta el presidente Jair Bolsonaro”. De las grabaciones se desprende que un camionero llamado Lucas Rotilli Durlo le preguntó a Fernandes “¿hasta cuándo ustedes quieren que la gente esté aquí, general?”. En el mismo audio le confió que quería “ser el último en salir. Somos un soldado”. Muchos transportistas son simpatizantes del expresidente y cortaron rutas del país para forzar la salida de Lula.