Argentina: tres meses con el consumo en picada

Raúl Dellatorre | 

El aumento masivo en el precio de los alimentos ya se refleja en las ventas. Cambios de conducta de los consumidores, particularmente de sectores menos pudientes. “Ahora sólo compran lo necesario para el día”, refieren dirigentes del comercio.

Empiezan a aparecer signos coincidentes con respecto a una sensible baja en la demanda de productos masivos. Registros de una importante cadena de hipermercados, de origen europeo, que sólo circulan en forma reservada, dan cuenta de que las ventas están en un diez por ciento debajo de los volúmenes esperados. Una representante de la amplia franja de supermercados chinos dio ayer cifras similares de baja en el consumo, por cambios de conducta de los clientes, particularmente de los de menor poder adquisitivo. Los indicadores de precios del Gobierno de la Ciudad –a los que el gobierno nacional les otorgó el carácter de valor de referencia ante el “apagón estadístico” por tiempo indeterminado del Indec– muestran que la evolución de precios de los alimentos marcan la curva de ascenso más alarmante en los últimos tres meses (diciembre, enero y febrero), a partir de que se tuvo certeza de que Cambiemos iba a ser gobierno y una de sus primeras medidas sería una megadevaluación. Y como ocurre en otros sectores en los que las firmas dominantes aparecían “prima facie” como los socios más cercanos a la nueva política, en el comercio minorista también se dio el fenómeno de que los más poderosos (grandes cadenas y dueños de primeras marcas en bebidas y alimentos) son los que más abusos cometen aprovechándose de la situación. “La gente compra lo imprescindible porque la plata no le alcanza, mientras que las firmas que tienen grandes depósitos especulan con los aumentos, porque tienen espaldas financieras y otro poder de negociación”, apuntó una representante de los supermercadistas chinos. Sin el paraguas del Gobierno, los comercios más chicos sienten que van a perder y que las grandes cadenas, aunque ahora vendan menos, volverán a verse beneficiadas.

La titular de la cámara que agrupa a los supermercados chinos (Cedeapsa), Yolanda Durán, advirtió que las ventas en esas casi diez mil bocas de expendio que funcionan en el país bajó cerca de un diez por ciento en volúmenes de producto. “La gente compra lo imprescindible; antes venían por las compras de carnicería y verdulería y se llevaban otros productos del salón, hoy compran sólo lo necesario para el día”, señaló la directiva empresaria del sector más extendido en el comercio en los últimos años. “Los clientes se lo dicen al comerciante, con estos aumentos de precios la plata no alcanza, mientras que los supermercados siguen recibiendo la mercadería con aumento semana tras semana”, señaló Yolanda Durán a Página/12 ayer, ampliando las declaraciones que más temprano había formulado en una entrevista por Radio La Red.

Ante la consulta de este diario sobre cuáles son los rubros en los que se verifica mayor caída en las ventas, Durán respondió que la baja es “generalizada”, aunque los autoservicios y supermercados chinos, como comercios de proximidad, funcionan principalmente en base a los rubros alimenticios. “Tradicionalmente traccionaba mucho la venta en carnicerías y verdulerías, porque el que compraba después se llevaba otros productos de las góndolas; pero ahora, por los aumentos, bajó el nivel de ventas de carnes, frutas y verduras, pero además llevan menos de los otros artículos. Ahora es usual que un cliente entre y se lleve un paquete de fideos y un par de cosas más, solamente”, agregó.

De acuerdo al índice de precios al consumidor que elabora la Dirección de Estadísticas del Gobierno de la Ciudad, el rubro de mayor incidencia en la inflación registrada en los últimos doce meses fue el de Alimentos y Bebidas no alcohólicas. Por rubro, el incremento en el precio promedio de la fruta fue, al mes de febrero, de 58 por ciento respecto de un año atrás; en las carnes del 42 por ciento, pescados y mariscos del 30 por ciento y en el renglón de aguas minerales, gaseosas y jugos, del 29,5 por ciento. El IPC de la Ciudad refleja modificaciones del 3,9 por ciento en diciembre, 4,1 en enero y 4 por ciento en febrero, acumulando 12,5 por ciento en tres meses, desde que hubo certeza de que Mauricio Macri sería presidente de la Nación y que su carta de presentación iba a ser una brutal devaluación. Ese mismo índice de la Ciudad, en los primeros once meses de 2015, promedió el 1,8 por ciento, corroborando la baja en el ritmo de inflación respecto de los dos años anteriores.

La titular de la Cámara Empresarial de Desarrollo Argentino y Países del Sudeste Asiático (Cedeapsa) también se refirió al tema de la inflación y señaló su preocupación por la inestabilidad que provoca en el comercio minorista. “Hay aumentos continuos, semana tras semana, y hay muchos abusos de grandes proveedores. Somos comercios de proximidad pero el público igual exige que tengamos primeras marcas, y ahí no tenemos chance de negociar nada: nos dan el precio actualizado cada semana, y si no se acepta, no te bajan la mercadería (del camión). Hay subas genuinas y otras por especulación, el Gobierno debería estar viendo que no es lo mismo la posición de un comercio chico que la de una cadena de hipermercados. Nosotros no tenemos depósitos cargados de productos esperando que aumenten, vendemos y reponemos cada semana. Pero no hay diálogo con la Secretaría de Comercio, hasta el momento no ha habido contacto con las nuevas autoridades. Parece que les interesa acordar sólo con las grandes cadenas. Y sin el paraguas del Estado, es muy difícil tener previsibilidad”, recalcó la dirigente empresaria.

Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-294378-2016-03-12.html