Argentina: mensaje a “todos los Hugos” del país

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JUAN GUAHÁN| En un reciente acto la Presidenta -que sigue apostando fuerte- asentada en el caudal de los votos conseguidos, subió la parada en su choque con la dirigencia sindical, mientras el gobierno sigue “cocinando” los próximos pasos de la reducción de subsidios. Esta vez fue en Barracas (Sur de la Capital Federal), en una planta gráfica, donde la presidenta Cristina Fernández de Kirchner volvió a utilizar su verba y su carisma para delinear sus próximos pasos. Confiada en la formidable fuerza que hoy tiene su mensaje Cristina tomó como blanco de sus ironías al poderoso jefe de la CGT (central obrera), el camionero Hugo Moyano.Question Latinoamérica

Aprovechando el nombre de “Hugo” de uno de los operarios de esa planta que se acercó a saludarla, le habló coloquialmente diciéndole: “Quiero decirte a vos Hugo y en nombre de todos los Hugos del país que a esta Presidente la van a ver no solo en la plaza y en los despachos, sino en cada fábrica y en cada máquina apoyando a cada trabajador y a cada empresario que luche para seguir produciendo y generando riqueza e inversión en el país”.

De esa manera dejó sentada su posición de apoyar a trabajadores y empresarios. Así, también, sintetizó su planteo a la CGT, remitiéndola a que discuta con los empresarios (en las paritarias) su proyecto de distribución de las ganancias y eludiendo que ello surja de un decreto o ley.

Pero éste no es la única piedra en el camino de las relaciones entre gobierno y CGT. También está el tema que piden subir el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias que pagan algunas franjas de trabajadores y la cuestión de los próximos incrementos salariales. El gobierno, a través de la Viceministra de Trabajo, ya dio su opinión: No deben superar el 18%. Moyano dijo lo suyo, sostuvo que se van a guiar por la inflación de los supermercados. Desde el lado de los asalariados se acaba de hacer un acuerdo con los trabajadores rurales, logrando –por convenio- el 35% de aumento. El gobierno, en este caso, sí intervino por encima del acuerdo entre partes y lo vetó.

Ya no se puede ocultar lo que es público y notorio. Gobierno y CGT, más allá de las declamadas coincidencias y apoyos mutuos, están transitando por caminos que se bifurcan cada vez más. Esto llega al punto tal que muchos consideran que la real oposición al gobierno está en el sindicalismo, particularmente en la CGT.

Asesinato y subsidios

Mientras tanto el tema cotidiano, además de los efectos por el asesinato del campesino en Santiago del Estero justo al cumplirse el primer aniversario de lo que pasó con los Quom en Formosa, sigue transitando por la discusión sobre los subsidios, la quita de los mismos, a quiénes alcanzará y su influencia sobre la inflación. Si bien esta cuestión parece limitada a la Capital Federal y la provincia de Gran Buenos Aires (de todas maneras la mitad de nuestra población) este tema va más allá porque tiene que ver con todo el país, aunque –por ahora- eso no aparezca en el debate.
Recordemos que los subsidios eliminados, hasta ahora, no llegan a los 6 mil millones de pesos, sobre un total de 75 mil millones presupuestados para ese destino.

El gobierno espera que, con estas quitas de subsidios, el Estado se ahorre un mínimo de 30 mil millones. Esa diferencia (entre 6 y 30 mil) es lo que todavía falta eliminar y esas son las discusiones pendientes. Ahora empezaron las renuncias voluntarias, éstas son –por estos días- bastante desprolijas. Por un lado los “famosos” políticos, empresarios y artistas no quieren dejar de figurar en esa nómina, para “quedar bien y evitar escraches”. Por otro, los formularios son bastante deficientes permitiendo situaciones como que Néstor Kirchner, Alfredo Yabrán y Eduardo Emilio Massera figuren entre los renunciantes.
Pero, falta otro detalle. Si el gobierno pretende hacer quitas de subsidios por 30 mil millones y lo presupuestado son 75 mil millones, queda por saber dónde van los 45 mil millones de diferencia.

Algo más de 11 mil millones va a la Asignación Universal por Hijos; los subsidios a las empresas públicas (Enarsa, Aerolíneas Argentinas, Nucleoeléctrica, Aysa, ARSAT, entre otras) suman más de 25 mil millones.

Respecto al conjunto de quita de subsidios en el gobierno hay dos preocupaciones: Evitar que ellos impacten en la rentabilidad y en la estructura de costos de las industrias, servicios y comercios y que no disparen la inflación. Lograr simultáneamente ambos objetivos no es fácil y el gobierno lo sabe. Para hacerlo posible se analizará empresa por empresa, sector por sector. La discrecionalidad que tiene la Comisión encargada de tomar estas decisiones, motiva la preocupación de un aliado clave del gobierno, la Unión Industrial Argentina (UIA). Su Presidente, José Ignacio de Mendiguren advirtió: “Todo lo que sea discrecional es peligroso: quién dirá «a vos sí y a vos no te quito el subsidio»”.