Argentina: El modelo, el nuevo plan y las medidas
Horacio Rovelli |
El modelo económico es el extractivista, agropecuario exportador, y financiero, merced a la renta[1] del subsuelo, del suelo y la creada por la legislación vigente a favor del sector bancario, bursátil y cambiario. Es un modelo orientado y dependiente del exterior y, por ende, requiere de costos internos baratos. Esencialmente el modelo funciona con mano de obra barata medida en moneda dura (dólar, euro, yuan) y en poder adquisitivo de las remuneraciones.
El plan económico es el acordado con el FMI, incluso refrendado por la Ley 27.668 que aprobó “el Programa de Facilidades Extendidas a celebrarse entre el Poder Ejecutivo nacional y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para la cancelación del Acuerdo stand by celebrado oportunamente en 2018 y para apoyo presupuestario”.
Y las medidas anunciadas por el (nuevo) ministro Sergio Massa se insertan en el plan y se subordinan a la prosecución del modelo, de allí que el mismo Massa define como ventajas del país sus riquezas en recursos energéticos, minerales, proteínas y conocimientos. Obviamente del trabajo ni se acuerda.
En ese marco define principios y motores, siendo los primeros el orden fiscal, el superávit comercial, el fortalecimiento de las reservas internacionales y, el desarrollo con inclusión. Los motores son la inversión, la producción, las exportaciones y la defensa del mercado interno.
El orden fiscal es un despropósito en sí mismo, las cuentas públicas de la administración nacional al 30 de junio 2022 fueron deficitarias en 1,3 billones de pesos, que logra reducir el déficit total gracias a los recursos superavitarios del Programa de Atención Médica Integral (PAMI), de los Fondos Fiduciarios y otros, para dar, finalmente un resultado negativo del consolidado del sector público nacional de casi un billón de pesos.
Es en pesos pero equivalente a 6.700 millones de dólares (1,6% del PIB) y, por ende, la extrapolación lineal era de un déficit anual para el corriente año 2022 de no menos del 3,5% al 4% del PIB (contemplando aguinaldo y los menores ingresos tributarios de la segunda parte del año).
Plantea reducir el gasto para cumplir la meta acordada con el Fondo Monetario Internacional (FMI) del 2,5% anual, con el agravante que el Banco Central (BCRA) no puede financiar más el Tesoro de la Nación del 1% del PIB, como ya lo hizo en los primeros seis meses en demasía, debe el Tesoro devolverle plata al BCRA.
En el presupuesto ejecutado de todo el año 2021, las transferencias (subsidios) para transporte y energía fue (en pesos) equivalente a 11.000 millones de dólares (el 2,6% del PIB), de allí que van a reducir las partidas para las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, .
En el caso de la energía eléctrica solo se va a subsidiar a aquellos que lo solicitaron y hasta 400 kilowatts, cuando previamente hace un par de meses se viene revisando los medidores de las casa y departamentos de todo el país, para lo cual la amplia mayoría de los usuarios deban pagar una parte a tarifa plena.
El superávit comercial es otra burla: desde el 1 de enero de 2020 hasta el 30 de junio 2022 las exportaciones superaron a las importaciones en 30.473 millones de dólares y el BCRA los dilapidó. Por un lado, pagó intereses de la deuda pública sin haber investigado si esa deuda es realmente del Estado nacional o si fueron vendidos durante la gestión neoliberal de Cambiemos a precio oficial a empresas y particulares que, a su vez, evadieron los impuestos correspondientes.
Segundo, se le vendió los dólares de parte del superávit comercial a esas empresas evasoras y a precio oficial, sin exigirle que primero paguen con los dólares que habían comprado durante la gestión de Cambiemos
El Ministro Massa plantea un acuerdo, principalmente con los productores, acopiadores, y comercializadores de soja, para que liquiden en forma supuestamente anticipada las más de 20 millones de toneladas retenidas de esa oleaginosa (con un valor estimado de 12.000 millones de dólares).
Supuestamente anticipada porque hay una parte que ya está vendida al exterior, pero no se traduce porque no se le puso el precio en pesos de la divisas percibidas.
El tercer principio de Massa es “Fortalecer las Reservas Internacionales” y en un mes el BCRA vendió 4.319 millones de dólares (eran de 42.358 millones el 1 de julio 2022 y pasaron a ser de 38.039 millones el 1 de agosto 2022) sin contar los más de 100 millones de dólares diarios que vende el BCRA desde el martes 2 de agosto 2022.
Finalmente, las curvas de deuda en pesos creada por el (anterior) ministro Martín Guzmán significan hasta fin de este año, una deuda de 2,8 billones de pesos, en su mayoría ajustable por inflación y en menor parte por dólar linked (devaluación del dólar oficial).
Supuestamente más de la mitad de la misma se encuentra en poder del Fondo de garantía de Sustentabilidad de la ANSeS, de fondos fiduciarios y de otros entes estatales. Pero, la pregunta obligada es qué se le va a ofrecer desde lo que ya ganan, a los tenedores privados para que reprogramen y prorroguen los plazos.
También el nuevo ministro propuso realizar una gira internacional (EEUU, Francia, Qatar) para conseguir créditos del exterior para fines específicos y/o respaldar las reservas internacionales del BCRA, con lo que nuevas deudas reemplazan el natural acrecentamiento de las mismas por superávit comercial.
En sintesis
El principio de desarrollo con inclusión no es creíble cuando está planteando un severo ajuste fiscal, en que solo se asistirá a la población más necesitada, en sintonía con lo dispuesto por el FMI de ayudas directas y transitorias únicamente para grupos vulnerables y hogares de bajos ingresos.
Y de los motores que anunció el nuevo ministro cuando asumió el 4 de agosto 2022, de inversión, producción, exportaciones y defensa del mercado interno, queda limitada por la suba de tasas de interés planteada[2], la depreciación implícita de la moneda y, la política de contención de los salarios, para promover la exportación minera, agropecuaria y automotriz, que son los tres proyectos que se impulsa:
1.- Prolongar la Ley 24.196 de Estabilidad Minera de Menem por la cual las grandes multinacionales del sector lograron desembarcar en la Argentina para comenzar la explotación de los recursos del país (Por ejemplo, el año pasado se exportaron 62.000 kilos de oro)..
Ya lo decía el exministro Matías Kulfas en marzo de este año en Canadá: “…nuestro país está abierto a la posibilidad de explotar diferentes minerales que se encuentran y que son centrales para el desarrollo económico mundial. Sepan que hay un gobierno que apoya el desarrollo de la minería y toda su cadena de valor con un marco legal que genera certezas, como la estabilidad fiscal y la previsibilidad de determinados beneficios”.
- El 30 de septiembre 2021 el gobierno presentó en el Congreso el Proyecto de Ley de “Régimen de Fomento al Desarrollo Agroindustrial, Federal, Inclusivo, Sustentable y Exportador». Lo consensuó con el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) y contiene un conjunto de beneficios para un sector que básicamente no los necesita, entre ellos y fundamental, usar como propio el Río Paraná, denominado por ellos “hidrovía”.
- Igual para la industria automotriz a la que se le reducen los derechos de exportación en medida que incrementes sus ventas al exterior Basta saber cuáles son las empresas trasnacionales que están detrás de cada uno de esos sectores para saber quiénes se benefician y quienes no.
Por último en lo que respecta a los denominados servicios basados en el conocimiento (SBC), con empresas de origen nacional (algunas de las cuales han logrado internacionalizarse como Mercado Libre, Despegar o Globant), reciben todo tipo de ayuda estatal y no tienen mayor impacto multiplicador del trabajo e insumos en el país
El ministro Massa se cuidó de hablar de devaluación de la moneda, pero las medidas anunciadas sólo son posibles con una disminución de la brecha entre los distintos tipos de cambio y el oficial y, ese es el objetivo y la presión de los exportadores, de los que fugaron capitales que solo traerán una parte si se les garantiza más pesos por cada divisa que regresen.
Y, por último, es la exigencia del FMI, que sabe que el Estado argentino recuda en pesos y que debe dar más de nuestra moneda por dólar con los que paga los intereses de la deuda externa. También sabe que desde el segundo semestre 2024 se debe sumar el pago del capital de los títulos canjeados el 31 de agosto 2020 por el entonces ministro Guzmán, y allí el problema ya es de otras dimensiones
Cuando no se pueda pagar van a exigir nuestros recursos naturales a cambio. No es este camino del desarrollismo local el indicado, que beneficia a la misma minoría que desde la dictadura cívico -militar se adueña cada vez más de la riqueza generada por todos.
El camino es el de investigar la deuda, la evasión fiscal y la fuga y para eso se requiere de un Estado que convoque a la población para que tomemos real consciencia de la situación.
Notas
[1] Renta: Apropiación de una ganancia extraordinaria, que estará determinada por la diferencia entre el precio de producción individual y el precio de producción general de la rama (costos más beneficio)
[2] La propuesta acordada con el FMI es de tasas de interés positiva por encima del nivel general de precios y de la devaluación de nuestra moneda. Con la suba de la tasa de interés se garantiza la ganancia de los bancos, sobre todo los que tienen al mayor volumen de depósitos y que son también los mayores poseedores de Letras de Liquidez del BCRA (LELIQs), Notas de Liquidez (NOTALIQs) y otras inmovilizaciones (pases pasivos) que suman 5,8 billones de pesos al 1 de agosto 2022.
* Licenciado en Economía, profesor de Política Económica y de Instituciones Monetarias e Integración Financiera Regional en la Facultad de Ciencias Económicas (UBA). Fue Director Nacional de Programación Macroeconómica. Analista senior asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE).