Argentina con acuerdo de precios: beneficios y polémica

JUAN GUAHÁN| La inflación llegó al centro del escenario político argentino, y un controvertido “Acuerdo de precios” se comenzó a aplicar. Hay opiniones y previsiones para todos los gustos. Mientras la Presidenta explicó el sentido de los acuerdos con Irán, Estados Unidos  apoya en el juicio contra los “fondos buitres”. arg preciosQuestion Latinoamérica

Parece lejana, en el tiempo, aquella política en la cual no se hablaba de la inflación. Ya es un tema, no solo de las charlas de las amas de casa, que se ha instalado en la calle. El gobierno empieza –públicamente- a prestarle atención y trata de salir de ese atolladero.

En este semana el “super” Secretario de Comercio, Guillermo Moreno, hizo anunciar un “acuerdo de precios” con la asociación de supermercados. Allí “acordaron” que hasta el 1° de abril se mantendrán los precios que regían el 1° de febrero. Los primeros en adherir a ese acuerdo fueron: Carrefour, Cencosud (que controla Disco-Jumbo y Vea), Coto, La Anónima, Libertad y Walmart, junto a las cadenas Cáceres, de Formosa; Impulso, de Corrientes y Chaco y la Cámara de Supermercados y Autoservicios de Córdoba. Luego se sumaron, a este congelamiento de precios, unos tres mil autoservicios y supermercados chinos. En materia de electrodomésticos, adhirieron: Compumundo, Easy, Falabella, Frávega, Garbarino, Megatone, Musimundo, Ribeiro, Rodó y Sodimac. Con el paso de los días se supone que esta lista se irá incrementando.

Hasta aquí el dato. Ahora vienen los objetivos de esta medida y una diversidad de opiniones. Para el gobierno se trata de defender los ingresos de las familias y contener la carrera de aumento de precios. Es obvio que esta medida forma parte del debate que se está produciendo sobre el próximo incremento salarial. En estos 60 días, deberían concluirse las principales paritarias y esta medida ayuda que las mismas no se salgan del tope del 20% (17% para los docentes) de aumento, que quiere el gobierno. Con esta decisión, el gobierno espera que esta carrera, entre precios y salarios, se detenga. Drásticamente primero y más acompasada después. Ese es el deseo oficial.

Entre las críticas más fuertes se pudo escuchar la de Roberto Lavagna, quien pusiera en marcha la economía, después de las crisis del 2001/2002, con  Eduardo Duhalde, primero, y Néstor Kirchner, después. Lavagna, opinó que con los acuerdos el gobierno nacional “trata de generar la sensación de estabilidad por dos meses de manera tal que las paritarias cierren en 20%”, pero “a partir del 1° de abril volverán a ajustarse los precios” y cerró su opinión con una nefasta idea que quiso instalar: “Esto ya pasó con (Celestino) Rodrigo y con la presidente Isabel, se dejó que todos los sindicatos firmaran acuerdos y después se produjeran ajustes de magnitudes mayores a las de hoy, pero con el arg supermercadomismo mecanismo”.

De un modo coincidente opinaron la inmensa mayoría de los sindicalistas. Estos se siguen reuniendo para buscar un camino común para las medidas de fuerza que adoptarían en el mes de marzo. Desde el sindicalismo avanzan en la idea, no aceptada por el Ministerio de Trabajo, de hacer una paritaria ahora (con un aumento que ronde el 20%) y dentro de 6 meses volver a discutir.

En este marco cayó mal, en los despachos de la Casa Rosada y en la mayor parte del espectro político, el incremento del 21,8% para todos los legisladores nacionales. La explicación pública que ese incremento es parte del acuerdo del año pasado, no satisfizo.

Otras voces reclaman que este “acuerdo de precios” no llegaría a las ciudades chicas, donde estas grandes cadenas no tienen sucursales. Esta crítica es de relativo valor, porque allí reside una cantidad menor de nuestra población y porque muchos de ellos suelen desplazarse para hacer sus comprar en los centros urbanos más grandes y vecinos. Lo que sí no se ha dicho es que esta medida profundizará –aún más- la tendencia a la concentración de las ventas. Al negocio de la esquina no le va a ser fácil acompañar este “acuerdo”. La eficacia de esta medida también estará vinculada a lo que hagan fabricantes, grandes distribuidores e importadores.

Esta medida ha sido acompañada por una “sugerencia” a las grandes cadenas comerciales. Que no publiciten sus ofertas. Se dice que para evitar la sensación que luego los precios aumentan, cuando –al día siguiente- no tienen el valor de las mencionadas “ofertas”. Los grandes diarios opinan que esta medida tiene por destino cerrarles el grifo de la publicidad que los mantiene. Basta ver las páginas de los diarios y los espacios que ocupan las “ofertas” para darse cuenta de la importancia que estas tienen para la economía de las empresas periodísticas.

Fondos buitre”

El próximo 27 de febrero se va a discutir, en la Corte de Apelaciones de Nueva York, la demanda de los “Fondos Buitres” (bonistas que no entraron en el Megacanje Kirchner-Lavagna de 2005-2010) y su pretensión de cobrar el 100% del valor de los bonos, en su poder. Ahora ese Tribunal aceptó el pedido del gobierno de los Estados Unidos para participar en dicho debate. Lo hará para defender la posición argentina.

De esa manera esperan evitar que otros acuerdos de endeudamiento, fundamentalmente de países europeos, naufraguen. Eso perjudicaría a varios grandes bancos en beneficio de un sector marginal (en la economía mundial) como son estos “fondos buitres”.

Irán

La Presidenta usó, por tercera vez en el año, la “cadena nacional”, para hacer saber la remisión al Parlamento del “memorándum de entendimiento” celebrado con el gobierno de Irán. Fue una presentación, muy medida, de la Presidenta. Ahora empezará el debate parlamentario. Cristina fundamentó dicho acuerdo en la necesidad de romper el impasse existente. La presentación televisiva de la Presidenta se explica en dos razones complementarias. Hacer que el debate derive hacia el Congreso. Ocupar el centro del escenario con un tema distinto al tan remanido sobre las discusiones respecto a salarios e inflación.

 Malvinas

El inédito viaje del Canciller, Héctor Timerman, a Londres tuvo un par de objetivos que se puede considerar que fueron alcanzados. Por un lado tratar de restarle legitimidad a un próximo referéndum que harán los isleños en Malvinas e instalar en la capital de la Gran Bretaña un cuestionamiento a su política colonial.

Logró que los 18 grupos europeos que apoyan la posición argentina firmaran un documento conjunto y anunció que, en menos de 20 años, nuestro país recuperará diplomáticamente a dichas Islas.