América Latina registró en 2022 los precios más altos de los últimos 15 años

XINHUA

El Destape |

Un grupo de países de América Latina y el Caribe avanza en dar forma a acuerdos conjuntos que hagan frente a la suba de precios en la región. Para mediados de 2022, la inflación regional había aumentado hasta alcanzar un 8,4%, el mayor valor registrado desde 2005; y al finalizar el año, cerró en un 15,4%, con los alimentos y bienes de consumo masivo empujando al alza. Para este 2023 se estima que la inflación regional se mantendrá en niveles superiores a los de la pre-pandemia.

Luego del encuentro de la semana pasada, los jefes de Estado que participaron de la llamada cumbre antiinflacionaria dieron a conocer un documento que entre sus ejes se plantea impulsar el comercio regional para “contribuir a la seguridad alimentaria y nutricional” y conformar un “círculo virtuoso de prosperidad, crecimiento económico y desarrollo sustentable para América Latina y el Caribe”. Entre las medidas que estarían en estudio se destacan el desarrollo de facilidades logísticas y financieras para mejorar el ingreso y salida de productos por puertos y fronteras, y el intercambio de insumos intermedios, maquinaria y tecnología. Se suma el análisis sobre el acceso al crédito internacional y el financiamiento multilateral de proyectos específicos.

El encuentro fue convocado por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y contó con la participación del presidente argentino, Alberto Fernández, y de los mandatarios de Chile, Gabriel Boric; de Bolivia, Luis Arce; de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; de Colombia, Gustavo Petro; de Cuba, Miguel Díaz-Canel; y de Honduras, Xiomara Castro, además de los primeros ministros de Belice, Juan Antonio Briceño, y de San Vicente y las Granadinas, Ralph Everard Gonsalves y de la vicepresidenta ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez.

Inflación: alimentos y energía

El encuentro de presidentes por la Alianza de países de América Latina y el Caribe contra la inflación se enmarcó en un contexto como no se veía hace tiempo en la región: el primer semestre de 2022 la inflación regional ya había registrado el mayor valor desde 2005 (8,4%), y cerró el año en 15,4%, unos 3 puntos por arriba del 2021.

(Marcos Salgado)

Los datos se desprenden de un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) que detalló que “las economías están muy expuestas a que las presiones alcistas de los precios internacionales de los productos básicos se transmitan a los precios internos dada la importancia que tiene dentro de la canasta del índice de precios al consumidor (IPC) el gasto de los hogares en rubros como los alimentos (24%) y el transporte (14%). Y por el efecto que tienen los precios de productos básicos como la energía, los alimentos y los fertilizantes en los costos de producción locales”. Agregó además el impacto de las fluctuaciones cambiarias ante la volatilidad financiera internacional.

Las economías de América Latina y el Caribe, al igual que el resto del mundo, experimentaron en los primeros meses de 2022 una aceleración del proceso inflacionario que ya se registraba desde mediados del 2020, “cuando la inflación promedio de la región se situaba en un 1,8%”, detalló el Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe de CEPAL. En el mismo sentido agregó que “entre diciembre del 2020 y diciembre de 2021, las presiones inflacionarias se intensificaron, por lo que la tasa de variación del IPC se incrementó 3,7 puntos porcentuales, al pasar del 2,9% en 2020 al 6,6% en 2021.

En las economías del Caribe de habla inglesa la inflación registró un máximo en abril de 2022 con un 7,8%; mientras que en América del Sur los países alcanzaron un máximo en junio (8,7%). Las economías del grupo conformado por Centroamérica y México fueron las últimas en alcanzar un máximo, en agosto de 2022 (8,3%)”.

Sobre las razones de la suba acelerada en los precios, el organismo regional analizó que están directamente relacionadas con el aumento “en un 45,9% en los precios de productos energéticos, de 36,8% en fertilizantes y de 19,5% para los alimentos y bebidas”. “La inflación de los alimentos viene aumentando desde finales de 2018 pero el ritmo de los incrementos ha tendido a agudizarse desde el segundo semestre de 2020, y fines de 2022 alcanzó una variación de 13,2%”, cinco puntos por arriba del 2021, explicó el informe y agregó: en el caso de la energía, “también ha tendido a ser mayor que la inflación general, y alcanzó un máximo en noviembre de 2021 (17,6%)”.

Qué pasó en cada país

La CEPAL analizó en el documento Estudio Económico de América Latina y el Caribe de finales del 2022 la evolución de las variables económicas en diferentes países de la región. El impacto que tuvo el conflicto bélico entre Rusia-Ucrania en la suba de precios de alimentos y energía fue el factor predominante.

En el caso de Chile, destacó que “desde febrero de 2021 la inflación ha presentado un alza continua, hasta alcanzar en julio de 2022 una variación anual del 13,1%, la más alta desde 1994″. En 2022, se sumó “la fuerte depreciación del peso chileno y los efectos que ha tenido el conflicto entre la Federación de Rusia y Ucrania en los precios de los alimentos y la energía”. En relación, México mostró subas vinculadas con “el incremento del precio de algunos productos de origen nacional e importados, especialmente los agropecuarios, insumos médicos, medicamentos, gasolina y servicios públicos, así como a la depreciación cambiaria”.

En cuanto a Honduras, “el incremento de los precios internacionales de las materias primas y de los combustibles presionaron al alza el nivel de precios hacia el final del año” y de igual manera en Colombia se observa que “en 2021 tuvo la inflación más alta registrada en el último quinquenio” ya que “los alimentos contribuyeron cerca de un 50% al incremento del IPC”. Entre las razones del alza sostenida de precios están “el dinamismo del consumo interno, el aumento del precio de los combustibles y de los insumos agropecuarios, los mayores costos logísticos y de los fletes internacionales y el aumento del precio del dólar también impulsaron el alza sostenida de los precios”.

También en Cuba, “las mayores presiones inflacionarias se originaron en el mercado minorista con un significativo incremento del 21,7% en el precio de los alimentos y las bebidas no alcohólicas”, y en Argentina, “en 2022, la inflación aumentó debido al incremento de los precios internacionales de las materias primas desencadenado por la guerra en Ucrania, en un contexto de tensiones cambiarias internas”.

Perspectivas para 2023

El objetivo de la alianza antiinflacionaria entre los países de América Latina y el Caribe es “crear facilidades comerciales en un contexto internacional adverso debido a los efectos de la crisis multidimensional que afecta a la economía global”. Según CEPAL, para este 2023 se espera que la inflación se mantenga aún en niveles superiores a los de pre-pandemia, aunque el organismo agregó que es posible “una disminución de los precios de los bienes primarios, en especial de la energía y los alimentos, y menores tensiones en las cadenas mundiales de suministro. Así pues, las estimaciones apuntan a que en 2023 la inflación mundial debería reducirse”.

Sin embargo también apuntó que “la dinámica de la inflación podría moverse a un ritmo distinto, incluso en otra dirección, si se mantienen los problemas vinculados a los cuellos de botella en la oferta (mundial y regional), si nuevos cambios en el escenario geopolítico vuelven a perturbar los precios de la energía y de los alimentos, o si se producen nuevos aumentos de las tasas de interés de los bancos centrales de los países desarrollados, en especial la Reserva Federal de los Estados Unidos, lo que sin duda entrañaría una mayor volatilidad cambiaria en las economías de la región”.

Source El Destape