A un mes de elecciones, Trump evalúa nuevo plan de separación de familias en la frontera

Sin Fronteras-La Jornada|

 A un mes de elecciones legislativas que podrían convertirse en un referéndum contra el presidente Donald Trump, la Casa Blanca considera un nuevo plan para separar a padres e hijos en la frontera con México, a fin de revertir los crecientes números de inmigrantes que intentan ingresar ilegalmente a Estados Unidos, según reportó el diario The Washington Post.

A pesar del caos generado en la frontera y del rechazo generalizado contra esta política de “tolerancia cero”, la administración Trump tiene bajo estudio detener a las familias que buscan asilo, mantenerlas unidas durante 20 días, y después darles la opción de permanecer en detención junto a los niños durante meses o años a medida que avanza su caso de inmigración o que estos sean llevados a albergues y entregados a otros familiares.

La medida serviría para energizar a su base con el viejo recurso del miedo y el odio hacia la inmigración que llega desde la frontera sur. “Es evidente que la Administración de Trump está promoviendo este tema por motivos políticos”, aseguró la presidente del caucus hispano en la Cámara de Representantes, Michelle Lujan Grisham, en alusión a una medida que provocará más daños a familias y a niños que huyen de la violencia en Centroamérica.

La secretaria de Seguridad Interna (DHS), Kirstjen Nielsen, quien clausuró este viernes la Segunda Conferencia sobre Seguridad y Prosperidad en Centroamérica, declinó responder preguntas de los periodistas al respecto, a pesar de que la ceremonia había sido programada como rueda de prensa.

Sin embargo, la portavoz del Departamento de Seguridad Interna (DHS), Katie Waldman, no desmintió la información. “Existe en este momento una crisis en nuestra frontera sur conforme encontramos números crecientes de adultos que ingresan ilegalmente con niños”, dijo Waldman. “El DHS continúa sus esfuerzos para hacer cumplir la ley humanamente y continuará examinando un abanico de opciones para asegurar nuestras fronteras nacionales”, puntualizó.

El nuevo plan fue descrito al diario por funcionarios de la administración Trump como una “opción binaria”, que es considerada junto con otras propuestas debido a la “frustración” del mandatario por el estado de la seguridad fronteriza. Los funcionarios aclararon, sin embargo, que no están planeando revivir el polémico problema de separación de las familias, que fue puesto en marcha por la administración Trump a partir de abril pasado y que derivó en órdenes judiciales para la reunificación de familias.

“Pero se sienten presionados a hacer algo y los funcionarios dicen que el asesor de la Casa Blanca, Steven Miller, está abogando por medidas más duras, porque cree que las separaciones de la primavera funcionaron como un disuasivo efectivo”, apuntó el Post.

En el marco de la Conferencia sobre Prosperidad y Seguridad en Centroamérica, tras ser consultado por la prensa al respecto, el subsecretario mexicano de Gobernación, José Luis Stein, dijo que México no acepta medidas que pudieran afectar los derechos humanos de los migrantes. “Vi a la secretaria Nielsen preocupada totalmente y en contra totalmente de la separación de familias, todos tenemos ese consenso ahorita de no permitirlo”, añadió Stein.

Más de 2 mil hondureños iniciaron la Caminata del Migrante con la intención de llegar a EEUU

Durante la primera jornada de la conferencia, el mandatario de Honduras, Juan Orlando Hernández, pidió al vicepresidente estadounidense Mike Pence completar la reunificación de 119 niños hondureños separados de sus padres. El canciller mexicano Luis Videgaray se sumó al planteamiento.

Al menos dos mil 500 niños migrantes fueron separados de sus padres como parte de la política migratoria “tolerancia cero”, hasta que fue zanjada por los tribunales, la mayoría fue reunido con sus familias. Otros 13 mil se encuentran en albergues debido a que llegaron sin compañía a la frontera. El número de familias migrantes que han sido arrestadas y acusadas de cruzar ilegalmente la frontera aumentó 38 por ciento en agosto pasado.

A menos de un mes de las elecciones legislativas de noviembre próximo, el presidente Trump ha retomado el tema de la migración y la construcción del muro en la frontera como uno de sus asuntos más recurrentes en una cadena de apariciones públicas en estados electorales clave.

La comunidad inmigrante mexicana en EU experimenta un frenazo demográfico

Desde el inicio de la era de Donald Trump, en enero de 2017, y hasta diciembre de 2018, habrán sido deportados de Estados Unidos más de 400 mil mexicanos, señaló la coordinadora de Agenda Migrante, Eunice Rendón. Con cifras oficiales de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación (Segob), precisó que sólo de enero a agosto de este año, suman 120 mil los connacionales que han sido deportados del vecino país del norte y se espera cerrar en casi 200 mil, cantidad similar a la de 2017, con 220 mil.

“En los primeros meses de 2018 empezamos a ver un repunte de las deportaciones con respecto a 2017, por ejemplo, ya tenemos hasta agosto según cifras de la unidad de política migratoria de Segob, 140 mil deportados, entonces seguramente vamos a cerrar con más de 200 mil este año”, acotó.

“Si las sumas (las deportaciones de 2017 y 2018) son poco menos de 400 mil deportados durante la era Trump si nos vamos hasta diciembre de este año”, comentó la activista en entrevista a Notimex.

Sobre el número de deportados, dijo que del total global que serían deportados al cierre de este año, más de la mitad corresponderá a mexicanos que han sido deportados por vez primera, habrá menos casos que lo son por dos o más veces.

Mencionó que anteriormente una persona que era deportada e intentaba reingresar a territorio norteamericano se le imponía entre tres y meses de prisión; con la llegada de la administración Trump “subió a casi tres años de prisión, lo cual ha desalentado el ingreso a los Estados Unidos”.

Esto es, añadió Rendón Cárdenas, el ingreso a esa nación ha disminuido en casi 60 por ciento debido a las amenazas racistas y xenófobas que ha mantenido la administración Trump.

En este contexto y al hablar del nuevo Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá, la también ex directora del Instituto de Mexicanos en el Exterior (IME), dijo que la presente administración se enfocó más al tema económico y se dejó de lado el tema migratorio, situación que debiera tomar el nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

“Tendría que haber un contrapeso del gobierno mexicano en los temas de seguridad que es en donde ayudamos de manera importante a los Estados Unidos, para que justo ahí pudiera negociarse un mejor trato a migrantes ante el gran número de deportación y maltrato”, acotó.

En su opinión, la administración lopezobradorista deberá poner el tema migratorio al centro de la relación bilateral, “eso no lo hemos visto y tampoco lo tenemos muy claro con el próximo canciller, Marcelo Ebrard, porque tampoco se ha visto muy interesado con el tema”. Es decir, se ha visto muy interesado por las negociaciones en el tema comercial, el internacional y otras cuestiones diplomáticas, “pero tampoco se ha visto muy cercano al tema migrante, dado que no ha tenido contacto con las organizaciones o foros sobre él”, consideró la coordinadora de Agenda Migrante.

Durante más de un siglo el linchamiento político y mediático de la inmigración mexicana se ha convertido en el deporte favorito de los republicanos y de sus aliados extremistas en tiempos de elecciones. Sin embargo, la más reciente foto demográfica de la inmigración mexicana en Estados Unidos parece indicar que, las campañas de linchamiento contra los inmigrantes (particularmente de México), podrían tener los días contados si tenemos en cuenta el significativo encogimiento de una comunidad que hoy ronda los 11,3 millones de personas.

Según el más reciente estudio realizado por el Instituto de Política Migratoria (Migration Policy Institute), tras cuatro décadas de crecimiento sostenido, la población inmigrante que llegaba desde México se ha estancado desde el año 2010. De hecho, según el estudio, desde el año 2014 la inmigración mexicana ha experimentado un declive que se ha hecho más evidente entre 2016 y 2017, cuando la población se redujo en aproximadamente 300 mil personas para pasar de 11.6 millones a 11.3 millones de inmigrantes que nacieron en México.

De este gran total, se calcula que aproximadamente 6 millones de inmigrantes mexicanos viven sin papeles.

Además, los flujos y patrones de migración se modificaron sustancialmente a partir del año 2000. Según el estudio, aproximadamente el 60% de la inmigración de origen mexicano llegó a EU antes de ese año y de forma gradual se fue ralentizando.

Entre las razones de ese frenazo, los expertos señalan “la mejoría de la economía mexicana, el reforzamiento de la seguridad fronteriza” a niveles sin precedentes desde el año 2001, y “el desplome en las cifras de nacimientos” en México.

Un factor adicional, que no se menciona en el estudio, ha sido la maquinaria de deportaciones que se aceleró durante los 8 años de la administración de Barack Obama (con más de 2 millones de deportados) y que ha aumentado bajo la presidencia de Donald Trump, con la colaboración del gobierno de México.

Según cifras del gobierno mexicano, desde el inicio de la era Trump aproximadamente 400 mil mexicanos han sido deportados. Actualmente, la población inmigrante de origen mexicano se concentra en los Estados de California, Illinois, Texas, Arizona y Nueva York.

A pesar de la significativa reducción en el flujo migratorio que llega desde México, la población inmigrante de origen mexicano sigue siendo la más numerosa. Aproximadamente, el 25 por ciento de los 44,5 millones de inmigrantes en Estados Unidos, son de origen mexicano.

Por otro lado, la llamada diáspora mexicana, es decir aquellos que nacieron en México o que declaran un lazo familiar con este país, está compuesta por más de 37 millones de personas.

Un factor clave, de esta diáspora y de la comunidad inmigrante mexicana, es el envío de remesas. Según datos del Banco Mundial, en 2017 los migrantes enviaron a México un total aproximado de 30 mil 600 millones de dólares.