El presidente catalán anunció que convocará a un referéndum aunque el Estado no lo permita
Artur Mas considera que la consulta independentista debe celebrarse aunque “el Gobierno le dé la espalda” a dicha opción. El 11 de septiembre pasado una multitudinaria marcha en Cataluña exigió independizarse del gobierno central de España.
Télam
“La consulta debe producirse en cualquier caso. Si se puede hacer por la vía del referendo porque el gobierno lo autoriza, mejor. Si no, debe hacerse igualmente”, manifestó en el Parlamento regional de Cataluña, en Barcelona, informó la agencia de noticias DPA.
La Constitución española otorga sólo al Estado la potestad de celebrar referendos.
Mass anunció ayer la convocatoria de elecciones anticipadas para el 25 de noviembre, dos años antes del calendario oficial, con la intención de iniciar tras esos comicios un proceso de autodeterminación en la región del noreste de España.
Cataluña es económicamente la región más fuerte del país y cuenta con 7,5 millones de habitantes.
El jefe del Ejecutivo catalán, convencido de que ganará los comicios del 25 de noviembre, pretende reunir después a los partidos catalanes para preparar la consulta.
“Se trata de que Cataluña pueda ejercer su derecho a la autodeterminación”, dijo en la segunda jornada del debate parlamentario anual sobre política general catalana.
Desde la manifestación sin parangón en la que el pasado 11 de septiembre un millón y medio de catalanes, según las estimaciones, proclamaron sus ansias de autodeterminación en Barcelona, los acontecimientos se precipitaron.
Mas se puso al frente del clamor secesionista, pese a que su partido, la nacionalista Convergencia i Unió (CiU), nunca ha llevado la independencia en su programa electoral. Sin embargo, ahora defiende la apertura de una nueva etapa que tenga la autodeterminación en su horizonte.
El independentismo fue creciendo en los últimos años en Cataluña, una región española en la que siempre estuvieron presentes las reivindicaciones de autogobierno.
Sin embargo, en los últimos tiempos esos reclamos se vieron impulsados por las consecuencias de la grave crisis económica que atraviesa España y de la que no es ajena la región, que con 44.000 millones de euros es la comunidad autónoma que mayor deuda acumula.
En medio de los duros recortes aplicados tanto por el gobierno de Mas como por el de Rajoy, se ha ido extendiendo la idea de que a los catalanes les iría mejor económicamente si no formaran parte de España.