Represión en la “plaza de la libertad” en Wall Street
A través de su página Web, los ocupantes del Parque Zuccotti o Plaza de la Libertad confirmaron varias detenciones, entre ellas la del concejal Ydanis Rodríguez, que sufrió una herida en la cabeza.
Aporrea
Los manifestantes difunden una declaración a través de correo en la que denuncian que no se puede desalojar una idea cuyo tiempo ha llegado.
“Algunos políticos podrían sacarnos físicamente de los espacios públicos -nuestros espacios- y, físicamente, pueden triunfar, pero estamos comprometidos en una batalla sobre las ideas”.
“Nuestra idea es que nuestras estructuras políticas deberían servirnos a nosotros, el pueblo, todos nosotros, y no solo a aquellos que han acumulado una gran riqueza y poder”, añaden en el mensaje .
En el momento del desalojo había en el parque unas 200 personas. Aproximadamente un centenar ha intentado resistir en el centro del campamento, en la zona conocida como “la cocina”, y algunos incluso se han encadenado.
Camiones y helicópteros contra los activistas
“La plaza de la Libertad (nombre que han dado al recinto), casa de Ocupa Wall Street desde hace meses y lugar de nacimiento del movimiento del 99%, y desde donde se ha ampliado a Estados Unidos y al mundo, fue desalojada por la Policía, que desplegó unidades antidisturbios”, señala el movimiento.
Según su relato, hacia las 01.20 hora local, la Policía comenzó a desplegar camiones en esa zona, mientras se cerraba al tráfico el puente de Brooklyn, que une ese distrito con el de Manhattan, al igual que algunas estaciones de metro de la zona. Centenares de agentes participaron en la operación.
Pocos minutos después, varios helicópteros de la Policía neoyorquina sobrevolaban la zona y al área llegaron centenares de policías, que impedían el acceso de la prensa a la plaza, según la web del movimiento, que agregó que entre 400 y 500 personas empezaron una marcha.
Hubo enfrentamientos cuando la Policía destruyó la biblioteca (del campamento), que contaba con 5.000 libros donados. La policía también destruyó muchos objetos personales de los indignados.
“No nos vamos, no nos rendimos” gritan decenas de manifestantes.