Una cumbre con parte de las Américas: México, Bolivia y el Caribe se excluyen
Álvaro Verzi Rangel
Si Estados Unidos no reconsidera e insiste en no convocar a la novena Cumbre de las Américas a todas las naciones del continengte, quizá el presidente estadounidense Joe Biden pueda conversar con aquellos mandatarios que siguen los dictados de Washington, ya que México y Bolivia anunciaron que no participarán, al, igual que 14 naciones del Caribe.
Washington, que cree poseer la interpretación válida de democracia y derechos humanos y la vía verdadera y única para la construcción del bienestar general, no ha planteado un nuevo programa para el desarrollo de América, sino que lo ha convocado a su “patio trasero” para darle instrucciones.
El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador fue el primero en oponerse a las discrimaciones. Dijo que no acudirá a la cita, y enviará una delegación encabezada por el canciller Marcelo Ebrard: Dijo que nadie tiene derecho a excluir a los demás y descartó que esto afecte su relación con EEUU.
En la misma línea de su homólogo de México, el presidente de Bolivia, Luis Arce, anunció que no participará en la Cumbre. “Consecuente con los principios y valores del Estado Plurinacional de Bolivia, reafirmo que una Cumbre de las Américas que excluye a países americanos no será una Cumbre de las Américas plena, y de persistir la exclusión de pueblos hermanos, no participaré de la misma”, escribió en Twitter.
En ese contexto, afirmó que “Bolivia cimienta sus relaciones internacionales en la diplomacia de los pueblos, con inclusión, solidaridad, complementariedad, respeto a la soberanía, autodeterminación y construcción colectiva de la Cultura del Diálogo y la Paz”.
Junto a los mandatarios mexicano y boliviano, los 14 países de la Comunidad del Caribe (Caricom) manifestaron que no asistirán a la cumbre si se mantiene la intención de excluir a La Habana, Caracas y Managua. El embajador de Antigua y Barbuda en Washington, Ronald Sanders, declaró que si Biden excluye a algún país de la Cumbre, las naciones caribeñas no asistirán al encuentro, al igual que si se sigue reconociendo al devaluado opositor Juan Guaidó como presidente (virtual) de Venezuela..
Por su parte, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que se encuentra bajo la presidencia pro témpore de la Argentina, llamó a superar las divisiones ideológicas y pidió “evitar exclusiones que impidan que todas las voces del hemisferio dialoguen y sean escuchadas”. Pero el gobierno argentino de Alberto Fernández, no emitió hasta el momento ningún comentario al respecto
Con esta convocatoria acotada a la IX Cumbre de las Américas, a realizarse en Los Ángeles, en junio, Washington intenta, proyectar el posible retorno del viejo y tradicional americanismo monroísta. Esta vez, excluyó a Cuba, Nicaragua y Venezuela.
“Cuba, Nicaragua y el régimen de (Nicolás) Maduro no respetan la carta democrática de las Américas y por lo tanto no espero su presencia”, anunció el subsecretario estadounidense para América Latina y el Caribe, Brian Nichols.
Es de esperar que los países latinoamericanos con gobiernos progresistas no envíen a sus presidentes, bajándole el nivel a la “cumbre”. Obviamente, los gobiernos conservadores y empresariales se subordinarán a la política exterior de los EEUU. Los esfuerzos de Estados Unidos para garantizar la cumbre no se reducen a la Secretaría de Estado, sino también al Comando Sur y a los organismos financieros.
“Si un país no quiere asistir, pues ya ese es su derecho, pero ¿cómo una cumbre (es) de América sin todos los países de América? ¿De dónde son los no invitados? ¿Son de otro continente, de otra galaxia, de un planeta no conocido?”, ironizó el presidente mexicano.
Según López Obrador hay grupos políticos en Estados Unidos “que apuestan a la confrontación y quisieran tener de rehenes a los pueblos de América Latina y el Caribe”, y puso como ejemplo el bloqueo a Cuba, al que consideró indebido e inhumano, y que “es muy promovido por políticos cubanos que tienen mucha influencia en Estados Unidos-; es una vileza utilizar una estrategia política de esa naturaleza con propósitos políticos electorales”, señaló.
Para apoyar su posición, el mandatario mexicano recordó una frase de George Washington: Las naciones no deben aprovecharse del infortunio de otros pueblos. Insistió en su propuesta de la unidad de América y dejar atrás la política intervencionista de más de dos siglos. Subrayó una vez más que el bloqueo económico a Cuba –firmado por John F. Kennedy en febrero de 1962– es indebido e inhumano. Es una vileza utilizar una estrategia política de esta naturaleza con propósitos políticos-electorales, expuso.
Desangelada
La Cumbre de las Américas tendrá como sede este año a Los Ángeles y se realizará en el mes de junio. El temario d la convocatoria está centrado en la interpretación estadounidense de la defensa de la democracia y los derechos humanos en el hemisferio occidental, la migración irregular, el cambio climático y los esfuerzos para garantizar un crecimiento equitativo mientras la región emerge de la pandemia de la Covod-19.
El encuentro anterior se celebró en Lima (Perú) en 2018. En esa oportunidad, Venezuela no fue invitada, ya que el gobierno peruano de ese entonces responsabilizó a Nicolás Maduro por la crisis política y social del país.
Estados Unidos vuelve a ser anfitrión de la reunión regional, algo que no sucedía desde 1994, cuando Bill Clinton recibió a los líderes regionales en Miami para presionar por un gran acuerdo de libre comercio desde Alaska hasta Tierra del Fuego, el ALCA, que fue sepultada en la cumbre de Mar del Plata en 2005. Esta vez, la invasión de Rusia a Ucrania estará entre los temas centrales de la agenda.
Es previsible que el Washington utilice el verso del “americanismo” para lograr la alineación continental a favor de EEUU y la OTAN, en el marco geoestratégico de las grandes potencias, un marco ajeno a los países de la región que fueron afectados por las sanciones que Washington impuso a Rusia, fuerte socio comercial de varias naciones.
Para Washington el enemigo no solo es Rusia, sino China y con esta cumbre Washington tratará de frenar las posibilidades económicas soberanas de América Latina y el Caribe con otras regiones del mundo, alineándolas con los intereses económicos y geoestratégicos de EEUU.
Hasta ahora hubo ocho cumbres: en Miami (1994), Santiago de Chile (1998), Québec (Canadá, 2001), Mar del Plata (Argentina, 2005), Puerto España (Trinidad y Tobago, 2009), Cartagena de Indias (Colombia, 2012), Panamá (2015) y Lima (2018).
*Sociólogo, Codirector del Observatorio en Comunicación y Democracia y analista senior del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)