Europa es el gran centro de tráfico (y consumo) de cocaína
Rodolfo Koé Gutiérrez
Europa se está consolidando como centro de producción y transbordo de cocaína para todo el mundo, además de ser un importante mercado de consumo. Las agencias de la Unión Europea (UE) han incautado una cantidad récord de 214,6 toneladas de cocaína en Europa en 2020, con España, Bélgica y Países Bajos concentrando las tres cuartas partes del total recuperado.
Mientras, en América Latina preocupa el aumento del uso de internet, especialmente de la web oscura y las redes sociales, para vender drogas. Pero el imaginario colectivo fue diseñado para que se crea que los únicos responsables del aumento del consumo de drogas sicotrópicas sean los latinoamericanos.
En 2020 y 2021 se incautaron “cantidades sin precedentes” de cocaína en Europa, ya que los cárteles aumentaron el tamaño de los envíos para compensar las pérdidas de los primeros meses de la pandemia de Covid, A África también han llegado cantidades récord de cocaína procedentes de América del Sur, que son almacenadas para dirigirlas después al mercado europeo y a otros países vecinos.
Dentro de Suramérica, el sistema fluvial Paraguay-Paraná, formado por 3.400 kilómetros ininterrumpidos de ríos que conectan Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay con el océano Atlántico, ha ganado también relevancia para el tráfico de drogas, máxime cuando trasnacionales europeas manejan los puertos.
Según la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), esta vía fluvial “parece haberse consolidado como puerta de entrada para el transporte de la cocaína fabricada en Bolivia y Perú a los mercados internacionales de cocaína a través de puertos del Brasil y Paraguay”. Añade que los grupos delictivos organizados se han centrado en Brasil para el transbordo de cocaína con destino a Europa, en lugar de utilizar las rutas habituales del Pacífico y el Caribe.
Europa desalojó a EEUU
La cocaína es la segunda droga más consumida en Europa, solo superada por el cannabis, con millones de consumidores y unas ventas de unos 10.500 millones de euros en 2020, según un informe conjunto de la UE elaborado por la agencia policial Europol y la agencia antidroga OEDT. Alrededor de 3,5 millones de europeos de entre 15 y 64 años reconocieron haber consumido esta droga en el último año, y 14 millones de europeos lo hicieron alguna vez en su vida.
Bélgica y Holanda se han convertido en los grandes centros de tráfico de cocaína en Europa, superando a España como principal ruta de contrabando, indicó Europol, la agencia policial de la Unión Europea. Aprovechando el aumento de la oferta de cocaína, sobre todo procedente de Colombia, las bandas criminales utilizan las ciudades portuarias de Róterdam, Hamburgo y, sobre todo, Amberes para enviar la droga a Holanda, desde donde se distribuye por toda Europa.
¿Por qué vender un kilo de cocaína en Estados Unidos, cuando se puede vender en Europa por el doble? Así, los narcotraficantes de ambos lados del Atlántico han convertido a Europa en su plaza más atractiva. “Europa se ha convertido en el epicentro del tráfico global de la cocaína”. Este el resultado de una investigación realizada por InSight Crime y la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado en 10 países, durante dos años,
Europa ya ha sustituido a EEUU como mayor mercado del tráfico de cocaína. Las razones están “en el astronómico margen de ganancias que la cocaína ofrece en Europa, mientras en Estados Unidos los precios han seguido cayendo”. La Oficina de Naciones Unidas para la Droga y el Delito calculaba ya en 2017 que el precio al por mayor de un kilo de cocaína en Europa era de 41.731 dólares, mientras en EEUU se cifraba en unos 28.000.
A pesar de que debido a las restricciones de la pandemia en Europa ha habido en casi un año pocas fiestas, el consumo de cocaína continuó porque los traficantes locales han innovado ofreciendo su entrega a domicilio a través de servicios de mensajería”, dice a DW, Laurent Daniel, analista científico del Centro de Monitoreo de Drogas y su Adicción, con sede en Lisboa.
René Matschke, jefe de Investigación de la Aduana de Hamburgo, estimó en la cadena de televisión alemana ZDF que “el valor de venta – alargada y por gramos – en las calles de las últimas 16 toneladas incautadas en Alemania llegaría a entre 1.800 millones y 4.200 millones de dólares”.
Para Jeremy McDermott, director ejecutivo y cofundador de InSight Crime, “el hecho de que las drogas interceptadas en Alemania provinieran de Paraguay parece confirmar que las vías fluviales de ese país con Bolivia se han convertido en una ruta de transporte de narcóticos crucial en el trayecto hacia los puertos sobre el Atlántico”.
Otros dos factores que promueven el auge de la cocaína en Europa es “la gran variedad de opciones de vías de transporte al alcance de los traficantes”, agrega McDermott. Los analistas destacan que en Colombia, el principal productor de cocaína del mundo, la ausencia del Estado da vía a libre a los narcotraficantes.
Las altas rentas de la industria del narcotráfico despiertan la pericia criminal en casos cada vez más intrépidos. Hasta ahora se habían confiscado los llamados “narcosubmarinos” en aguas del Pacífico, pero en diciembre de 2019 fue interceptada la primera de estas naves de fabricación casera frente a costas españolas. Dos ecuatorianos y un español cruzaron el Atlántico en 26 días en un semisumergible con más de 3.000 kilos de cocaína a bordo, reportó El País de Madrid.
Mercado en crecimiento
El aumento de la producción en Sudamérica y la ampliación de la capacidad de procesar la droga en bruto en Europa están impulsando el crecimiento del mercado. La aparición de nuevos tipos de cocaína fumable podría hacer mayor el crecimiento y los riesgos para la salud. “También se está produciendo más dentro de Europa, lo que indica cambios en el papel de la región en el comercio internacional de cocaína”, señala el informe.
Bélgica se está convirtiendo en el epicentro de la cocaína en Europa. Es el país de la UE que más cocaína incautó en 2020, con 70 toneladas, y uno de los principales focos de elaboración de pasta de coca junto con los Países Bajos (con 49 toneladas incautadas en 2020) y España (con 56 toneladas incautadas en 2021).
En un informe presentado por Europol y el Observatorio Europeo de Drogas y Toxicomanías se refleja que, por cuarto año consecutivo, se ha incautado una cantidad récord de cocaína en Europa. La mayoría llega en contenedores marítimos, con los puntos de entrada de los cargamentos en diversificación y con mayores cantidades incautadas en los puertos de Europa del Este y Turquía.
La cocaína importada a Europa desde Sudamérica se reexporta cada vez más a otras partes del mundo, especialmente a Oriente Medio y Asia, lo que convierte a Europa en “un punto de transbordo clave para las drogas procedentes de otros lugares”, según el informe.
La metanfetamina, también en crecimiento
Aunque se mantiene muy por debajo de la cocaína, el mercado de la metanfetamina también está creciendo. Sus tendencias están variando, ya que tradicionalmente se producía en la República Checa para el consumo en Europa del Este, pero los nuevos datos señalan una alta demanda en Europa Oriental, principalmente en Bélgica.
“Ahora existe una creciente preocupación por las instalaciones de producción situadas en Bélgica y los Países Bajos, donde se puede producir metanfetamina a una escala considerablemente mayor”, señala el informe. Europa es uno de los principales productores de metanfetamina del mundo, y los productores europeos colaboran cada vez más con grupos delictivos mexicanos para perfeccionar los procesos de producción.
El número de incautaciones de esta droga entre 2010 y 2020 se duplicó de 3.000 a 6.200, y las cantidades incautadas aumentaron un 477 % a 2,2 toneladas en 2020, año en el que nueve países de la UE desmantelaron 215 laboratorios.
A la luz de los resultados, el director del OEDT, Alexis Goosdeel, explicó que Europa se enfrenta a una “amenaza creciente” derivada de un mercado de drogas “más diversificado y dinámico, impulsado por una colaboración más estrecha entre las organizaciones criminales europeas e internacionales” y urgió a ser “aún más sensibles a las señales del mercado” y a “invertir en una mayor acción coordinada” internacional.
En la misma línea, la directora ejecutiva de Europol, Catherine De Bolle, advirtió de que el comercio de drogas ilegales “sigue dominando los delitos graves y la delincuencia organizada en la UE”. Teniendo en cuenta de que cerca del 40% de las redes delictivas notificadas a este organismo que operan a escala internacional “están activas en el tráfico de drogas”.
El informe de JIFE señala su preocupación por un aumento en Suramérica del consumo de drogas estimulantes como el éxtasis y también de las denominadas nuevas sustancias psicoactivas. Entre 2015 y 2019, Brasil, Chile y Argentina registraron cifras récord de incautaciones de éxtasis y estimulantes sintéticos parecidos y, para la JIFE, resulta especialmente preocupante que su consumo sea popular entre estudiantes de secundaria.
*Periodista económico, analista asociado a al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE )