Aumento de tasas de interés en EEUU puede afectar a los países en desarrollo
Xinhua
El aumento de la tasa de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED, por sus siglas en inglés) ante la más alta inflación registrada en ese país en los últimos 40 años, podría desencadenar riesgos y efectos negativos para las economías en desarrollo y de más bajos ingresos, opinó hoy el economista argentino Jorge Marchini.
El profesor de Economía en la Universidad de Buenos Aires y vicepresidente de la Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA) se refirió al alza de 50 puntos básicos definida hoy por el Banco Central estadounidense y a las implicaciones que podría generar a países como Argentina este endurecimiento de la política monetaria.
“El impacto es enorme, en el caso de Argentina es un país que tiene actualmente un tipo de crisis muy particular, muy llamativa en la balanza de pagos; llama la atención sobre todo a nivel internacional porque es el país que mayor compromiso tiene con créditos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en este momento”, expresó Marchini en una entrevista con Xinhua.
Agregó que “sobre todo, existe una balanza de pagos desequilibrada y cualquier aumento de la tasa de interés, en este caso de Estados Unidos, lleva a desequilibrios importantes”.
El economista sostuvo, en primer término, que el aumento de la tasa por parte de la FED supondría una “mayor onerosidad” de la actual deuda argentina y, en segundo lugar, un impacto directo a la “confianza del mercado” propiciando eventuales fugas de capitales que afectarían directamente al tipo de cambio.
“La mayor onerosidad, la mayor dificultad de poder afrontar los pagos de deuda que, obviamente, significa una tasa de interés en aumento”, precisó Marchini, tras mencionar los compromisos internos y externos del país que se manejan con tasas variables y que toman como referencia los intereses definidos por la Reserva Federal.
“El segundo (desequilibrio) tiene que ver con la confianza del mercado, con la repetición de un escenario que hemos visto en la década del 80 en América Latina que es la ‘corrida a riesgo'”, argumentó el experto.
Este escenario, explicó, consiste en que “los capitales se refugian en monedas más fuertes y abandonan la moneda local, estos dos elementos pueden alterar la tasa de cambio, las tasas de interés internas y también la economía en general, esto golpea el conjunto económico”.
Para evitar la salida de capitales, Argentina requeriría, paralelamente, aumentar también su tasa de interés de referencia volviéndola más “atractiva”, lo que supone adicionar carga a los compromisos de deuda vigente.
El economista recordó las crisis económicas sufridas por los países latinoamericanos durante la década del 80, enmarcadas en la denominada “década pérdida”, que tuvo como punto de origen un combate antiinflacionario por vía del aumento de la tasa de interés en Estados Unidos.
“Esto significó, si bien una solución circunstancial para la estabilización de la economía estadounidense, una gran crisis en América Latina y un cambio de precios relativos muy fuerte”, expresó.
Por otra parte, el aumento de tasas de la FED en un contexto en que los países en desarrollo y de menores ingresos, particularmente los de América Latina que presentan dificultades en sus respectivas balanza de pagos, podría acarrear dificultades en las relaciones de los países de la región, indicó el economista.
En ese sentido, se refirió a una eventual “confrontación entre países, por la vía de una competencia por devaluar la moneda”, lo que supondría un escenario “muy delicado y con efectos inmediatos” en las economías.
El vicepresidente de FILA destacó el mayor peso que adquiere la decisión de la FED bajo un panorama mundial en el que muchos países aún no se han recuperado de los efectos dejados por la pandemia del coronavirus (COVID-19).
“Los países se endeudaron mucho en el último período, la pandemia hizo aumentar mucho el nivel de deuda pública en estos países, que pasó a ser de algo más del 30 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) a más del 50 por ciento y casi un 60 por ciento en promedio en América Latina”, dijo.
Ilustró que “esto significa mayor compromiso de sus cuentas fiscales para solamente sostener la deuda y también, si esta situación de aumento de tasas limita la capacidad de obtener nuevos créditos, las condiciones serán más limitadas y más críticas para los países”.
La condición de moneda mundial que posee el dólar estadounidense le otorga “grandes ventajas” a Estados Unidos, apuntó el economista argentino, quien mencionó la posibilidad del país emisor de la divisa “de manejar la política monetaria hacia sus propias condiciones, requerimientos y necesidades”, con un problema aparejado que es la dependencia de gran parte de las economías a la moneda norteamericana.
“En general las economías tienen gran vinculación con el dólar norteamericano por la significación que tiene en el comercio y en las inversiones pero también por el tema financiero, por eso tiene una significación enorme y, por supuesto, es cuestionado de alguna manera”, sostuvo.
Sin embargo, “con el cambio geopolítico que estamos viviendo, las nuevas condiciones del comercio, la inflación mundial que está también reportando un momento de cambio, se puede dar lugar a un debate para el próximo período sobre cómo estabilizamos las monedas a nivel mundial y sobre el rol de dólar”, concluyó el economista