El panorama de la despenalización del aborto en Latinoamérica

(Xinhua/Marcos Salgado)
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La revolución de los pañuelos verdes se ha extendido por toda América Latina y ha conseguido que se tomen decisiones históricas en más de cinco países de la región. El logro más reciente, y también uno de los más importantes, se conoció este 21 de febrero, cuando la Corte Constitucional de Colombia decidió despenalizar el aborto hasta la semana 24 de gestación.

La puerta a Suramérica es el primer país de la región que avala una ventana tan amplia para realizar el proceso. Este es un hecho trascendental en Colombia, pues antes el aborto solo estaba permitido hasta la octava semana de embarazo. Además, estaba condicionado a tres causales: malformación del feto o que la mujer corriera peligro o hubiese sido abusada sexualmente.

Aunque, por el momento, el aborto seguirá dentro del Código Penal en Colombia, solo será considerado un delito después de la semana 24 siempre y cuando esté por fuera de las tres causales establecidas en el 2006: cuando el embarazo sea producto de una violación, cuando el feto tenga malformaciones y cuando la vida de la gestante esté en riesgo.

“La decisión supone un avance en el reconocimiento de la libertad y autonomía reproductiva y sitúa a Colombia como el país con el modelo de plazos más amplio de todo el continente. El fallo también trae beneficios a las y los prestadores de servicios de salud, pues podrán realizar el procedimiento de aborto/IVE hasta la semana 24 sin enfrentar la amenaza de una persecución penal”, asegura Causa Justa, movimiento colombiano que interpuso la demanda para que se despenalizara el aborto en el país.

Con este avance en materia de derechos sexuales y reproductivos, entre los países de Latinoamérica y el Caribe, Colombia también se posicionó como el país que garantiza un mayor rango de tiempo para poder acceder a la IVE legalmente. “Las mujeres cuando abortan en un contexto de ilegalidad es mucho más probable que accedan a un aborto inseguro, en el cual ponen en riesgo su salud y su vida”, dijo Ana Cristina González,  fundadora de la Mesa por la Vida y Salud de las Mujeres.

En otros países de la región donde se ha despenalizado el aborto, los plazos son mucho menores que el establecido en Colombia, sin embargo, siguen siendo amplios para garantizar el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo.

En el caso de Argentina, el aborto es legal y se permite la interrupción voluntaria hasta la semana 14 de gestación. En el mencionado país el Senado aprobó la ley el 30 de diciembre de 2020 y posteriormente fue promulgada por el presidente Alberto Fernández en enero del año siguiente.

En orden de plazo para realizar el proceso siguen México, Cuba, Puerto Rico y Uruguay, donde las gestantes pueden interrumpir voluntariamente su embarazo antes de entrar en la semana 12 de gestación. Se resalta que Cuba y Puerto Rico despenalizaron el aborto desde el siglo pasado, exactamente en 1965 y 1973, respectivamente.

En otros países de Latinoamérica el aborto es permitido, pero siempre y cuando se puedan probar ciertas causales determinadas por las autoridades de cada territorio. Por ejemplo, en Chile, Ecuador y Brasil permiten a la mujer interrumpir su embarazo cuando la mujer corre peligro, fue víctima de violación o por inviabilidad del feto. En Bolivia y Belice también se contemplan estas variables e incluyen una adicional: el incesto y, en el caso de Belice, los factores socioeconómicos.

Países como Paraguay, Venezuela, Guatemala, Perú y Costa Rica permiten la practica del aborto condicionada, pero su legislación es más cerrada y solo permiten el proceso en caso de que la mujer corra peligro.

A diferencia de los países mencionados anteriormente hay territorios en América Latina en los que el aborto está prohibido rotundamente. En El Salvador, Honduras, Nicaragua, República Dominicana y Haití la interrupción voluntaria del embarazo está contemplada en los códigos penales y no hay excepciones.

Este es el mapa general de aborto en América Latina:

En El Salvador, donde el aborto está prohibido, las mujeres que lo llevan a cabo están expuestas a penas entre 2 y 8 años de cárcel. Sin embargo, en muchos casos, el cargo por el que son imputadas pasa de aborto a homicidio agravado, por el que la condena mínima es de 30 años de cárcel.

⛔ El año pasado, la Cámara de Diputados de Chile archivó el proyecto de ley que buscaba despenalizar el aborto en el país hasta la semana 14 de gestación.

🟢 En septiembre del 2021 el estado de Coahuila se sumó Ciudad de México, Oaxaca, Hidalgo y Veracruz como los territorios mexicanos en los que el aborto es legal hasta la semana 12 de gestación.

🟢 El Senado de Argentina aprobó la legalización del aborto hasta la semana 14 en diciembre del 2020. Un caso particular, pues fue el Congreso el encargado de tomar la decisión y no las altas cortes como ha sucedido en México y Colombia.

⛔ Entre 2000 y 2016, en México se registraron 3,3 millones de abortos en todo el país en mujeres entre 15 y 44 años, de acuerdo con la organización mexicana IPAS.

🟢 En Uruguay, desde el 2013, el aborto está permitido hasta la semana 12 de gestación; sin embargo, si el embarazo es producto de una violación, el plazo se amplía hasta la semana 14.

El aborto en cifras

  • En América Latina abortan 44 mujeres por cada 1.000 en edad reproductiva de acuerdo con un informe del 2017 del Instituto Guttmacher, especializado en derechos sexuales y reproductivos.
  • El mismo estudio afirma que la mayoría de los abortos son producto de embarazos no planeados. En América Latina y el Caribe 96 de cada 1.000 abortos realizados entre 2010 y 2014 fueron por esta causa.
  • Entre 2015 y 2019 se realizaron 5,4 millones de abortos en Latinoamérica según el Instituto Guttmacher.
  • En América Latina y el Caribe 62 mujeres mueren por cada 100 mil abortos practicados en condiciones de riesgo de acuerdo con estimaciones de IPAS de México.
  • La OMS calcula que en América Latina y África tres de cada cuatro abortos son peligrosos.

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Cabe resaltar que aunque países como Colombia y México hayan despenalizado el aborto en un tiempo determinado de semanas, esto no significa que el proceso de hay dejado de ver como un delito. En estos territorios el aborto se sigue contemplando en sus respectivos Códigos Penales.

Grupos feministas y en pro de los derechos humanos de toda América Latina señalan que mantener el aborto como delito, e incluso, no avalar el proceso bajo ninguna variable, es perpetuar la violencia contra las mujeres. Además, señalan que la interrupción voluntaria del embarazo debe pensarse desde el ámbito de la salud pública, pues al hacerlo desde el ámbito penal se permite que continúe la criminalización de mujeres que acceden a este procedimiento.

“Seguiremos insistiendo hasta que deje de usarse este delito que es injusto, ineficaz y contraproducente. Los plazos sin duda reconocen en cierta medida la autonomía de las mujeres hasta una cierta etapa del embarazo, pero no se sustentan en razones científicas y niegan la capacidad de las mujeres para decidir como sujetos morales plenos”, sostiene Ana Cristina González Vélez.