Thatcher tramó un ataque nuclear a la argentina Córdoba en 1982 durante la guerra de Malvinas
Pablo A. Vázquez- APU
La reciente noticia, conocida a un día de una nueva conmemoración de la ocupación ilegal por fuerzas británicas en nuestras Islas Malvinas, del 3 de enero de 1833, sobre la inclusión de material nuclear en los buques de la Task Force inglesa, durante el conflicto bélico de 1982 no causó sorpresa.En documentos secretos británicos desclasificados recientemente se detalló que el portaaviones Hermes cargó 18 armas nucleares, el Invencible, 12 y el buque auxiliar Regent, 1. En el propio desarrollo de la guerra se decía por medios alternativos – recuerdo de chico Radio Colonia – la posibilidad de un ataque nuclear sobre Córdoba.
Enrique Oliva, politólogo, investigador y corresponsal de Clarín en Londres durante 1982, en sus libros “Malvinas desde Londres” (2002) y “Malvinas: el pasado es el prólogo” (2013) explicitó el clima bélico en Gran Bretaña a través de los medios locales, con informaciones direccionadas por el Foreing Oficce, patentes en el último libro citado, al punto que: “Hicieron publicar , para abrir el paraguas para sus propias intenciones, que el general Galtieri tenía la bomba atómica y la arrojaría sobre las fuerzas británicas (Herald Tribune). Inmediatamente surgió el increíble comodoro Brian Flow, un hombre de la Falkands Islands Company, pidiendo por todos los medios que se lanzara la Bomba H sobre Buenos Aires”.
Ya en el 2005 un libro sobre el ex presidente francés Francois Mitterrand, escrito por Alí Magoudi, psicoanalista del premier socialista, refirió que el Reino Unido presionó a Francia para que le informe sobre las características de sus aviones Super Etendard y le entregasen los códigos de los misiles Exocet, que la Argentina adquirió a inicios de los ’80.
Y que la primera ministra británica, tras el hundimiento de nuestro ARA General Belgrano y el ataque de la fuerza aérea argentina al buque inglés Sheffield, pensó en bombardear Córdoba con armamento nuclear, ante una supuesta intervención, a favor de la Argentina, de submarinos soviéticos en el Teatro de Operaciones del Atlántico Sur. Estos datos fueron revelados por una posterior investigación del partido Laborista sobre el accionar del gobierno conservador, aunque se planteaba en esos años que serían lanzados por submarinos ingleses.
La Task Force, según Enrique Manson en “Tras su manto de neblinas” (2010) estuvo compuesta por “los portaaviones ligeros Hermes, nave insignia del almirante Woodward e Invincible… los dos llevaban Sea Harrier, aviones de combate y de ataque con la posibilidad de un desplegué vertical… Los acompañaban una fuerza de más de veinte destructores y fragatas… llegaban, además, decenas de barcos de transporte, de desembarco, buques tanques, porta helicópteros y muchas naves mercantes incautadas. La Fuerza Aérea estaba compuesta por un par de decenas de Sea Harrier… También se utilizaron bombarderos pesados Vulcan, que volaron desde (la isla) Ascensión para tratar de destruir la pista del aeropuerto de la capital malvinense”.
En relación a la noticia sobre la existencia de las 31 armas nucleares británicas los bombarderos Avro 698 Vulcan son claves, siguiendo lo investigado Benigno H. Andrada en “Guerra aérea en las Malvinas” (1983), ya que fueron originariamente pensados para transportar material nuclear correspondiente a su misión en la OTAN, adaptándose su uso a material bélico convencional, como los misiles antiradiación AGM – 45 Shrike, de origen norteamericano, y a ser reabastecidos de combustible en vuelo.
Su bautismo de fuego fue en la guerra de Malvinas, partiendo desde la isla Ascensión, junto a los aviones de reconocimiento Nimrod Mk, donde realizó cinco operaciones, con dos abortadas, bajo el nombre de Operación Black Buck, tres contra la pista de aterrizaje de Puerto Argentino, y dos contra el radar de control aéreo Westinghouse AN/TPS – 43.
Serían estos aparatos Vulcan, que originariamente se pensaron, en el contexto de la Guerra Fría contra la ex URSS, para la carga de 21 bombas convencionales, 1 bomba nuclear Blue Danube, 1 bomba nuclear Violet Club, 1 bomba nuclear Yellow Sun (Mk 1 o Mk 2) y 1 bomba nuclear Red Beard, junto con el misil nuclear propulsado por cohetes Blue Steel, los destinados a portar dicho material nuclear para dirigir un ataque a la provincia mediterránea argentina, ya que poseían una gran autonomía de vuelo y se habían adaptado para reaprovisionarse en vuelo.