¿Prohibido viajar a Cuba?: Terrorismo para frenar el acercamiento EEUU-Cuba
ÁLVARO VERZI RANGEL| El viernes 27 de abril, un día antes de cumplirse un mes de culminar exitosamente la visita del Papa Benedicto XVI a Cuba, The Miami Herald informó que un incendio hizo desaparecer las oficinas en Coral Gables de la Airline Brokers, una de las agencias especializadas en viajes a Cuba que participó activamente en la organización de la peregrinación a la isla de más de 300 fieles de Miami para la visita papal.
El hecho está rodeado de casualidades. Esta localidad tiene como alcalde desde el año pasado al ex diplomático James Cason, un ex jefe de la Sección de Intereses Norteamericanos en La Habana.
Mientras, la embajada de EEUU en Madrid impedía que el periodista colombiano Hernán Calvo –residente en París- viajara a Cuba desde la capital de España después de que la ruta hacia la capital cubana había sido modificada y sobrevolaría el espacio aéreo estadounidense. Y eso tampoco es una casualidad, aunque Calvo ya está acostumbrado a que le pase eso: es su segunda experiencia.
Otra casualidad: casi simultáneamente, más de un centenar de cubanos residentes en Estados Unidos y funcionarios de la isla se reunían en Washington, a través de una videoconferencia para intercambiar opiniones y preguntas sobre temas que iban desde una esperada nueva ley migratoria hasta los beneficios de las reformas económicas.
El encuentro era el último de una serie de acercamientos del gobiernos isleño con una parte de su emigración que a lo largo de las décadas no se identifica ya tanto con el exilio violento y ha tomado posiciones más dialogantes y en algunos casos ha resaltado incluso logros de la Revolución.
“Mucho se ha avanzado en este proceso de normalización de las relaciones” con los emigrados, dijo el viceministro cubano Dagoberto Rodríguez. Y en Miami hay mucha gente que sigue lucrando con el terrorismo y las políticas de enfrentamiento, bloqueo y sabotaje. Aunque lo cierto es que en los primeros cuatro meses de 2012 han viajado a Cuba unos 80.000 cubanoamericanos y a lo largo de 2011 lo hicieron unos 400.000, para ver a sus familias o realizar actividades académicas o religiosas.
Pocos en Miami (y muchos menos en el resto del mundo) creen que se trata de una casualidad, de un accidente. En épocas prelectorales pareciera que se vuelve a las acciones terroristas contra cualquier persona, institución o evento que protagonizara, organizara, participara, o apenas soñara con la posibilidad de un encuentro entre los cubanos radicados en Miami con sus familiares en Cuba.
Las autoridades no se esforzaron por hallar a los culpables, pero sí confirmaron que se trata de un atentado, aunque ningún medio de prensa habló del hecho. Cuando el Papa viajó a Cuba hubo grupos ultraderechistas que trataron de sabotearlo. Imposibilitados de hacerlo, trataron de impedir la peregrinación encabezada por el arzobispo Thomas Wensky de la Arquidiócesis de Miami y de producir incidentes en La Habana, que los medios miameros se ocuparían de inflar e inflamar.
A nadie sorprende la lenitud del FBI en Florida, ya que suma una larga tradición de colaboración con la mafia cubanoamericana ilustrada por su agente de elite George Kyszinski quien entregó al terrorista Posada Carriles, el 24 de marzo de 1986, el informe secreto de una investigación sobre sus actividades como narcotraficante en El Salvador.
La íntima relación de la presidenta del Comité de Relaciones Exteriores del Congreso de Estados Unidos, Ileana Ros-Lehtinen, con los terroristas cubanoamericanos financiados por la CIA, la obligó a mirar para otro lado. Fue la más fervorosa partidaria de la liberación de Orlando Bosch (coautor intelectual, con Posada Carriles, de la voladura de un avión de Cubana) , y lo usó para lograr su escaño parlamentario.
Ros-Lehtinen, también es presidenta de honor del Fondo Legal Luis Posada Cariles (que financia a los abogados del genocida) y ha defendido al terrorista Valentín Hernández, condenado por asesinar a otro delincuente, Luciano Nieves, de la misma forma que reclama la liberación de Eduardo Arocena, jefe del grupo Omega 7, autor de numerosos asesinatos y atentados.
Ante las cámaras del canal 41 América Tv de Miami, Luis de la Caridad Zuñiga Rey, directivo del Consejo por la Libertad de Cuba (CLC), el mismo que entrenó a Percy Alvarado (agente de la Seguridad del Estado cubana para cometer acciones terroristas) reconoció que presionó a Wenski para impedir la peregrinación. Como era de esperar, los congresistas cubanoamerianos Bob Menéndez y Marco Rubio, apologistas de terrorismo, también amenazaron contra cualquier acción que favoreciera la visita.
En Cuba no pasó nada, pese a que la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) incrementó el financiamiento habitual a las llamadas ¨Damas de Blanco¨ para sabotear los eventos religiosos. El dinero provenía de un presupuesto de 3,4 millones de dólares, que la USAID le otorgó, a finales del 2011 con estos propósitos.
En su delirio permanente (irracional sí, pero siempre bien financiado y publicitado) algunos en Miami visualizaron la visita del Papa como el escenario idóneo para lograr una revuelta interna y apostaron casi todo para no ganar nada.
Otra clase de terrorismo
El diputado español Joan Josep Nuet registró una pregunta dirigida al Gobierno en la que demanda explicaciones sobre la actuación en el Aeropuerto de Madrid-Barajas de personas que se identifican como miembros de la Embajada de Estados Unidos y que realizan identificaciones e interrogatorios de pasajeros con el conocimiento de algunas compañías aéreas. Y le preguntó si hay algún tipo de acuerdo que permita este tipo de actuaciones.
El 6 de mayo, el periodista colombiano Hernando Calvo, procedente de París, iba a embarcar en un vuelo Madrid-La Habana. A su llegada al Aeropuerto de Madrid-Barajas fue informado por la compañía operadora Air Europa de que para la entrega de la tarjeta de embarque debería esperar a una persona de una embajada no identificada.
Personado el agente de la embajada (“un hombre alto, de lentes, un poco grueso, trigueño, con más de cincuenta años”, relata Calvo), éste se identifica como miembro de la Embajada de Estados Unidos de América, solicitando el pasaporte del viajero y procediendo a interrogarle sobre sus datos personales y de sus familiares, todo ello en las propias instalaciones del aeropuerto. Este funcionario estadounidense le informó a Calvo que no podría tomar ese vuelo de Air Europa al sobrevolar éste el espacio aéreo estadounidense.
Un miembro de Air Europa comunicó al viajero que el paso durante unos minutos sobre el espacio aéreo estadounidense se había hecho por presión de Washington, con el fin de obtener en tiempo real la lista de pasajeros con destino a la isla. “¿Y la soberanía de España?”, nos preguntamos todos. Pero ya sabemos la respuesta…