Elías Jaua: Lo que Chávez sembró está por nacer. Lo veremos
Cira Pascual Marquina – Aporrea |
Por eso creemos que a pesar de esa necesidad (o además de esa necesidad), lo fundamental para un Estado que pretende ser revolucionario debe ser fortalecer su potencial nacional, la propiedad pública, y
la regulación de la administración soberana del petróleo, de las minas, de la petroquímica, del acero, de las telecomunicaciones, y de una parte importante de las finanzas, para así desatar y estimular la producción de la propiedad familiar, social y comunal, e inundar los mercados locales de bienes esenciales para la vida de la población en medio de estas circunstancias tan difíciles.
Respecto al qué hacer, primero, la dirigencia política del país, tanto del gobierno, como la de los revolucionarios y revolucionarias, como la oposición, tienen que enviar un mensaje claro de que son capaces de llegar a acuerdos políticos que antepongan el interés por solucionar los problemas más urgentes de la gente: salarios, salud, educación, servicios públicos.