El asedio a Venezuela: acto de guerra

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Aldemaro Barrios Romero|

Desde la época de Cipriano Castro, Venezuela no había experimentado actos de bloqueo ni asedio internacional como los que vive estos días, sin embargo, el método no se diferencia y obviamente los tiempos y circunstancias son distintos.

Ciertamente lo que Estados Unidos ha realizado contra Venezuela son actos de guerra no declarada, pero guerra al fin, ya sea implantado desde la multiplicidad de factores de carácter económico que incluye la piratería y “embargo” que es despojo arbitrario, agresiones “diplomáticas” donde el chantaje a terceros países es más evidente que nunca.

En esta ilustración de 1903, Cipriano Castro es un ganso que es desplumado por Alemania y el Reino Unido, mientras el Tío Sam Observa

Y finalmente los ataques de carácter militar, primero con unidades élites mercenarias cuyos resultados aunque fallidos ponen a prueba el sistema defensivo venezolano y le dan al Departamento de Estado y de Defensa de EEUU a  través de su comunidad de inteligencia, los elementos de análisis para evaluar su gestión y continuar con los ataques en el despropósito de atacar a Venezuela.

La manipulación mediática en la cual muchos ciudadanos venezolanos como en América Latina, Europa y del mismo Estados Unidos caen confundidos creyendo que la razón del descalabro de la economía venezolana la provocó el presidente Nicolas Maduro, una astuta táctica de personalizar “fracasos”, cuando no el gobierno Bolivariano y finalmente el modelo socialista.

Estas maniobras los llevó hasta manipular un discurso de El Libertador Simón Bolívar, cuando este describió la crítica situación de Venezuela en tiempos de independencia para tratar de asociarla con nuestra crítica situación económica actual, porque les funciona el frágil análisis de las consecuencias simples en vez de mostrar la complejidad oculta de las verdaderas causas que originaron la crisis.

Usan la corrupción, que es un mal infiltrado en la gestión de gobierno, para mostrarla de manera generalizada, o dan un golpe al prestigio de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana porque como objetivo tratan de golpear la columna vertebral y soporte del proceso bolivariano en Venezuela.

El asedio energético como ensayo tampoco les ha funcionado, pero si hay que apuntar críticamente que hubo tiempo suficiente para desamarrar la dependencia tecnológica con los Estados Unidos y Europa y así como hemos contado con la solidaridad de Irán, China y Rusia, todo nos indica que los saltos tecnológicos en áreas estratégicas ya no son debilidades que fueron usadas para esta guerra  no declarada de Estados Unidos contra Venezuela, afortunadamente en lo militar ya los venezolano dieron un gran impulso de independencia tecnológica.

Retrospectiva de ensayos sobre Venezuela

Desde el enfoque histórico Venezuela ha sido un seguro proveedor de petróleo para Estados Unidos desde los años 30, pero desde el punto de vista político, en razón de sus ingentes recursos fue siempre y hasta la primeras décadas del siglo XXI, un laboratorio de ensayos para políticas diseñadas en Estados Unidos para luego ser aplicados en otros países de Latinoamericana con cierto éxito, o en su defecto evitar el ejemplo de prácticas políticas soberanas e independientes para el resto de los países de América Latina.

Como caso de la propuesta de Nelson Rockefeller en tiempos de trienio adeco 1945-1948, cuando se formuló una alianza con el entonces gobierno de Betancourt para, dizque invertir las super ganancias de las trasnacionales petroleras Stándar Oil y Shell en asociación con la Corporación Venezolana de Fomento y fomentar desarrollos productivos y generar una “economía dinámica”  de “libre mercado” introduciendo el modelo norteamericano de los supermercados (CADA, Sears) empresas propiedad del grupo Rockefeller  entonces y poder de esta manera comercializar productos de las industrias norteamericanas.

Desde mediados de los 50 el grupo Rockefeller, usó su poder político en EEUU, posicionó a Rómulo Betancourt para liderar la apertura de modelos socialdemócratas liberales en América Latina, un ensayo que en Venezuela se implantó en 1958 y duró 40 años y que tuvo resultados en Suramérica para el país del norte, en tanto Betancourt se convirtió durante los años 60 y 70 en el adalid de las democracias liberales en Suramérica y Venezuela en un modelo político a imitar.

En ese ensayo político Venezuela fue laboratorio de la doctrina de Seguridad y Defensa Hemisférica de EEUU, se aplicaron novedosos métodos de tortura física y psicológicas experimentados por la CIA que el grupo Rockefeller había financiado en los años 50 en el conocido Método MK Ultra y la técnicas de “lavado de cerebro” aplicado por el psiquiatra canadiense Donald Ewen Cameron  quien fue “director del Allan Memorial Institute en Montreal, realizó tratamientos de «desprogramación» del cerebro en pacientes con diversas formas de enfermedad mental.

El programa fue financiado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y contó con el apoyo del gobierno canadiense de la época”. Recordemos que el presidente Eisenhower designó a Nelson Rockefeller como coordinador de un grupo especial de asesoría en seguridad nacional adscrito al Departamento de Estado, desde donde podía aplicar programas como el señalado financiados a través de la Fundación Rockefeller.

De esos ensayos y experiencias salieron los entrenadores Rangers tanto en la Escuela de las Américas en el estado de Virginia como en el Canal Panamá y las Misiones que entrenaron oficiales latinoamericanos, y por supuesto venezolanos en Fuerte Tiuna y en los Teatros de Operaciones Antiguerrilleras en tiempos de la lucha armada.

Esos métodos ya con resultados estudiados por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos. fueron la base para el desarrollo de operaciones contrainsurgentes de gran escala en el cono sur conocida como la Operación Condor desde principios de los 70.

¿Qué hay de los ensayos actuales?

La clase política norteamericana incluso miembros del Partido Republicano saben que los ensayos de intervención en Venezuela no tendrán los resultados esperados y que los proyectos que le han sido ofertados al presidente Donald Trump en la esperanza de derrotar al bolivarianismo, han sido todos fallidos.

Fundamentalmente por la discapacidad mental del sector de oposición que los soporta quienes básicamente se han apropiado para provecho propio los dineros entregados por el gobierno de Estados Unidos, pero también por incapacidad del gobierno de Estados Unidos para controlar sus propias crisis y  la subestimación del bolivarianismo como movimiento simbólico, masivo y movilizado con capacidad defensiva y ofensiva en una conjunción cívico militar que actúa como la mejor fortaleza de este en un espectro territorial amplio y diverso.

En 2019 uno de los parlamentarios conservadores republicanos Richard Black, senador del estado norteamericano de Virginia, señaló lo que la profesora venezolana Pascualina Curcio ha repetido centenares de veces con relación a la devaluación del bolívar: «Desmonetizamos su moneda  a través del sistema bancario internacional, hicimos que la moneda venezolana careciera de valor y luego vamos y decimos: ‘Miren lo malo que es este Gobierno, su moneda no vale nada’. Bueno, no fueron ellos, fuimos nosotros quienes hicimos inútil su moneda”.

Senador Richard Black: EEUU debe dejar que venezolanos y ...Black destacó a la agencia Spunitk  y  publicado por Telesur entonces que “la administración Trump mantiene un bloqueo a las exportaciones venezolanas de petróleo, y luego dice “‘mira, no pueden alimentar a su gente’ (…) no pueden alimentar a su gente porque les hemos cortado toda fuente de ingresos. Por lo tanto, todo se ha hecho muy mal”.[1]

Los gobiernos de Estados Unidos desde que iniciaron el bloqueo contra Cuba hace 60 años, no se percatan que tales medidas en un mundo multipolar no son efectivas y al contrario han generado enormes pérdidas para empresas norteamericanas y europeas que han dejado de percibir beneficios por las imposiciones comerciales al prohibir cualquier transacción  con Cuba o Venezuela, lo mismo ocurre con empresas legales colombianas en el comercio legal con  Venezuela que luego de 2010 arrojaron ganancias que saltaron de 900 millones a 5 mil millones de dólares y desde que Ivan Duque, desgobierna dichas cifras han mermado significativamente.

Los venezolanos durante 20 años de batallas contra golpes de estado, guerra económica, intentos de magnicidios, bloqueo y asedios e incluso incursiones militares mercenarias han aprendido y especializado sus combates en la dimensión de contragolpes, sin embargo cada vez más se perfila una agresión de mayores magnitudes por parte de Estados Unidos que cuenta con ocho bases militares en territorio colombiano y ahora está ensayando el envío de cuerpos élites para supuestamente luchar contra el narcotráfico, cuando es público y notorio  el emplazamiento de tropas para agredir a Venezuela.

Venezuela está ahora entre el dilema de no caer en provocaciones y generar una ofensiva diplomática que intente neutralizar las pretensiones del gobierno de Estados Unidos, pero también en desarrollar y pensar una ofensiva interna para neutralizar una nueva escalada de agresiones, pero no solo en el campo militar que es táctico sino en el ámbito estratégico igual que como en la producción alimentos, medicinas, comunicaciones asociadas a tecnologías distintas a la norteamericana o europea en fin en todos los ámbitos industriales que permitan consolidar su proceso de independencia política y económica.

*Historia Viva