Todo lo que usted debe saber sobre la renacionalización de YPF y sobre Repsol

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JUAN GUAHÁN| El lunes pasado la Presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner giró al Parlamento el Proyecto de Ley de “Soberanía hidrocarburífera”, junto a la iniciativa para la “Expropiación del 51% de las acciones de Repsol en YPF”. Aquí se analiza esta histórica propuesta, desde  distintos ángulos y diferentes puntos de vista. Sin dudas, un primer paso en un hecho histórico.

Question Latinoamérica

En estas líneas reflexionaremos  sobre “la medida”, sus alcances, los apoyos y críticas, el valor de la empresa y pago de la indemnización; los “antecedentes”, la privatización menemista y la argentinización kirchnerista; las “características de REPSOL”, la empresa expropiada y su vínculo con el Estado español; la medida adoptada y su “relación con las provincias”, la participación de las provincias petrolíferas, la sindicalización de acciones y la perspectiva de las provincias no petroleras; “situación de otras empresas” y las acciones de Eskenazi; el “plan de inversiones”, el futuro energético y de YPF y –por último- la “explotación de hidrocarburos no convencionales”, el caso del yacimiento de Vaca Muerta.

La medida

En el medio día del lunes pasado (16 de abril) recibimos, por boca de la Presidenta –Cristina Fernández de Kirchner-, una buena nueva. Se iniciaba el trámite oficial para que YPF comience el camino para ser una empresa que simbolice la soberanía argentina en materia energética. En el Mensaje Nº 529 la Presidenta elevaba al Congreso Nacional un Proyecto de Ley planteando la “soberanía hidrocarburífera” con  el objetivo de lograr el “autoabastecimiento de hidrocarburos” (Art. 1º).

Más adelante (Art. 7º) se decía: “declárese de utilidad pública y sujeto a expropiación el 51% del patrimonio de YPF SA representado por igual porcentaje de las acciones “clase D” de dicha empresa pertenecientes a REPSOL YPF SA, sus controlantes o controladas”.  Esta medida fue ampliada, unos días después a “YPF Gas”. Por último y por un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) se ordenaba la inmediata intervención de la empresa.

Es bueno recordar que, en la actualidad, YPF solo produce el 34% de nuestro petróleo y el 22% del gas. Es decir que, de nuestros principales recursos energéticos (gas y petróleo), YPF tiene el control de menos del 30% del mismo. El resto de producción y concesiones queda –al día de hoy- al margen de esta empresa. No obstante ello hay que destacar que, por el mismo Artículo 1º del Proyecto señalado, se declara “de interés público nacional (…) la explotación, industrialización, transporte y comercialización de hidrocarburos”. De manera tal que se crean las condiciones para que los hidrocarburos puedan ser tratados en el marco del interés colectivo y no como una mercancía más, sujeta a las leyes del mercado.

Sobre los apoyos y críticas a esta norma cabe distinguir entre el orden interno e internacional. En lo interno recibió el apoyo –con diferentes reservas- de la inmensa mayoría del arco parlamentario (radicales, FAP, Proyecto Sur y la mayoría del peronismo disidente), con la solitaria oposición del PRO que responde a Mauricio Macri. Dentro de las fuerzas no parlamentarias las centrales sindicales (CGT y ambas CTA), junto a la mayor parte de las organizaciones sociales le dieron su apoyo. Solo algunas variantes del trotskismo pusieron el eje en la crítica. A nivel internacional las respuestas tuvieron otros matices. España (incluidas sus centrales sindicales), la Unión Europea, los Estados Unidos, el Banco Mundial, tuvieron opiniones críticas. Con diversas variantes los funcionarios de varios países latinoamericanos (Méjico, Colombia, Perú, Chile) tampoco vieron con buenos ojos esta medida. Hubo apoyos de Uruguay, Brasil, Venezuela, Cuba.

Como es sabido, según nuestra Constitución toda expropiación supone una indemnización. En este caso los criterios para determinarla son variados (valor activos, patrimonio neto, capital accionario) REPSOL reclama cerca de 10 mil millones de dólares (sin contar la situación de Vaca Muerta). Argentina la estima en muchísimo menos, no se descarta que -descontados los daños ambientales, multas y operaciones fraudulentas- la cifra ofrecida por nuestro país esté rondando el cero.

El futuro será un reclamo judicial. Lo más probable es que Repsol acuda al CIADI un organismo dependiente del Banco Mundial y controlado por los países poderosos. Es por esas razones que Bolivia, Ecuador y Venezuela ya rompieron con ese organismo. Sería bueno que nuestro país siguiera esa misma orientación.

Los antecedentes

YPF fue creada en 1922 por el gobierno radical de Hipólito Yrigoyen, siendo –después de la Unión Soviética- la primera empresa petrolera estatal del mundo. Su creación responde a una lógica sintetizada por quien fuera Presidente de YPF, el General Enrique Mosconi quien dijera: “resulta inexplicable la existencia de ciudadanos que quieren enajenar nuestros depósitos de petróleo acordando concesiones de exploración y explotación al capital extranjero, para favorecer a éste con las crecidas ganancias que de tal actividad se obtiene, en lugar de reservar en absoluto tales beneficios para acrecentar el bienestar moral y material del pueblo argentino. Porque entregar nuestro petróleo es como entregar nuestra bandera”.

Entre 1992 y 1997, bajo el gobierno de Carlos Saúl Menem y como una parte de su política privatizadora pasó a manos extranjeras y terminó siendo la empresa Repsol la titular del 100% de sus acciones.

En 1997, bajo el impulso de Néstor Kirchner se inició el proceso de “argentinización”, incorporando a empresarios argentinos a la misma. Para el año 2011 la participación de éstos era del 25,46% del capital accionario. Estos empresarios (familia Eskenazi) llegaron a Repsol, según rezan documentos de dicha empresa, dada su “experiencia en materia de empresas reguladas”. Los Eskenazi (Grupo Petersen, una sociedad creada en Australia y radicada en Nueva Zelanda) son contratistas del Estado y dueños de la ex banca provincial de Entre Ríos, Santa Fe, Santa Cruz y San Juan.

Esta integración a Repsol se concretó sin mayores inversiones por parte de dicho Grupo. Los créditos para su compra provenían de la propia empresa y serían cubiertos con el pago de los dividendos, hasta el 90% de sus ganancias. Lo cual fue avalado por los funcionarios de turno. Allí está la clave del actual vaciamiento de la empresa (falta de exploración y baja de producción), denunciado por la Presidenta en su discurso del lunes pasado y ratificado por Axel Kicillof –la ascendente estrella de los actuales proyectos económicos del gobierno- con motivo del debate en el Senado.

Características de Repsol

Siempre se ha considerado a Repsol como una “empresa española”. Haciéndose cargo de esa caracterización el gobierno de España hizo una fuerte defensa de los intereses de la misma. Continuando con esa “línea de trabajo” ahora encabeza las gestiones y denuncias contra la Argentina por la expropiación del 51% de YPF, esto es un 88% de la totalidad de las acciones que tienen en YPF (57,4%)

En realidad se trata de una empresa privada que paga impuestos al Estado español por el 25% de sus ganancias. Ante este dato objetivo son muchos los que piensan que en realidad REPSOL forma parte de los intereses anglo-norteamericanos que usan la bandera española para penetrar con mayor facilidad en la América conquistada y colonizada por España. Empresas norteamericanas son dueñas de un 17% de Repsol, la estatal mejicana Pemx tiene el 9,5%. El mayor porcentaje estaría en manos de intereses ingleses y el interés de empresas españolas está representado por las inversiones de la Caixa de Cataluña.

Relación con las provincias

En el Mensaje dirigido al Congreso, la Presidenta plantea que las acciones expropiadas se repartan entre la Nación y 10 provincias petroleras. Correspondiendo un 51% al Estado Nacional y el 49% restante a dichas provincias. Respecto a estas acciones hay dos propuestas muy positivas. Por una de ellas se plantea que para cualquier venta de las mismas se requiere una mayoría parlamentaria de 2/3.

La otra medida correcta es que se propone la “sindicalización de acciones”, medida que hace que el voto de ese conjunto mayoritario (integrado por las acciones nacionales y provinciales) irá obligadamente en la misma dirección, evitando el riesgo que una dispersión de los votos permita cambiar la conducción de la empresa.

Por otro lado aparece el reclamo de las provincias no petrolíferas (14 distritos), por supuesto sí consumidoras, que demandan un lugar en las decisiones futuras. Cabe agregar que en estas provincias reside el 80% de la población de nuestro país y también con sus aportes se integra el patrimonio de YPF.

Situación de otras empresas

Ya se ha señalado que cerca del 70% de la producción total del petróleo y gas, que sale de las entrañas de nuestra tierra, lo hacen “otras empresas”. Los intereses y las explotaciones de esas empresas, entre ellas, Pan American Energy (integrada por la inglesa British Petroleum y la familia Bulgheroni), Petrobras (brasileña), Sinopec (estatal China), Total (francesa), Chevron (estadounidense), quedan fuera de esta proceso de expropiación.

Argumento utilizado por Repsol para invocar que existe -respecto de ellos- un trato discriminatorio. Esta situación, que deja fuera de la actual expropiación a 2/3 de la actual producción hidrocarburífera, ha motivado el reparo de muchos sectores a la norma propuesta que demandan que YPF sea estatizada y se haga cargo de la totalidad de las explotaciones.

También es cuestionado el hecho de no haberse expropiado las acciones de la familia Eskenazi, cuya participación con más del 25% del capital ha sido producto de “extraños préstamos y garantías” sin que, hasta la fecha, hayan hecho inversiones significativas. En los próximos meses hay un nuevo vencimiento de 500 millones de dólares que Eskenazi, bajo las actuales condiciones, difícilmente pueda cumplir. En ese caso no se descarta que esas acciones, total o parcialmente, pasen a otras manos privadas: Son muchos los candidatos locales que se anotan en la lista para quedarse con ellas.

El plan de inversiones

El texto propuesto por la Presidenta ha sido explícito en este sentido. YPF no será estatizada. Seguirá siendo una Sociedad Anónima y podrá asociarse con empresas nacionales o extranjeras. A partir de esos principios se abren innumerables posibilidades para requerir el concurso de múltiples interesados en inversiones energéticas. Esta es una de las cuestiones más criticadas. Hay un difundido temor en el sentido que, usando esta ventana, entren los “pícaros”. Esto ha sido específicamente advertido por la CGT, con la firma de Hugo Moyano y Julio Piumato, en su comunicado de apoyo a esta medida.

Por ahora, el mayor interés del gobierno está en mejorar la producción e inversiones por intermedio de la brasileña Petrobras y la francesa Total, aunque empresas chinas y norteamericanas no dejan de manifestar su interés por participar.

Hidrocaruburos no convencionales

Se trata de petróleo y gas (de enquisto, shale gas o shale oil)  que no está en los reservorios que hoy se explotan sino que se encuentran incrustados dentro de piedras rocosas. Ello demanda mayores inversiones (de 3 a 5 veces más) para su exploración y explotación. Además existe un mayor riesgo ambiental por las necesarias explosiones a gran profundidad (con efectos desconocidos) y la necesaria inyección de variados productos químicos (acompañada de gigantescas cantidades de agua) para separar petróleo y gas de otros materiales y sacarlos a superficie.

Argentina sería (con el 15% de la totalidad) la tercera potencia mundial de este tipo de recursos (detrás de China y Estados Unidos). En nuestro país ya hay explotaciones en Neuquén (yacimiento de Vaca Muerta). Hay quienes estiman su potencial –a precios actuales- en 150 mil millones de dólares.

En este tema –la actual “niña bonita” en materia hidrocarburíferas- puede estar la clave de los negocios, inversiones y riesgos del futuro. Esta es la “carta en la manga” que tiene el gobierno argentino para atraer inversiones extranjeras.

Hay lugares donde, con la tecnología actualmente conocida, está prohibido este tipo de explotaciones, por los riesgos ambientales que la misma supone. Así ocurre en: Francia, Bulgaria, Estado de Quebec (Canadá), cantón Vaud (Suiza), Gales del Sur (Australia), desierto de Karoo (Sudáfrica). En otros lugares del planeta están en trámite gestiones para prohibir estas actividades.

En el continente americano existe el programa “Alianza de Energía y Clima de las Américas”, dirigido desde el Departamento de Estado de los Estados Unidos, con la intervención de la OEA, el BID, el Banco Mundial, entre otras organizaciones internacionales y con la participación de nuestro país, Chile, Colombia, Perú y Uruguay, por el mismo se promueve la exploración y explotación de los llamados hidrocarburos no convencionales.
Mientras crece la voracidad mundial por esta revolución energética, también avanza la resistencia de los pueblos a la destrucción del hogar común (la tierra)

Colofón

España anunció que no comprará biodiésel como represalia a la expropiación de YPF y CFK aseguró que Argentina está preparada para absorber toda la producción. Además, agradeció a los españoles que se solidarizaron con la posición argentina y resaltó el acercamiento al bloque de los Brics (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica).