La estrecha relación entre la moda y el calentamiento global

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 Ernesto J. Navarro-VT Actual|

Dentro de la economía mundial la industria textil se constituye en uno de los sectores más importantes ya que genera cientos de millones de empleos y produce prendas de vestir para el planeta entero. La ropa que usamos proporciona comodidad y protección, y para algunas personas se trata de una importante expresión de individualidad.

No obstante, la forma de diseñar producir y usar la ropa presenta inconvenientes que resultan difíciles de ocultar en la actualidad.

El sistema de producción textil funciona de manera lineal:

  • Utiliza grandes cantidades de energía no renovable.
  • Extrae abundantes recursos para producir ropa que a menudo se utiliza sólo una temporada.
  • La mayoría de los materiales terminan incinerados o en un vertedero.

Como expresó Oscar Wilde: “la moda es una forma de fealdad tan intolerable que tenemos que alterarla cada seis meses”.

Procesos

Según el informe Una nueva economía de textiles (A new textiles economy) elaborado porEllen MacArthur Foundation’s’, “cada año se pierden más de 500.000 millones de dólares de valor, debido a la ropa, la subutilización y la falta de reciclaje”.

En pocas palabras, añade el informe, “el modelo de eliminación de residuos tiene numerosos impactos negativos en el medio ambiente y en la sociedad“.

Emisiones

Quizá el mayor impacto negativo procedente de la producción textil, deriva de las emisiones totales de gases de efecto invernadero (causantes del Calentamiento Global), que ascienden a 1.000 millones de euros, y que aumentaron a 1.200 millones de toneladas anuales de C02, durante 2017.

Una cantidad superior a la de “todos los vuelos internacionales y transporte marítimo combinados”, según el documento.

Energía no renovables y materias primas consume la industria textil.

Por otra parte:

  • Sustancias peligrosas afectan la salud de los trabajadores textiles y se escapan al medio ambiente.
  • En el lavado, algunas prendas desprenden microfibras de plástico.
  • Medio millón de toneladas de microfibras -al año- contribuyen a la contaminación del océano.
  • Las microfibras textiles que van a los océanos son 16 veces más que las microesferas de plástico de los productos cosméticos.

Las tendencias apuntan, asegura el informe, a que estos impactos negativos “aumentan inexorablemente” un potencial resultado catastrófico.

Por tales razones, y con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la industria textil se prepara para la interrupción del actual sistema de producción.

Huella ambiental

Según ONU-Medio Ambiente, la huella ambiental que deja la industria de la moda, es inmensa y va mucho más allá del uso de materias primas.

La fabricación mundial de ropa y calzado, asegura esta oficina de Naciones Unidas, produce aproximadamente 8% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero.

A continuación, un ejemplo sobre de los impactos reales en la fabricación de textiles, caso ropa de jean:

Precisa ONU-Medio Ambiente que al menos 20% de la contaminación industrial del agua proviene del teñido y el tratamiento de textiles. Se proyecta que la demanda de ropa aumentará 2% al año, mientras que la cantidad de veces que usamos cada prenda ha disminuido en un tercio respecto a la década del año 2000, indica ONU.

Los residuos son un desperdicio de recursos naturales y cuestan dinero. Del total de fibras utilizadas para ropa, 87% se incinera o se envía a vertederos. Lo anterior equivale a que un camión de basura lleno de textiles se incinere o se descargue en vertederos cada segundo.

De allí que la tarea de enfrentarlos a su impacto ambiental no es tarea fácil, ya que se trata de una industria poderosa que tiene un valor de 1.3 billones de dólares y que emplea a más de 300 millones de personas a lo largo de toda su cadena de valor.

Oportunidad

Llorenç Milà i Canals, director de la Iniciativa de Ciclo de Vida de ONU Medio Ambiente, declaró que la moda representa una oportunidad para crear un futuro más limpio.

ONU recomienda:

  • Verificar que las piezas que compramos sean duraderas.
  • Reducir la cantidad de ropa que compramos.
  • Reutilizar y comprar artículos de segunda mano y reciclar.
  • Lavar menos y de manera más inteligente (usando jabón líquido concentrado en lugar de detergente en polvo, que es abrasivo y arroja más fibras en el agua).

“Todos los actores deben desempeñar un papel en la redefinición del sector de la moda. Debemos alejarnos de la ropa desechable y transformar a la industria para que genere y mantenga valor para la sociedad, sin contaminar el medio ambiente”, dijo Milà i Canals.