Ciberpolítica y manipulación en Argentina: De Durán Barba y Marcos Peña a Cambridge Analytica
La afirmación realizada por el director ejecutivo de Cambridge Analytica (CA), Alexander James Ashburner Nix, frente a la cámara oculta de los investigadores periodísticos, generó un alto nerviosismo en las oficinas de la jefatura de gabinete en Argentina. La tensión, motivada por la difusión de los videos de CA, se profundizó cuando los funcionarios del gobierno admitieron que la empresa ofreció sus servicios pero que estos fueron rechazados. Los interrogantes acerca de quién ofreció dichas tareas de consultoría, cuándo fueron realizadas y quién/es fueron los responsables de recibir a los ejecutivos de CA, ha sido el tema central de discusión entre quienes participan de los grupos de manipulación digital asociados a Marcos Peña.
El informe original incluyó cámaras ocultas grabadas por el noticiero británico Channel 4, en el que Nix y otros dos directivos subalternos de CA, Mark Turnbull y Alex Tayler, recibían a un supuesto representante de un político de Sri Lanka. La investigación, disponible en el canal de YouTube de la emisora, aporta evidencias a las investigaciones previas realizadas por The Observer, The New York Times y The Guardian, que habían detallado las maniobras realizadas en base a 50 millones de cuentas utilizadas por CA gracias a una aparente falla de seguridad de Facebook.
La investigación no solo se refería a la manipulación de datos destinados a influir en el estado de ánimo y las pasiones de los electores, sino que también exhibía la capacidad de “operar en las sombras”, a través del potencial envío de “chicas de Ucrania” (mecanismo conocido en la jerga como “trampas de miel”) a eventuales adversarios políticos, para filmarlos y difundir material comprometedor por Internet. La presentación del informe del Channel 4 señala que “los ejecutivos se jactaron de que CA y su empresa matriz Strategic Communications Laboratories (SCL) habían trabajado en más de doscientas elecciones en todo el mundo, incluidas las de Nigeria, Kenia, República Checa, India y la Argentina”.
La irrupción internacional del manejo espurio de datos provenientes de redes sociales se combina con una serie de hechos recientes que encuentras íntimos nexos entre Cambridge Analytica, sus vínculos con el PRO y la forma que ambas organizaciones entienden la práctica y la gestión política.
La fraseología consignada por Nix en la cámara oculta se asemeja a un guión discursivo elaborado por Jaime Durán Barba, cuyos ejes son la “práctica de ataque político” y el “factor emocional”. El impacto del video del titular de CA es concomitante con el informe difundido días atrás por parte de la sede local de Amnesty en el que se denuncia el acoso y las agresiones sistemáticas recibidas por portadores de cuentas de Twitter, a quienes se humilla, discrimina e insulta bajo la animosidad de un patrón común, curiosamente funcional (y coherente con) las orientaciones oficialistas. El dossier, presentado por su directora ejecutiva Mariela Belski, resultó coetáneo con la publicación en el boletín oficial de una unidad ejecutora especial temporaria, a cargo de Marcos Peña. Dicha delegación se titula “Unidad de Opinión Pública” y está orientada –afirma el decreto que la instituye– a recabar información sobre las demandas y las problemáticas de los ciudadanos. Según conocidos referentes de las empresas de consultoría, que ofrecen variados servicios al gobierno nacional, la unidad pretende darle cobertura institucional a aquellos grupos de internautas que funcionaban como “ejércitos de trolls”. El carácter “temporario” de la misma –cuya finalización está pautada para fines de 2019—permite entrever que su disolución será previa a la potencial intromisión de funcionarios de otro signo político electos en octubre de ese año.
Trolls en un ataque de nervios
Los cibernautas guiados por Peña funcionaban hasta mediados de marzo –según reiteradas denuncias– como los encargados de desplegar andanadas de críticas a oponentes, instalar agendas alternativas a los problemas más acuciantes (“pantallas de humo”) y vehiculizar lisonjas, ponderaciones y felicitaciones a los comunicadores públicos oficiales del PRO. El nerviosismo reinante en los despachos de los funcionarios de Cambiemos se origina en los variados nexos entre el macrismo y los variopintos contactos argentinos de Nix, que se han hecho públicos los últimos días y que motivaron la apertura de un peritaje administrativo por parte de la Cámara Nacional Electoral (CNE) en busca de indicios de la eventual participación CA y/o SCL en los comicios locales.
Uno de sus primeros relevamientos se encuentra orientado a develar la causa de la eliminación, en marzo de 2017, de información que originalmente figuraba en el portal de SCL (https://sclgroup.cc/worldwide), a través de la cual CA ofrecía sus consultorías en Buenos Aires. Funcionarios de la Cámara Nacional Electoral (CNE) opinaron en off que uno de los pasos que debiera darse en el futuro –si realmente se pretendiera develar posibles conexiones— es “cruzar” los perfiles utilizados para promover a determinados candidaturas durante la elección legislativa de 2017 con las bases de datos completas de organismos oficiales que el gobierno nacional “incorporó” a través de un convenio firmado con la ANSES en 2016. Según esas mismas fuentes, una investigación –independiente— de esos vínculos concluiría en una auténtica batahola política.
El director ejecutivo y mayor accionista de CA –desplazado formalmente a partir del video difundido— vivió a en pleno periodo de pizza con champán en Buenos Aires, a fines de los años 90. Durante ese periodo entabló relaciones económicas, sociales y deportivas que mantuvo hasta la actualidad. Su vínculo con las actividades recreativas incluye la práctica activa del polo y una larga y conservada amistad con el empresario Lucas Carlos Talamoni Grether. Con este último –entre otros emprendimientos— conformó un equipo con 4 de handicap y selló acuerdos comerciales diversos, hermanados por el afecto común hacia los equinos.
Ambos son parte del team que gestiona el emprendimiento comercial agro-tecnológico Black Soil, dedicado a la siembra líquida, cuya dirección ejecutiva ejerce Talamoni y donde Nix aparece como asesor y/o inversor. Lucas es además uno de los copropietarios del Haras Luna Talas y comparte con Nix la sede de CA en Argentina, en la calle Arenales 941, 5to piso A, tal cual lo revelaron los periodistas Mariana Escalada y Agustín Ronconi en el portal El Disenso. Como corresponde a un auténtico polista, Lucas posee además una offshore denominada Black Soil Global Coorp, con sede en Panamá, en cuyo directorio figura Talamoni y Patrick Teroerde. Talamoni, Nix y Teroerde son tres de los cuatro integrantes del equipo de polo con el cual han participado en campeonatos tanto en el Reino Unido como en Argentina. Black Soil además ha sido uno de los invitados estelares en la reciente exposición de BAE Emprende –organizado por el Gobierno de la ciudad de Buenos aires— donde Lucas Talamoni se constituyó en uno de sus protagonistas.
El segundo nexo de CA con Argentina se vincula también con el mundo del Polo. El pampeano Juan Pepa –que tiene residencia en Londres y Santa Rosa— y el descubierto titular de CA fueron socios entre 2007 y 2010 en la empresa Rubirosa Ltd. Dicho emprendimiento se dedicaba, entre otros menesteres, a “las comunicaciones estratégicas”. Nix y Pepa comparten además el deleite de cuño paternalista por la caridad: fundaron en conjunto “Pro Alvear” (textual) consustanciada con la recaudación de fondos para fines benéficos. Se han dedicado en los últimos años al emplazamiento de espectáculos de polo en los que se destacaban como polistas. Las competencias consignadas por las elegantes revistas ligadas al deporte equino difunden la presencia de Pro Alvear en Londres, Saint Tropez y otras ciudades. Entre los adherentes a la caritativa iniciativa de Nix y Pepa figuran: Héctor “Toty” Flores, dirigente cercano a Lilita Carrió, el actual presidente del Banco Nación, Javier González Fraga y el ministro de Medio Ambiente, Sergio Bergman. El padrino de “Pro Alvear” es Mauricio Macri.
En sus afirmaciones a la cámara oculta, Nix sostuvo que CA contaba con un amplio menú de ofertas de servicios que incluían no solo cartografías de datos personales utilizables para monitorear y orientar campañas electorales, sino –también— capacidades para fotografiar (en situaciones comprometedoras de índole romántica y/o sexual) a posibles candidatos con modelos enviadas ad/hoc. Esto le sucedió en la Argentina a quien luego sería rival de Macri en la Ciudad de Buenos Aires, Aníbal Ibarra. Estas “trampas de miel” podían ser combinadas –afirmó Nix— con mecanismos de desacreditación, generación de sobornos y gestión orientada de noticias falsas (fake news). Una de las frases pronunciada por el CEO de CA ante la cámara oculta, aconsejaba: “No vayas a una elección con hechos. Lo que importan son las emociones. Sobre todo, los miedos”. Jaime Durán Barba, en su libro El arte de ganar. Cómo usar el ataque en las campañas electorales exitosas, suscribe exactamente el mismo espíritu embrutecedor que busca la manipulación de las conciencias ciudadanas. Federico Sturzeneger contó muy divertido durante una conferencia en Estados Unidos el consejo de Durán Barba de que no hablase de la inflación sino de sus hijos o de cualquier cosa.
Geopolítica del engaño
El escándalo internacional de utilización de datos privados de usuarios de 50 millones de cuentas Facebook en Estados Unidos, destinadas a manipular sus orientaciones electorales tiene un capítulo internacional cuya sede central es Estados Unidos, donde inicialmente se utilizó el “factor Rusia” para explicar la derrota de Hilary Clinton. Las investigaciones del NYT y The Guardian han revelado que CA fue un operador central durante 2016 y el encargado de interactuar con CA fue uno de los jefes de campaña de Trump, el supremacista Steve Bannon, entonces titular del portal racista Breitbart News.
La campaña instituida por CA incluyó la identificación de grupos sensibles a determinadas cuestiones para dirigir anuncios generadores de animadversión hacia Clinton: a los desempleados detectados se les enviaba campañas publicitarias que mostraban el desinterés de Hilary por la desocupación. A los veteranos de guerra se los impactaba con noticias falsas acerca de la futura clausura de los fondos federales dedicados a los familiares de los veteranos. A los segmentos identificados como “patrióticos” se los proveyó de información relacionada con los nexos entre los demócratas y la burocracia de los organismos internacionales “poco interesados en las cuestiones nacionales”.
En 2013 Bannon viajo a Londres para promocionar su sitio Breitbart News y solidarizarse con su amigo Nigel Farage, titular del partido político eurófobo UKIP, quien terminó siendo el gran triunfador de la compulsa electoral ligada al abandono de la Comunidad Europea. El Brexit fue apoyado tanto por Bannon como por Robert Mercer, uno de los multimillonarios que financió la campaña de Trump. Durante esa visita, Bannon y Mercer conocieron a Nix, entonces directivo de SCL Group, y Mercer decidió invertir 15 millones de dólares en la conformación inicial de CA. En las primarias del partido republicano, Cambridge Analytica y los Mercer, trabajaron inicialmente para Ted Cruz. Cuando éste fue derrotado por Trump decidieron apoyar al magnate neoyorquino. En esa etapa Bannon figuraba como vicepresidente de Cambridge Analytica en EE. UU. (desde junio del 2014) y se reconvirtió en jefe de campaña de Trump en 2016, luego que el yerno de Trump, Jared Kushner, decidiera la contratación de los servicios de Cambridge Analytica.
La reconocida periodista de The Observer, Carole Cadwalladr, consignó en una investigación de 2017 que Cambridge Analytica y AggregateIQ (la firma canadiense dedicada a la inteligencia electoral, cuya propiedad es del millonario Mercer) habían trabajado conjuntamente para manipular la campaña que concluyó en el triunfo del Brexit.
El modus operandi digital de Nix consistió en obtener datos de 50 millones de cuentas de Facebook a partir de una plataforma desarrollada por Aleksandr Kogan, un psicólogo de la Universidad de Cambridge que creó una aplicación llamada thisisyourdigitallife en 2014, a partir de la cual se robaron los datos que luego fueron comercializados. Sobre esa base de idearon estrategias de manipulación diseñados para influir en su particular perfil psicológico. Más allá de las evaluaciones sobre la eficacia lograda por la plataforma, el hecho concreto –y delictivo— es que se utilizaron datos privados sin consentimiento.
El último movimiento de la saga CA estuvo ligado al nombramiento, el último viernes, del embajador estadounidense en la ONU, John Bolton, como Consejero Nacional de Seguridad, en reemplazo del general Herbert Raymond McMaster. El despido del general supone la salida de uno de los últimos “moderados” de la Casa Blanca, y el triunfo del ala más belicista. Bolton, por su parte, ha sido denunciado por el Centro para la Integridad Pública –que monitorea financiamientos de campaña electoral en Washington— por oblar más de un millón de dólares a CA desde 2014.
La utilización de la manipulación electoral, la utilización de “carpetazos” montados con sabotajes, invenciones y difusión de falacias, más la manipulación de las redes sociales han sido instituidas por las corporaciones y sus representantes políticos para promover la vigilancia, el seguimiento, el espionaje y –concomitantemente— su utilización como insumos para el artificio y la tergiversación electoral. Si bien es verdad que hay una vida más allá de las redes, cuanto más se desciende en la escala etaria, su impacto aparece como más trascendente. El engaño y las operaciones de cultivo de fraudes no es un capítulo novedoso en la construcción política. Pero hora dispone de herramientas innovadoras cuyo alcance todavía no podemos ponderar.
*Sociólogo, doctor en Ciencias Económicas, analista senior del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
Nota relacionada: La tentación argentina por el método Facebook-Cambridge Analytica, http://estrategia.la/2018/03/22/la-tentacion-argentina-por-el-metodo-facebook-cambridge-analytica/