¡Cambiemos!: los cambios y las continuidades en Argentina
Juan Guahán, Question Latinoamérica|
Nadie puede quitarle al macrismo el derecho a darle el nombre de ¡Cambiemos!, a su corriente política. No parece que tenga la misma legitimidad para identificar con ese nombre a sus actos de gobierno, pero tal cuestión se explica por cuanto representa el espíritu de la propuesta con la cual llegaron al gobierno. Pero no éste el debate que aquí se plantea. Aquí se propone reflexionar sobre otra cuestión, ella se refiere a ¿cuáles son esos “cambios” y los rumbos de los mismos? En segundo lugar preguntarnos ¿cuáles son las continuidades respecto del cristinismo y el sentido de ellas?
Entre los principales cambios hay que destacar: Una distinta distribución del ingreso; una matriz diferente sobre el tema de los derechos humanos; otro alineamiento político internacional con Estados Unidos y Europa; las diversas orientaciones dirigidas a trasmitir una imagen distinta sobre cuestiones de honestidad, trasparencia y los aspectos históricos culturales.
Entre las continuidades más evidentes aparecen: El mantenimiento y fortalecimiento del modelo agroexportador con el extractivismo como su principal expresión; el uso de los medios de comunicación; los vínculos económicos con China; el peso del narcotráfico en los aparatos estatales. Dicho esto vale la pena desarrollar un poco más cada uno de estos conceptos vinculados a cambios y continuidades.
Los cambios
Más allá de los aspectos ideológicos, de los discursos públicos y de la responsabilidad de la “herencia recibida”, posiblemente el aspecto más notorio de los cambios producidos radique en la distinta orientación que existe respecto a la distribución del ingreso. Los salvajes aumentos de las tarifas de los servicios públicos y las pérdidas salariales (respecto a la inflación) son la muestra más evidente de esta modificación. Si les agregamos el perdón de deudas a sectores concentrados, ello nos pone ante la evidencia de esta tendencia, donde crecieron miseria y desigualdad. Allí está la explicación de una cierta resurrección de Cristina y el “talón de Aquiles” del macrismo.
Otra de las diferencias más notorias radica en la política de los derechos humanos. El gobierno sabedor de la sensibilidad que este tema contiene ha procurado ser cauto en sus expresiones públicas formales, pero reportajes presidenciales, manifestaciones de diversos funcionarios y algunos fallos judiciales no pueden ocultar este cambio de orientación que tiene que ver con su posición ideológica y una relación, que se va profundizando, entre el gobierno con familiares y personeros del régimen dictatorial.
La historia de los principales dirigentes del macrismo y su orientación política e ideológica no dejan lugar a dudas sobre sus vínculos con Estados Unidos y los países de Europa. Estos elementos han llevado al gobierno a pegar un giro en esta materia. La sumisión a la política yanki en la región y la reciente visita de Mauricio Macri para reunirse con Trump, previo a su viaje a la China, es una prueba de ello. En ese marco la relación con los países de Nuestra América, ocupa un lugar mucho menor. En esta cuestión se diferencia del kirchnerismo.
En los temas relacionados con la imagen de honestidad y trasparecía el gobierno se ha preocupado por trasmitir una imagen de grandes cambios, con la apertura a “todas las voces”. En materia de trasparencia ha dejado abierta la ventana para que se hagan denuncias sobe hechos de corrupción, sin embargo todo ello hay que relativizarlo, tal como se verá en las continuidades. Dónde sí los cambios se pueden verificar es en los aspectos histórico culturales. La tendencia liberal, impuesta desde hace largas décadas, ha vuelto a instaurarse renegando de los valores de los valores más plebeyos de los indios, criollos y otros sectores marginados del sistema, que llegaron a tener cierto espacio de expresión.
Las continuidades
Sobre el mantenimiento del modelo agroexprotador no quedan dudas. Las primeras medidas de gobierno, con la eliminación o rebaja de las retenciones son una muestra. Ese modelo y el extractivismo, que alcanzaron su máximo nivel en el kirchnerismo, están de parabienes. La perspectiva de pasar de ser “granero del mundo” a ser “supermercado” –por una mayor industrialización- que forma parte del discurso oficial no ha pasado de eso: un discurso.
Los medios de comunicación siguen siendo –mayoritariamente- extensiones de la propaganda oficial, si bien en los medios oficiales se han abierto ventanas de expresión más amplias, ello se pierde ante la masiva y casi homogénea expresión de los medios privados más poderosos, vinculados con el gobierno.
Sobre el mantenimiento y fortalecimiento de los vínculos económicos con China, no quedan dudas de su continuidad, particularmente a partir del reciente viaje de Macri a esa potencia mundial. Aquí también se están confundiendo intereses estatales con negocios privados de tipo familiar.
Independientemente de los discursos y aislados hechos parciales, el narcotráfico sigue enseñoreado en diferentes aparatos represivos estatales, las estructuras judiciales y el poder político no le van en zaga. Todo ello encierra la idea que la continuidad de este mal forma parte de una política que va mucho más allá de las diferentes tendencias que nos gobiernan. El narcotráfico es parte integrante del sistema y como tal está instalado.
Cinco nombres argentinos marcan la semana
Mauricio Macri, Cristina Fernández de Kirchner, Elisa Carrió, Julio de Vido, Sergio Uñac, Donald Trump, son algunos de los actores que marcan el compás de lo ocurrido en esta semana, veamos algunas razones que lo explican.
Macri: su hiperactividad de estos días –viajes incluidos- estuvo en la causa de su descompensación en Ecuador. Acostumbrado a una vida más relajada, las confrontaciones internas del gobierno más la complicada situación del país y la proximidad de un nuevo acontecimiento electoral, están haciendo mella en su cuerpo. En el tedeum del 25 de Mayo el arzobispo Mario Aurelio Poldi lo sermoneó de lo lindo, fundado en la situación que atraviesan las mayorías populares. No son fáciles los próximos meses para el Presidente y tendrá que demostrar si tiene pasta para ofrecerle algo mejor al pueblo argentino o aguantar la que se viene.
Cristina, “en el otro rincón” –como diría quien trasmite une pelea boxística- trasluce una fortaleza inesperada. Está logrando transformar su situación penal en una victimización que le pone una coraza frente el acoso judicial. Quiere emerger como triunfadora en la Provincia de Buenos Aires, uno de los pocos lugares donde los resultados electorales tendrán una visibilidad nacional. Teme a su candidatura por la “grieta” abierta en la sociedad y porque la “unidad” es difícil ante un Florencio Randazzo que no quiere bajarse de su voluntad de pelear en las PASO. También teme no presentarse y perder la posibilidad de una protección frente a los riesgos penales que se le avecinan y por su futuro político. Todo un dilema.
Carrió avanza en dos direcciones. Ser la “gran controladora” de su propio gobierno y ganar con buena diferencia en las elecciones porteñas. Poco a poco va entendiendo los “límites” de su vocación denunciadora. Se mueve entre perder algo de su poder de fuego con sus denuncias y los riesgos de una ruptura que es la frontera política, que no quiere atravesar en esta etapa de su vida.
De Vido, fue el “cajero mayor” de las políticas kirchneristas desde los tiempos que comenzaron a gobernar Santa Cruz. Sobre sus espaldas, en realidad sobre la mano que usaba para firmar sus decisiones, descansó la responsabilidad por la gigantesca transferencia de ingresos desde el Estado a un pequeñísimo bloque de empresarios “amigos” (Lázaro Báez, electroingeniería, Cristóbal López). Lo interesante es que dentro de esos empresarios amigos, como una forma de resguardarse del futuro, hay que agregar a una de las empresas claves del macrismo. IECSA, una estructura de la familia Macri que terminó manejando Angelo Calcaterra y ahora pasó a manos de Marcelo Mindlin.
Es muy probable que en esa red empresarial, con fuertes vínculos -personales y económicos- con funcionarios judiciales se encuentre la explicación del “bill de impunidad” que mantiene a De Vido fuera de varias citaciones judiciales. Esa mezcla de intereses macristas/cristinistas está en el medio de los efectos del “Caso Odebrecht” y las dificultades para saber quiénes de los “nuestros” que recibieron o pagaron esas coimas. La “tapa de la olla” –por ahora- estará en manos de la procuradora cristinista Alejandra Gils Carbó.
Uñac es el gobernador sanjuanino y acompañó a Macri en su gira por China. Con él parece renovarse la herencia que dejó José Luis Gioja en relación a la explotación minera, una de las claves del sistema extractivista que asola a la Argentina. En China terminaron de arreglarse las cuestiones pendientes y la famosa empresa canadiense Barrick Gold junto a la China Shandong retomaran la explotación de la mina Valedero, en la Provincia de San Juan. De modo tal que la gran minería a cielo abierto, a pesar de todos los riesgos que supone, continúa a todo vapor.