El Papa dice que Europa ya está en guerra
Juan Guahán|
Dos manifestaciones provenientes de lugares muy diversos nos adelantan los difíciles tiempos que se vienen. Los “dueños del mundo” recientemente reunidos, como “Grupo Bilderberg”, trasmitieron su visión de un planeta que debería marchar hacia un “nuevo orden mundial”, una de cuyas características es la existencia de “un gobierno mundial” que ellos vienen construyendo. El otro hecho viene del cataclismo que se produjo luego que los habitantes del Reino Unido votaron su separación de la Unión Europea.
El Papa Francisco leyó esas realidades desde su óptica y ratificó lo que hace tiempo viene sosteniendo en el sentido que “Europa ya está en guerra”.
Ese enfrentamiento no es solo entre los “globalistas”, que procuran la unidad del capitalismo mundial en sus manos y los “nacionalistas” de Europa y los Estados Unidos, que quieren afrontar la crisis según sus propios intereses nacionales sin preocuparse que para ello deban aplastar a otros pueblos. Una consideración más fina de lo que está ocurriendo nos revela que la crisis va mucho más allá de Europa y el propio Papa lo ha señalado, con motivo del abandono a los inmigrantes, al denunciar que el Mediterráneo se está convirtiendo en un cementerio.
Esto quiere decir que estamos antes dos problemas parecidos, como reflejo de la profundidad de una crisis general, pero cuyas causas y soluciones son bien distintas. Por una parte, los diferentes modos que tienen los dueños del mundo actual para analizar el futuro del capitalismo actual.
Para unos, los “globalistas” se resuelve con un gobierno mundial, manejado por ellos, que conduzca el proceso global hacia esa unidad y dominio del planeta y sus recursos. Otros, no menos capitalistas que los anteriores, colocan el eje en las reivindicaciones de cada una de sus naciones, sin aceptar por encima de las mismas otros poderes. Eso es lo que está recorriendo a Europa, se votó en el Reino Unido y está en lo que Donald Trump, representa en los Estados Unidos.
Pero hay otro problema, son los pueblos, sobre ellos recaen los mayores dolores actuales (los miles de inmigrantes muertos y desaparecidos procurando llegar a Europa, son una pequeña muestra y los sufrimientos de los pueblos de regiones como la nuestra complementan ese panorama).
Los grandes poderes pelean por el botín y hay muchas experiencias históricas que nos dicen que en momentos como estos la guerra es uno de los camino más fáciles de tomar, pero más difíciles de abandonar.
Bilderberg 2016 – la reunión de los dueños del mundo
En su reunión anual n° 62 se reunieron, en un hotel de Dresde (Alemania), las figuras más poderosas del mundo en un nuevo encuentro del Grupo Bilderberg, tal como lo vienen haciendo desde 1954. El Grupo Bilderberg es considerado, por muchos sectores, como “el gobierno del mundo en las sombras”. Nació para consolidar los vínculos de quienes tenían el poder y gobernaban en Europa y los Estados Unidos. Allí se debaten los temas que encabezan la agenda del capitalismo occidental.
Sus fundadores fueron Bernardo de Holanda, el abuelo del actual Rey Guillermo (el marido de la argentina Máxima) y los Rockefeller. Desde hace años estos encuentros vienen promoviendo avances hacia un gobierno mundial. En ese sentido David Rockefeller sostuvo que “estamos al borde de una transformación global, todo lo que necesitamos es una gran crisis y las naciones aceptarán el Nuevo Orden Mundial”
Este año participaron alrededor de 150 invitados, entre ellos había reyes, aristócratas, políticos, jefes y funcionarios de diversos Estados, banqueros, propietarios y representantes de las principales empresas del mundo.
El temario público y formal incluía, entre otras cuestiones, los siguiente temas: China; el problema de la migración en Europa; la situación del Oriente Medio; el futuro de Rusia; el panorama político de EE.UU y su economía; la seguridad cibernética; la geopolítica de precios de la energía y las materias primas; la actual precariedad de la clase media; el futuro de las innovaciones tecnológicas. De esta reunión no salen conclusiones públicas, se trata de conversaciones y acuerdos no públicos. Durante 4 días estuvieron trabajando en reuniones cerradas, sin público ni prensa. Siempre hay debates sobre otras variadas cuestiones que no figuran en la agenda pública. Los bien informados sostienen que hubo dos temas, que no figuraban en la agenda pública.
Uno de ellos, giraba en torno a las elecciones de la Gran Bretaña y su decisión de permanecer o no en la Unión Europea. En este sentido la idea compartida en la reunión fue trabajar para consolidar la Unión Europea y la continuidad del Reino Unido dentro de esa comunidad. La realidad les dio un fuerte sopapo pocos días después.
La otra cuestión, de mucha relevancia futura, fueron las elecciones de Estados Unidos. Respecto a este último tema prevaleció la idea de evitar el acceso al gobierno de Donald Trump. Sus usinas mediáticas sostienen que la candidatura de Trump viene “barranca abajo”, habrá que ver si ésa es la realidad o el deseo de esta gente transformado en política comunicacional.
Otro tema del debate fueron los “Papeles de Panamá”. Ahí el consenso fue importante en el sentido de ir cerrando todas las ventanas y que solo Estados Unidos conserve la posibilidad de ser un “paraíso fiscal”. De ese modo se fortalecería su rol de policía mundial. Teniendo el control sobre el dinero en negro actual y futuro.
Dos temas previstos sobre los que hubo muchas consideraciones fueron: El pasaporte cibernético y avanzar hacia un sistema fiscal mundial. Sobre el tema cibernético se plantea avanzar hacia la necesidad de registrarse (algo así como sacar un pasaporte virtual) para participar de las redes sociales u otras actividades informáticas. Sobre el tema fiscal se irían preparando las condiciones para establecer un sistema común de tributo controlado por la ONU para el petróleo, las transacciones financieras y los transportes aéreo y marítimo.
Este año, Latinoamérica no fue motivo de consideración especial, como si lo fue el año pasado donde se debatió acerca de las formas ponerle diques de contención al avance de los procesos de tipo bolivariano. En esa misma reunión se planteó la necesidad de acelerar el fin del dinero físico, situación que favorecería a un mayor control de toda la economía por parte de los bancos y de un sistema informático universal.
Elecciones y globalización
Empiezan a verse los efectos de los resultados de las elecciones en el Reino Unido. Además de las consecuencias políticas que siguen en ebullición hay cuestiones institucionales que no son menores: En Escocia ganó la voluntad de seguir siendo parte de la Unión Europea, pero ahora están ante un dilema. Para hacerlo debe irse del Reino Unido, cualquier solución es de un alto costo, desde todo punto de vista. La confusión, dudas o miedos llegan al nivel que muchos dirigentes europeos sostienen que “la democracia no funciona si todo el poder es para el pueblo”.
En España volvió a ganar el Partido Popular, actualmente en el gobierno. Una especie de macrismo con un fuerte arraigo electoral. El segundo lugar lo mantuvieron los socialistas y terceros, desilusionados, terminaron los jóvenes progresistas de Podemos que perdieron un millón de votos. Ellos imaginaban, a partir de su alianza con los comunistas, disputar el segundo puesto y gobernar junto a los socialistas. La cuarta fuerza es ciudadanos, jóvenes conservadores que podrá acordar con el actual gobierno. No es fácil pero es probable que, esta vez, el Partido Popular logre armar gobierno. Ya quedó consolidado que la España bipartidista (Populares y Socialistas) ahora es de 4 fuerzas.