¿Cuál debe ser el castigo a los bachaqueros?

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Ernesto J. Navarro* – Desde la Plaza

El antes diputado suplente de Francisco Ameliach en la Asamblea Nacional, Rafael Lacava se ha vuelto viral en la Venezuela 2.0. Ni cuando trajo al cantante gringo Romeo Santos a los carnavales de 2011 -costeado por su alcaldía- tuvo tanta prensa.

El hoy alcalde de Puerto Cabello (estado Carabobo), ciudad que alberga al puerto marítimo de mayor importancia del país, vuelve a las pantallas nacionales. El malestar nacional alrededor de la guerra económica y el fenómeno del “bachaqueo” le sirven de contexto.

 

Se hace imperioso recordar que en Venezuela el término bachaqueo describe una práctica según la cual un particular compra productos tanto no regulados, como regulados y subsidiados por el Gobierno Bolivariano para revenderlos, aumentando 5, 6 y hasta 10 veces el valor real. Muchos de estos productos se venden a precios astronómicos en el lado colombiano de la frontera común. Es una mafia que opera con una red de complicidades en establecimientos públicos y privados.

Tan bachaquero es el que compra una paca de harina de maíz y le gana 10 veces su valor, como el dueño de un abasto o restaurant que es corrupto y además corrompe para llenar su despensa, mientras el pueblo carga con las necesidades.

El 09 de agosto, entrevistado por un canal venezolano de televisión, el alcalde Lacava explicó que inició un programa en su municipio al que denominó “Tolerancia 0 al bachaquero”.

Con este plan pretende, y según una nota tomada del sitio www.rnv.gob.ve titulada: ¡Pa’ que sean serios! Vea como ponen en 3 y 2 a los bachaqueros en Puerto Cabello (1); “…atrapar infraganti a estas personas, quitarles la mercancía para venderla a los precios correctos y obligarlos a cumplir con unas horas de labor social vestidos con una braga anaranjada (…) Los bachaqueros son pura plaga y como tal hay que tratarlos”, agregaría el alcalde.

Así mismo, con una braga de color naranja al estilo de la prisión para “terroristas” que Estados Unidos opera en la base naval de Guatánamo.

Al día siguiente, el 10 de agosto, el Defensor del Pueblo, Tareck William Saab criticó el programa de Lacava, que ya presentaba réplicas en La Victoria estado Aragua (2) considerando que constituyen “un acto de escarnio”. Agregó, “estoy de acuerdo que se enfrente el delito del bachaqueo dentro del marco de la ley”.

“El único órgano en Venezuela que puede sancionar, que tiene la cualidad institucional para dictar sanciones y penas son los tribunales de la República, las alcaldías son órganos del poder Ejecutivo de carácter municipal, por lo tanto allí hay una usurpación de funciones”.

El alcalde Lacava respondió al Defensor del Pueblo (como se ha hecho costumbre en la política local) con unos mensajitos de twitter donde expresa su “arrechera” por la crítica al Programa de tolerenacia 0 al bachaquero.

Entra el Psuv

Ahora la polémica crece. En la Venezuela que enfrenta una guerra económica, los temas relacionados con el abastecimiento de alimentos, el acaparamiento y una alucinante inflación, ocupan la campaña electoral de las parlamentarias.

Otro aditivo lo sumó el presidente del parlamento Venezolano, diputado Diosdado Cabello, en un acto de juramentación de los candidatos a la Asamblea Nacional del oriente del mapa.

Llamó a los alcaldes, diputados y candidatos revolucionarios a combatir las mafias bachaqueras, y lo planteó en los siguientes términos: “o son ellos, o es el pueblo”.

Y dijo más: “Vamos a ponernos con el partido al frente, a buscar a los bachaqueros a sacarlos de las colas. Los bachaqueros son una plaga que están haciéndole daño al pueblo, no tengamos ninguna duda de eso, es un plan contra nuestro pueblo para que se moleste”.

También el gobierno

Para entender la dimensión del fenómeno, el propio presidente Nicolás Maduro anunció hace pocas horas que la batida contra la delincuencia, denominada: Operación Liberación del Pueblo (y que las siglas son OLP, coincidentes con las de la antigua Organización Para la Liberación de Palestina); tendrá un versión contra el bachaqueo de alimentos.

“Todas esas personas que están cometiendo actos involucrados con el vandalismo, el bachaqueo, el paramilitarismo, deberán pagar sus crímenes con la cárcel, y que les caiga todo el peso de la ley”, dijo.

Señaló que el “bachaqueo” lo instalaron en la frontera “y ¿de dónde nos vino? de las mafias colombianas, de Maicao, Cúcuta, y luego la derecha lo nacionalizó″.

Un dedo en la llaga

En las redes de internet es fácil presenciar, incluso en tiempo real, los debates sobre este tema. Hay una sola unanimidad: hay que acabar con el bachaqueo.

Leer además: Venta de productos regulados en las redes: ¿Bachaqueo o Trueque?

Los cuestionamientos vienen sobre la forma y quiénes serán los sujetos de éste combate.

Toby Valderrama, polémico analista político en un artículo titulado: Diosdado, no comprender el fenómeno del “bachaqueo” nos conduce al fascismo, dice:

El bachaqueo es la manifestación social del fracaso de la socialdemocracia intentando hacer Revolución (…) El modelo socialdemócrata está agotado, las señales son múltiples, el “bachaqueo” es sólo una de ellas. Su precursor fue el “dakazo”, los “raspacupos” lo presagiaban…”.

En opinión de éste analista la actual crisis también tiene su origen en un error “del gobierno: dar dólares a la burguesía, a los grandes “bachaqueros (estos sí, una plaga) que se robaron los dólares de cadivi”.

¿Uniformados bachaqueros?

El profesor e investigador de La Universidad del Zulia (LUZ) Jhonny Alarcón Puentes, escribe un artículo donde alerta lo siguiente: “Pretender que todas las personas que hacen colas en los establecimientos comerciales, son contrabandistas y especuladores, es un exabrupto”. (3)

Continúa el artículo explicando que:

“Realizar un análisis sobre lo que sucede con el tema del desabastecimiento no implica justificar prácticas ilegales, por tanto, hay que ir a las raíces profundas que determinan el accionar del “bachaqueo” en el país y no solo aplicar medidas represivas en donde terminan pagando justos por pecadores”.

Y agrega:

“Por otro lado, querer esconder la corrupción y contrabando de los cuerpos de seguridad con las OLP es aún más delirante, pues siguen las denuncias de los casos de miembros de la GNB, PNB, Ejército, Policías regionales y municipales, inmersos en estos manejos dudosos. El contrabando de gasolina y de alimentos hacia Colombia se mantiene y no ha habido manera de controlarlo, ninguna política ha surtido efecto ante este flagelo que azota a los venezolanos de la frontera. Esto sólo se ha podido mantener con la complicidad de los cuerpos de seguridad del estado, no hay otra razón”.

¿Y las bragas?

El reclamo del Defensor del Pueblo al alcalde de Puerto Cabello se dirige a que la colocación de bragas anarajandas y la aplicación de las tareas de limpieza no es función, ni atribución de un mandatario local.

Dijo que ponerlos a barrer calles y parques es una medida “sensacionalistas y afectan nuestra imagen como pueblo”.

No obstante aclaró que los bachaqueros “son personas que cometen infracciones a la Ley”. De ser detenidos en flagrancia deben ser inmediatamente presentados ante la justicia ya que “el único órgano en Venezuela que puede sancionar y que tiene la cualidad institucional de dictar tanto una sanción penal como una pena son los tribunales de la república (…) coloquen a quien detengan, con las manos en la masa, a la orden del Ministerio Público que es el órgano que tiene la capacidad para precalificar e imputar“.
Suena la campana

En medio de todo este debate, siguen las colas. El gobierno se prepara para llenar los anaqueles de alimentos y otros productos en este segundo semestre del año ¿Terminará toda esa importación millonaria en manos del bachaqueo?

La campana suena, los contrincantes están en el encordado y la pelea aún está viva.

*Ernesto J. Navarro es Premio Nacional de Periodismo 2015