Crónica triste de la tragedia de Robert Serra

434

Tulio Monsalve – Aporrea

Este asesinato cruel hay que verlo dentro del marco de un plan de operaciones de guerra, que no se puede calificar de otra forma que psicológica o peor, sucia, o negra. Su objetivo, crear condiciones que debiliten, desbaraten y sobre todo desvaloricen y deshumanicen las estructuras morales y éticas del mundo social de los venezolanos.

Que se utiliza como recurso brutal del neo-paramilitarismo al mejor estilo Uribe. Catadura ajena al temperamento del venezolano; qué algunos pretenden instaurar en el país, con la mayor ferocidad posible para destrozar nuestros modos e insertar, como en el vecino país, la cultura de la muerte; lo reconoce el Ex presidente Ernesto Samper: “el asesinato de Robert Serra es una señal”.

¿Cual es el contenido simbólico de este acto brutal¿ ¿Obvio, al escoger precisamente al “mas joven Diputado de América Latina”? cuya potencial era notable. Encima, muchos lo veían como próximo líder.

¿Pueden acciones como esta crear desesperanza en el chavismo? Debilitarlo, acabando con sus lideres, tal como se cumplió en la estrategia de la ocupación de Irak y otros países del Medio Oriente. Ante ello ¿que respuesta dar en lo inmediato¿: tomar el directo control de los poderes de la justicia, el orden y la paz y encontrar causas y origen de este terrible entramado que nos amenaza. Eso, si, resultados judiciales, son el mejor recurso para reconfortarnos y lograr tranquilidad.

¿Será que la desesperanza de la oposición se arraiga en la violencia, y tiene la Salida, como único medio para acceder al poder?

Ésta es una situación de quiebre, ¿se instaura el clima que Lorent Gómez Saleth, anunció, con instinto sicópata, que se “iban a bajar 20 muñecos”¿. ¿O lo que resolvía el diputado Berrizbeitía, al sentenciar: “los chavistas tienen los días contados”?

Clima fanático que también se siente en la forma inhumana como alguna prensa editorializa. O intenta crónicas, para banalizar esta barbarie, llena de crueldad y odio, sobre este terrible acto de “sicaríato selectivo”, palpable cuando los esquemas de dominación se basan en el uso de los medios para pervertir, originando la violencia que se propicia desde series de TV cuyo fuerza está en hacer “digerible” hasta este bestial asesinato.