Argentina: un acto del kirchnerismo en estado puro
JUAN GUAHÁN|Unidos y Organizados, un conglomerado de organizaciones kirchneristas encabezado por “La Cámpora”, recordaron en el Mercado Central que funciona en La Matanza, un nuevo aniversario de las elecciones del 27 de abril de 2003. Esa fue la fecha, hace 11 años, donde –al kirchnerismo- se le abrieron las puertas para entrar al escenario mayor de la política argentina. Ese día Néstor llegó a una segunda vuelta, que nunca se realizaría, con Carlos Menem.
Concurrieron unos 15 mil militantes, 20 mil según los organizadores, en uno de los sitios más emblemáticos del oficialismo. Allí en el Mercado Central radica el poder más fuerte de Guillermo Moreno, el polémico ex Secretario de Comercio. Por otro lado La Matanza es, con cerca de 2 millones de habitantes, el municipio más poblado del país.
No fueron pocos los mensajes, directos unos no tanto otros, que dejó esa convocatoria del “poder dentro del poder” y que reunió a varias tribus kirchneristas.
Jorge Capitanich hizo las veces de “presentador” y Andrés “Cuervo” Larroque, el dirigentes de La Cámpora que le sigue en jerarquía a Máximo, tuvo que cederle el único y último micrófono a Carlos Zanini. Esta decisión, de la propia Cristina, encierra varias claves: Una: Que los “chicos” de “La Cámpora” todavía deben seguir a la sombra pública de los más veteranos. Dos: Que “La Cámpora” sigue despertando desconfianzas al interior del kirchnerismo. Tres: Que Zanini continúa siendo un miembro de la “mesa chica” junto a Cristina y Máximo.
Pero, tal vez, lo más importante tuvo que ver con los pre-candidatos presidenciales del oficialismo. Daniel Scioli, Sergio Uribarri, Aníbal Fernández y Agustín Rossi, aceptaron las reglas de juego y dieron un opacado “presente”. Estuvieron en segunda fila, sin poder hablar y obligados a escuchar el mensaje oficial dirigido a esa militancia en el sentido que “tenemos que ser interpeladores de los candidatos que aparezcan”. Julián Domínguez, se “salvó” del rol asignado porque estaba en Roma al frente de la comitiva que viajó con motivo de la canonización de los pontífices Juan Pablo II y Juan XXIII. Florencio Randazzo y Juan Manuel Urtubey, los otros candidateables, tuvieron menos excusas pero prefirieron evitar un mal momento y pegaron el “faltazo”.
Entre otras cuestiones que quedaron claras, para quienes aspiren a ser candidatos del oficialismo, luego del acto y el discurso de Zanini se destacan:
Que el liderazgo de Cristina se continuará después de vencidos los plazos institucionales de su actual mandato y así debe ser públicamente reconocido por el futuro candidato.
Que el armado electoral, léase las demás candidaturas, va a estar condicionado por el sector convocado en el Mercado Central. De esa manera esperan asegurarse legisladores y otras instancias institucionales para después de 2015.
Que cualquier postulación debe contar con el visto bueno de dicho sector y por ende de Cristina.
Por último Zanini dejó sentado que “lo único nuevo son ustedes, lo demás son caras gastadas”
Esta es la manifiesta voluntad del kirchnerismo. Consolida su espacio propio, mientras no desecha la perspectiva del triunfo de un no peronista. Quiere continuar manejando el mazo de cartas hasta el momento que deba tomar las decisiones definitivas.
Como complemento de esta actividad se presentaron dos proyectos legislativos que echan algo más de luz sobre el futuro del oficialismo y de la propia Cristina. Con matices menores, el apoderado del Frente para la Victoria, Jorge Landau y el “Cuervo” Larroque han propuesto que los futuros legisladores del Parlasur (Parlamento del Mercosur) sean electos en votación con distrito y lista únicos. Esta propuesta es semejante a la que el gobierno intentó para la integración del Consejo de la Magistratura, en las últimas elecciones, lo que fue rechazado por la Suprema Corte. Esta pretensión pondría a disposición kirchnerismo otras alternativas para el momento de la decisión. Que el apellido Kirchner pueda encabezar la lista (de 43 cargos) traccionando votos, garantizando inmunidades a muchos funcionarios y presencia política institucional, más allá del 2015.
Estas son alternativas y expectativas del elenco oficial. Como siempre, la realidad dará su dictamen final.
Para avanzar en sus objetivos, el multitudinario acto oficial previsto para el próximo 25 de mayo será una ratificación de lo señalado.
Un mensaje presidencial, y el campo 10 años después
La Presidenta hizo anuncios sobre el tema del trigo. Utilizó la cadena oficial y lo hizo mediante teleconferencias con intendentes y un discurso propio. Cristina hizo saber que, en cumplimiento del Programa Cepaga, reintegrarán unos 20 mil pesos a cada uno de los 10.519 productores anotados. Quienes hicieron números dicen que el Estado recaudó (por retenciones) cerca de 200 dólares por hectárea y reintegró el equivalente a 5 dólares. El total de lo reintegrado suma 106 millones de pesos a repartir entre los anotados.
Llamó la atención, lo mencionó la propia Presidenta, que los registrados apenas fueran una tercera parte de los productores. En otros tramos de su presentación Cristina hizo referencia, mostrando los gráficos del caso, que las retenciones no afectaron los mejores momentos de este cultivo. Esta preocupación tiene que ver con el dato de una importante reducción de las hectáreas dedicadas al cultivo de este cereal, en los últimos años. Este anuncio se hizo en momentos en que se inicia la siembra del mencionado cereal.
Más allá de los politizados debates la situación en el campo se puede resumir diciendo que asistimos –en el período 2003/2013- al crecimiento notable de cultivos transgénicos: la Soja y el maíz en menor proporción, con un estancamiento o retroceso de los demás cultivos de cereales y oleaginosas.
Los datos sobre la cosecha 2013/2014 reflejan claramente esa tendencia, particularmente respecto a la soja. Ésta se ha constituido en la “niña bonita” del campo, del gobierno y de la economía argentina. El volumen cosechado de esta oleaginosa ha crecido más del 70% durante la última década (de 31,6 millones de toneladas -2003-2004- a 55 millones para esta cosecha), contribuyendo a que el crecimiento del conjunto de cereales y oleaginosas esté alrededor del 40% (de 69,8 millones de toneladas a 108 millones) en el período señalado.
Con estas previsiones Argentina sigue a la cabeza, junto a Brasil y Estados Unidos, en la producción y exportación de este grano, cuyos principales consumidores son los países asiáticos, particularmente China. Se estima que la soja significará, a los actuales precios mundiales, un ingreso de cerca de 30 mil millones de dólares. Las retenciones sobre este producto significan que la Caja estatal recibirá, este año, aproximadamente 10 mil millones de dólares, solo por la exportación de este “yuyito”.
El maíz tuvo un incremento, en estos diez años, que ronda el 50%. En las demás producciones, particularmente girasol (menos 34%) y trigo (menos 30%) hubo pronunciadas bajas en la producción. El estancamiento (en la papa, yerba mate) o pequeñas bajas (manzana, naranja, arroz) son generalizados. Algo semejante ocurre con la vitivinicultura, básicamente en la provincia de San Juan y los pequeños productores y bodegueros de Mendoza.
Cuando, dejando al sector agrario, nos metemos en el área pecuaria los datos no son alentadores.
En lo que respecta a los vacunos hubo un disminución de 10 millones de cabezas de ganado. En cuanto a la famosa “carne argentina” se produjo un 10% menos, cerraron 125 frigoríficos, con una pérdida de 15 mil puestos de trabajo. Como exportadores pasamos del 3° al 11° lugar.
En la producción lechera se desarrollaron dos tendencias: Un moderado crecimiento en la producción y una tendencia a la concentración en materia de tambos e industria manufacturera, semejante a la que se puede observar en el conjunto de la economía.
Una síntesis de todo lo dicho lo podemos extraer de un Informe del Ministerio de Trabajo de la Nación según el cual cierran mil empresas agropecuarias por año.