Argentina: el tiempo mejora, aunque sigue la tormenta

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JUAN GUAHÁN| En el gobierno argentino siguen con atención la evolución económica. Dólar y reservas siguen calmos. Respecto a la inflación se están tomando las medidas que pretenden contenerla. Para este primer semestre, los acuerdos con las cerealeras parecen haber calmado el tema del dólar, la nueva cosecha traería aún mayor tranquilidad, para el segundo semestre ya se verá…

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Ahora todos los ojos miran la evolución de las próximas paritarias y si los buenos datos sobre la ocupación en el 2013 se podrán mantener con el actual estancamiento económico.

Sonó a música celestial, en la Casa Rosada, un documento de apoyo de algunos sindicalistas (metalúrgicos, construcción, mecánicos y textiles) y empresarios (metalúrgicos, juguete, construcción, calzado, textil y la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires). Los promotores de ese documento fueron los jefes de los Ministerios de Planificación (Julio de Vido), Trabajo (Carlos Tomada) e Industria (Débora Giorgi) y la Ministra de Economía de la provincia de Buenos Aires (Silvina Batakis). Allí llamaron a “seguir el camino iniciado hace 10 años”

Este documento y otras correrías hicieron que la idea de la unificación de las diferentes CGT, que alentaban Hugo Moyano y Luis Barrrionuevo, se fuera al tacho de la basura. Dijo Pablo Moyano, hablando por su padre, “lamentablemente, no hay posibilidades, hoy por hoy, de realizar la unidad.

Un paso importante en la “madre de todas las batallas”

La Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca) dio un paso vital en lo que había sido reconocido en el gobierno como “la madre de todas las batallas”, es decir la confrontación con el Grupo Clarín. A partir del fallo de la Corte Suprema que confirmó la constitucionalidad de la Ley de Medios, Clarín propuso, lo que el gobierno ahora aceptó, dividir sus medios audiovisuales en 6 unidades empresariales. Tiene 180 días para ejecutarlo. Con esta resolución se pone fin, en lo central, a 4 años de conflicto. Los festejos preparados para aquel histórico “7-D” (7 de diciembre), cuando vencía un plazo que el gobierno consideraba vital y donde nada ocurrió, quedaron lejos.

Del gobierno solo habló Martín Sabbatella, jefe del AFSCA. El gobierno puede alegrarse de que, al fin y al cabo, el Grupo Clarín aceptó la vigencia de la ley y algunos límites que la misma le impuso. El Grupo Clarín festeja que puede continuar, tal como ellos lo dicen, manteniendo su línea editorial sobre el conjunto de sus medios. Los dos, gobierno y Clarín, tienen algo para festejar, pero parece que es mucho más lo que cada uno de ellos perdió; se trata del prestigio, credibilidad y desgaste. arg clarin miente

Una de las claves del acuerdo fueron las gestiones del mexicano David Martínez, socio minoritario de Clarín, uno de los principales tenedores de bonos de nuestra deuda y dueño de Telecom Argentina. Este empresario seguramente fue el que nada perdió y si mucho ganó.

En simultáneo con esta resolución sobre Clarín el gobierno aprobó las adecuaciones del grupo Vila-Manzano, el segundo en importancia del país. Hizo lo propio con Aldrey Iglesias, de Mar del Plata. En cambio sigue sin resolver la situación de Prisa-Radio Continental, Pierri-Telecentro y Telefónica-Telefé, entre otros. Entre ellos el caso más complejo es el de Telefé, donde muchos ven la posibilidad que quede en manos del empresario kirchnerista Cristóbal López.

Arreglo con REPSOL

En línea con lo que viene pasando en las últimas semanas el gobierno sigue avanzando para mejorar su imagen en el frente externo. Ya se tiene dicho acerca de la necesidad del gobierno por contar con recursos externos que le permitan mantener los actuales niveles de consumo hasta diciembre del 2015. En estos días están cerrando el acuerdo con REPSOL, por la expropiación de una parte de YPF. El gobierno tiene urgencias. Dada esta necesidad de cerrar brechas con el mundo financiero internacional y porque se acercan los plazos máximos que la ley especifica. Si no hubiera arreglo la expropiación entraría en un limbo jurídico que perjudicaría el desenvolvimiento de la actual YPF.

El viernes pasado Repsol, en una comunicación a la Bolsa de Comercio de Madrid, le informó que está cerrando el acuerdo con nuestro país. Anunció que la cifra sería 5 mil millones de dólares. Ese monto es distante de los 10.500 millones de dólares que reclamaban originariamente y también de los 1.500 que quería abonar el gobierno argentino. Aun falta cerrar detalles acerca del bono (a 10 años), del que tendría que hacerse cargo el próximo gobierno, las garantías que Repsol, quiere para el caso de eventuales crisis locales y la tasa de intereses que rondaría el 8,75% en dólares.

Narcotráfico y drogas en el centro del escenario

Este tema llegó para quedarse. Los sucesos de esta semana no hacen más que confirmarlo y vamos a los hechos. En lo que va del año, en Rosario se produjeron 48 asesinatos vinculados a la violencia de la droga. Exactamente un muerto por día.

Una vida todos los días. En casi todos los casos una vida joven, pagó su tributo a esta realidad que por largos años se iba desplegando ante nuestros ojos pero a la que –generalmente-no prestamos mayor atención como si ocurriera a miles de kilómetros de distancia.

El miércoles 12 de febrero el nombre que la estadística recogió era el de Ariel Alejandro Ávila, tenía 21 años y fue asesinado en Empalme Graneros un humilde barrio obrero que fuera protagonista del histórico “Rosariazo” de 1969.

Ariel tenía 15 años cuando cantaba en un grupo que se conocía como “La Profecía”, allí pintaba con su voz lo que pasaba en su querido Rosario “Donde en cada calle hay una banda diferente//Se enfrentan entre ellos y tiene que correr la gente// Mientras la droga avanza y acaba con la juventud// Los que la venden se enriquecen y no tienen inquietud”.

En estos tiempos nos recuerda Carlos del Frade, un digno periodista rosarino, que Ariel estaba obsesionado por el kiosco de drogas de su barrio, uno de los tantos que pululan por Rosario y otras ciudades de nuestro país. “Hay que quemarlo, tumbarlo, eliminarlo, no puede estar acá”. No lo escucharon quienes debían hacerlo, lo vieron como una amenaza aquellos a quienes denunciaba y fue muerto a balazos en la puerta de su casa. Los vecinos hicieron una pequeña y justa reparación destruyendo al nefasto kiosco.  Esta noticia, escasamente divulgada, sirve de marco a varias cuestiones ocurridas en el curso de la semana.

Agustín Rossi, un rosarino que es Ministro de Defensa, señaló que antes éramos un país de tránsito de drogas, pero que ahora la consumimos y elaboramos. Sergio Berni, Secretario de Seguridad, salió a desmentirlo sosteniendo que no somos productores, agregando que clima y altura no permiten que lo seamos. Jorge Capitanich, Jefe de Gabinete, aclaró que la posición oficial es la de Berni. Un par de días después trató de arreglar la situación diciendo que son “interpretaciones diferentes”.

En el medio Berni volvió a hablar diciendo que, según su opinión personal, habría que despenalizar no solo el consumo sino también la distribución y producción.
Hasta aquí los hechos, pero caben algunas reflexiones.

El poder que tiene este Secretario de Estado para desmentir a un Ministro y ser avalado por el propio Jefe de Gabinete. La inexactitud de lo dicho por ese Secretario que se desdecía de lo que afirmó un tiempo atrás cuando encontró una “cocina” de droga en Rosario calificándola como la más importante del país. La “cocina” es justamente el símbolo de la elaboración.

Vincular a la cocaína con “altura y clima” además de ser una burrada es un agravio al hermano pueblo boliviano y su gobierno que vienen bregando por la legalización de la coca. Porque la coca, una planta sagrada de antiguos pueblos, sí tiene que ver con “altura y clima” y no es maligna como la cocaína, un subproducto que surge de la elaboración que sí se realiza en nuestro país.

Por último Berni se pronunció a favor de despenalizar todo el proceso que transitan las drogas. Ello es audaz pero deja muchos de interrogantes sobre el origen y aplicación práctica de esta “idea personal”.