Las víctimas del ciclo petrolero venezolano

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TOBY VALDERRAMA | El ciclo petrolero venezolano se repite desde hace cien años. Precios petroleros altos, gobiernos buenos, apoyados por una masa que gasta, dilapida, las migajas de la renta. Precios petroleros bajos, gobiernos malos, condenados por el pueblo humilde mal acostumbrado que busca víctimas, culpables de la derrota. Y así, sin percibir la verdadera causa, reaccionando como una vulgar maquinita de consumir, los desposeídos rumian su vida en un ritual de miseria.
La oposición, que conoce estos ciclos porque los ha vivido, los ha sufrido, trata de sacar provecho de la situación que hoy atravesamos. Veamos.

Intentan asimilar al gobierno de Chávez con la bonanza, entonces aquel era un buen gobierno, proveedor. Cuando la ecuación dólares-satisfacción-de-expectativas-insaciables se altera, la oligarquía induce a la masa a pasar factura, a victimizar a los hijos de Chávez: a Maduro, Ramírez, Jaua, Cabello, Jorge, Cilia, Carneiro, Alcalá, Padrino López, Molero, Jacqueline, Giordani, Menéndez, Merentes, Darío, Castro Soteldo el de Portuguesa, Alexis el de Mérida, Aristóbulo el maestro, Maniglia, Arreaza, Izarra… De estos, así lo aconseja la publicidad, escogerán uno o dos para que acompañe al Presidente Maduro como objetivo de sus ataques.

De esta forma, el ciclo petrolero de la política venezolana se repetirá con aburrida rutina.

¿Cómo romperlo?

Cuando la Revolución de Chávez llega al poder, se abre la esperanza de romper el ciclo. La primera etapa fue la del pago de la deuda social y la de los intentos de una nueva organización de la masa, muchos fueron los ensayos. Simultáneamente, se exploraron formas de afirmar la conciencia de sociedad, se detectó al egoísmo como base espiritual del capitalismo y de los males sociales. Esta primera aproximación se hizo desde el cristianismo, desde el “amaos los unos a los otros”. Luego Chávez se dio cuenta, escudriñó en la historia y encontró, que lo espiritual necesita una base material que es la economía social, de propiedad social. Volver al cristianismo primitivo, que es el origen del Sistema Socialista moderno.

Chávez, insistimos que fue asesinado, se disponía a dar el gran salto de la etapa de distribución de la renta a la etapa de racionalizar el consumo, de establecer, ya de manera vigorosa, nuevas relaciones de los humanos entre sí, con ellos mismos y con la naturaleza. Ese es el reto del chavismo: pasar de la etapa de bonanza a la etapa espiritual de la Revolución, romper el ciclo político petrolero.

¿Es posible superar el ciclo político petrolero venezolano?

Es posible, pero no es fácil, necesita el coraje político, la inteligencia, la visión, de los hijos de Chávez, del Presidente Maduro Moros. El camino es profundizar el Socialismo. Esto es asentar la vida social, no en lo material, no en el consumo capitalista, sino en lo espiritual. Que lo material esté al servicio de la vida y no la vida al servicio del consumo material. Liberar a la vida de las cadenas del capitalismo que nos convierte en máquinas de consumir inutilidades que nos alienan, en lugar de elevarnos en nuestras condiciones humanas. Valorizarnos por lo que somos, lo que sabemos, y no por el valor transvasado de las mercancías que poseemos.

El gobierno debe hacerse una autocrítica valiente, de buena fe. Estamos seguros, intentando evitar sacrificios al pueblo, confió en la burguesía y ésta nos traicionó. Ahora, la oligarquía a eso nos ha forzado: es necesario profundizar el Socialismo, dar un gran salto, acabar con las relaciones oligarcas que no funcionan, lo que hacen es apropiarse de la riqueza que pertenece a todos y dejar una estela de miseria en la sociedad.

Convóquese al pueblo de Bolívar, de Chávez, a esta cruzada, ahora sí definitiva, no se trata de controlar al capitalismo, se trata de superarlo. Vendrán dificultades, carencias, todo parto supone dolor, que será compensado por el fruto que se construye, por la satisfacción de participar en una obra histórica, por hacernos grandes en las grande tareas. Como en Abril, en Diciembre, sabremos salir adelante, construiremos la sociedad que soñaron los libertadores, que soñó Chávez.

Éste es el camino. La víctima tiene que ser el capitalismo. Si el capitalismo sigue incólume sería repetir el rito infernal, repetir el ciclo político venezolano de los últimos cien años.

¡Viva Chávez y su legado original: el Socialismo!