Elena Poniatowska es la cuarta escritora reconocida con el Cervantes de Literatura
MÓNICA MATEOS-VEGA| Este premio es una muy buena noticia para el periodismo, para las mujeres y para (el periódico) La Jornada”, afirmó la escritora mexicana Elena Poniatowska (París, 1932) en su casa de Chimalistac, en la ciudad de México, luego de enterarse de que fue galardonada con el Premio Cervantes de Literatura, considerado el Nobel de las letras en español.
El jurado, según consta en el acta, valoró su brillante trayectoria literaria en diversos géneros, de manera particular en la narrativa y en su dedicación ejemplar al periodismo.
Destacó de su obra el firme compromiso con la historia contemporánea, y la definió como autora de obras emblemáticas que describen el siglo XX desde una proyección internacional e integradora. Elena Poniatowska constituye una de las voces más poderosas de la literatura en español de estos días.
México, un país muy dividido
Poniatowska, escritora, periodista y colaboradora de este diario recibió la noticia en punto de las 7:30 de la mañana, a través de una llamada telefónica desde España, de parte del ministro de Educación, Cultura y Deporte de ese país, José Ignacio Wert, quien le avisó poco minutos antes de difundirlo a todo el mundo.
A partir de ese momento, la alegría se instaló en la autora, sus familiares y amigos. Los primeros en felicitarla fueron sus hijos: Mane, el mayor, corrió a casa de su madre para ayudarla a coordinar al enjambre de reporteros que desde las ocho horas y hasta el mediodía se instaló en su calle; Felipe, el único que siempre le dijo algún día tendrás el Cervantes, pues eres una chingona al teléfono, llorando como Magdalena; y Paula, quien reside en Mérida, también entre sollozos de felicidad, le dijo: Estoy tan orgullosa.
Poniatowska lo cuenta una y otra vez a la prensa: escucharlos fue una maravilla, y aunque sus ojos se humedecen por la emoción, nada borra su gran sonrisa. Recibe a los periodistas nacionales y extranjeros en grupitos pequeños, porque su sala no tiene espacio para tantas cámaras y micrófonos.
Entre entrevista y entrevista, se da tiempo para recibir a una amiga que llegó de Polonia, la cantante de música antigua Julieta González, quien viene a proponerle buscar un editor en ese país para que traduzca todas las novelas de Poniatowska al polaco, pues sólo hay un libro en ese idioma.
También hay que esperar a que conteste dos o tres preguntas de los colegas que tienen programas en vivo en radio. Con quienes la entrevistan desde Colombia no pierde la oportunidad para decirles que México es en la actualidad un país muy dividido y narrar que Andrés Manuel López Obrador tiene muchos seguidores y que él ama a la gente.
Cuando llega el turno de La Jornada, Elena pregunta, ¿qué más digo? Mejor les recito algo.
Como niña bien portada, de pie ante los presentes, de memoria, obsequia algunos versos del poema Del trópico, de Rubén Darío: ¡Qué alegre y fresca la mañanita!/ Me agarra el aire por la nariz:/ los perros ladran, un chico grita/ y una muchacha gorda y bonita,/ junto a una piedra, muele maíz./ Y la patrona, bate que bate,/ me regocija con la ilusión/ de una gran taza de chocolate,/ que ha de pasarme por el gaznate/ con la tostada y el requesón.
En ese momento llega su editora, Nubia Macías, quien apenas le da un par de besos, para dejarla platicar unos minutitos con los reporteros, pues deben irse corriendo a una rueda de prensa.
-Elena, el Premio Cervantes 2013.
-Fue muy inesperada (la noticia del galardón), pues ni siquiera aparecía entre los candidatos. Me lo entregan el 23 de abril en Madrid y tengo que echarme un rollo, desde luego será sobre lo que México es para los mexicanos y para mí, sobre todo, hablaré acerca de lo que significa el periodismo, pues es un gran premio para el periodismo, porque yo lo soy desde 1953. Primero escribí artículos, ya luego mi primer libro que se llamó Lilus Kikus que inició esa colección Los Presentes, donde por primera vez publicó Carlos Fuentes Los días enmascarados.
Ahorita acabo de publicar El universo o nada: biografía del estrellero Guillermo Haro, y estoy trabajando en una novela sobre Lupe Marín, la segunda esposa de Diego Rivera, pues encontré 150 páginas de entrevistas con ella, ¿ya es un libro, no?
–¿Siguen más libros y premios?
–Más libros, sí. Premios, pues eso ya depende, es aleatorio.
–Lo que quisiéramos que siguiera para usted es el Nobel.
–¿Te imaginas? Para México, ahorita que estamos medio bocabajeados con todo lo que nos sucede y las inundaciones, es una muy buena noticia este premio. Es una oportunidad de hablar de la cultura, que no es ni de izquierda ni de derecha, es, y ya, y hay que darle su importancia, pues, por ejemplo, se han cerrado suplementos en los diarios.
Elena Poniatowska es la primera mujer en México en recibir el premio Cervantes. La quinta mexicana después de Octavio Paz (1981), y sus entrañables amigos Carlos Fuentes (1987), Sergio Pitol (2005) y José Emilio Pacheco (2009).
Es la cuarta escritora que es reconocida luego de la cubana Dulce María Loynaz (1992), que era como muy frágil, la filósofa española María Zambrano (1988) que vivió en Morelia, y Ana María Matute, también española (2010), con quien me eché una bebida que no me acuerdo qué era, y ya.
El lunes, los organizadores del premio dieron a conocer que entre los finalistas se encontraban los hermanos Luis y Juan Goytisolo, el mexicano Fernando del Paso, la poeta cubana Fina García Marruz y el español Francisco Nieva.
Con el anuncio del Premio Cervantes 2013 a Elena Poniatowska se cumplió una regla no escrita que cada año reparte de manera alternada el galardón entre un escritor de España y uno de América. El año pasado se confirió al español José Manuel Caballero Bonald.
Este reconocimiento es muy bueno para las mujeres, para las escritoras que vienen, para las pintoras, muy bueno para las periodistas, para todas las que trabajamos, somos mamás y tratamos de hacer algo más y debemos de hacer el día más largo, explica la escritora y periodista.
-Como es tradición, el rey Juan Carlos de España entregará el premio Cervantes.
-El rey, la reina y los principitos me darán el premio, señala una eufórica Elena, quien se pone a cantar de nuevo, ahora en francés: “Lundi matin, le roi, la reine et le petit prince/ sont venus chez moi pour me serrer la pince/ comme j’étais parti, le petit prince a dit:/ puisque c’est ainsi nous reviendrons mardi. (El lunes por la mañana, el rey, la reina y el principito/ vinieron a mi casa para saludarme/ pero como me había ido, el principito dijo:/ pues es así volveremos el martes)”.
–¿Tiene ya planeado qué hará con el dinero del premio?
–No es el premio más cuantioso. Fue mucho más grande el Carlos Fuentes que le dieron el año pasado a Mario Vargas Llosa, de 250 mil dólares.Quiero hacer una fundación y creo que este dinero ayudará, para tener un local para la biblioteca y hacer talleres, darle mucha importancia a las m ujeres. Tener un montón de cosas para darle énfasis a la cultura, sobre todo nosotros que a eso nos dedicamos, a la educación y a la cultura.