Aporrea: “Además del cerco capitalista, hay un cerco mediático burocrático que hay que romper”
SARA DÍAZ| El chavismo enfrenta uno de los momentos más difíciles de su historia. La ausencia del líder principal y la necesidad de autocrítica de la base ante problemas como la inflación, la corrupción y el sectarismo, expresada en la cancelación de las primarias para los comicios del 8D, han crispado los ánimos de una militancia decepcionada que ha encontrado en la página Web Aporrea una vía para el desahogo.Aporrea/El Universal
Uno de los pocos canales abiertos para los cuestionamientos que surgen en el PSUV es este sitio de Internet que 13 años después de su creación sigue dando espacio al debate, cosa que no ocurre en los medios tradicionales oficiales, en los que solo se ventila la crítica a la oposición y no se le da suficiente espacio a las vocerías del movimiento popular.
“Además del cerco capitalista mediático de los medios privados, hay un cerco mediático burocrático -del Estado- que hay que romper”, señala la cabeza de la Web, Gonzalo Gómez, (59 años, psicólogo, delegado fundacional del PSUV) que recuerda que en 2002, cuando cobró vida la propuesta de Aporrea como resistencia al golpe de Estado contra el presidente Chávez, los escépticos le advertían “mira que Internet no sube cerro”. “No se creía que eso pudiera tener algún impacto”, recuerda Gómez al celebrar que la página ha llegado a tener 450 mil visitas en un día cuando en sus inicios para lograr tal cifra tenían que pasar cuatro meses. “Seguimos siendo revolucionarios comprometidos con el poder popular”, reitera antes de aclarar que las críticas a la política comunicacional gubernamental no lo excluyen de la revolución.
-¿Aporrea es una vía de escape para el chavismo crítico que no encuentra espacio en medios convencionales?
-Sí, de alguna manera ocurre eso porque los medios del Estado se enfocan en la agenda gubernamental, se enfocan en las cuestiones que quieren difundir sobre obras de Gobierno y aquello que ofrece un punto de confrontación, de roce o discrepancia con las organizaciones del Estado o con las figuras de Gobierno o con funcionarios, suele ser obviado, no aparece. Es visto como algo no conveniente o peligroso o no se le da importancia. No se visibiliza mucho el movimiento popular. Alguna vez lo ha hecho Vive pero hay muchas cosas que no salen, cuando hay puntos álgidos de choque y confrontación y entonces la gente busca otras alternativas.
El chavismo, y gente de oposición que también la lee, recurre a la página porque ofrece una perspectiva que no es la de los medios de comunicación privados, que responden a los sectores políticos a los que son afectos los empresarios, y tampoco es una página oficial de Gobierno, aunque aparecen informaciones convencionales de los ministerios, etc, pero lo que uno puede encontrar en Aporrea procede de movimientos populares, organizaciones sociales.
-¿Cómo era la Aporrea con Chávez y cómo es la Aporrea postChávez?
-En la Aporrea postChávez tenemos otra responsabilidad encima. Tenemos el compromiso de ser defensores del legado del presidente Chávez, de esas características que son las más parecidas al movimiento popular, ese Chávez directo, combativo, que es capaz de la autocrítica aunque se moleste en el momento pero después es capaz de reconocer y decir tenemos que rectificar. Ese Chávez que empuja la revolución pero no para el mantenimiento del statu quo. Además, la defensa del espacio crítico porque nosotros tenemos problemas de burocratización de la revolución bolivariana, dentro del aparato del Estado, los que continúan enquistados, los que se pervierten en el camino.
-¿Boliburguesía?
-Eso existe porque hay sectores de la burguesía que se acomodan y se arriman al Gobierno Bolivariano, y al mismo tiempo hay sectores de funcionarios que al manejar transacciones del Estado, por la posiciones que ocupan, empiezan a acumular capital, a guardar recursos, a invertirlos y se vuelven empresarios. Detrás de un funcionario corrupto también hay un capitalista corrupto ¿Quién da la comisión?
-El tema de la corrupción ha estado muy presente en Aporrea.
-Es un tema principal de la gente porque Aporrea no establece artificialmente los temas. A veces uno abre Aporrea y parece una página como cualquier otro medio de comunicación manejado por el Gobierno y hay otros días en que está muy ácida, muy fuerte.
-¿Acida cómo una página de un medio privado?
-En todo caso puede parecer de oposición pero no para echar para atrás, siempre en el marco de la izquierda. Las posiciones que más se parecen a la oposición son las más moderadas. Nosotros no marcamos la orientación de las noticias ni del debate crítico e Aporrea, lo reflejamos como un termómetro. La temperatura sube y baja según las circunstancias.
-¿Los temas de más impacto este año?
-Los de carácter conspirativo y violento, desconocimiento de los resultados del 14A…
-¿Y esa es la preocupación principal del chavista hoy en día? ¿Cuál es esa preocupación de acuerdo al termómetro de Aporrea?
-Los temas que se comparten con el pueblo: la escalada de los precios; la inflación y la especulación; el acaparamiento; la escasa provisión de productos para el consumo. También el tema de la corrupción es muy importante. El tema de las luchas, ya sea con sectores capitalistas o con sectores de la burocracia del Estado, y también la lucha para que empresas de propiedad social, como Diana, lácteos Los Andes, no sean acaparadas por funcionarios de Gobierno, que no son propietarios capitalistas de la empresa, pero que muchas veces la manejan como si fueran los dueños capitalistas con privilegios, y se corrompen y las utilizan para su propio beneficio. Entre otros casos, como el de los Yukpas, que no los han tratado como se debe en los medios que maneja el Gobierno, tampoco en los de la burguesía.
-¿Por qué cree que ocurre eso en medios del Estado?
-Porque solo utilizan la óptica institucional y la óptica del Gobierno y del Estado y no la del pueblo revolucionario. Por eso es que los movimientos populares independientemente que le guste o no a funcionarios de Gobierno o ministros debemos tener nuestro espacio. Las televisoras y los medios del Estado deben ser para nosotros, no para los funcionarios. Cuando hay peleas contra sectores burocráticos eso no aparece, o aparece muy poco, o es borrado. Yo diría que en Venezuela, partiendo de reconocer que hoy tenemos más libertad en todos los sentidos para que el pueblo se exprese que en la cuarta República, hay que decir que hay que romper el cerco mediático burocrático y el cerco mediático capitalista. Se trata de que podamos tener periódicos y medios del movimiento popular, de las comunas que se comienzan a formar.
-Chavistas como Nicmer Evans y Heiber Barreto han señalado que más de 10 programas de radio o TV de autocrítica revolucionaria han salido del aire por presiones gubernamentales, incluso sus propios espacios ahora encontraron en Aporrea un canal de difusión. ¿No teme que Aporrea sea víctima de esas supuestas presiones?
-No es lo mismo que un programa desaparezca de un medio controlado por el Estado a que se pretenda que desaparezca de un medio alternativo como Aporrea. (Mandar a cerrar un programa en Aporrea) sería ir demasiado lejos. Sería incompatible con los principios de la revolución bolivariana que tiene incluido el tema de la participación y el debate, la crítica y la autocrítica. Cualquier funcionario o figura política que esté en la revolución y que tenga esos objetivos actuaría de forma contrarrevolucionaria. Siempre habrá tensiones. Dentro de una revolución también hay que patalear.
-¿Cómo se financian? Vemos que hay propaganda de Gobierno.
-Ha sido necesario financiarnos con propaganda institucional, de ministerios o instituciones de carácter social. Eso tiene una limitación, hay distintas formas de reacción frente a lo que se publica y puede haber sectores que en un momento dado ponen una propaganda y luego no la quieren seguir poniendo porque no les parece que la orientación de Aporrea sea la mejor.
-¿Entonces sí hay presiones de funcionarios del Gobierno ante temas críticos?
-Es que no es una política de Estado. Presiones no, a lo sumo alguna llamada de gente que se pueda quejar de la manera en que se aborda algún material. La propuesta que le hacemos es que hagan su réplica, que debatan. Ha habido ocasiones donde han disminuido las contrataciones de propaganda, pero nunca ha sido algo generalizado que nos haya llevado a un extremo de ponernos al borde de desaparecer.
También recibimos algunas colaboraciones espontáneas de lectores o escritores, eso no lo hemos sabido aprovechar suficientemente. Las organizaciones sociales y movimientos populares quizás se acostumbraron un poco a que tenemos que ser usufructuarios de la renta petrolera y a decir que Gobierno es el que tiene que pagar nuestras publicaciones. Pensamos que es necesario hacerse responsable por lo que se produce y ser invulnerable a cualquier clase de presión, porque tenemos luchas antiburocráticas y contra la corrupción, y si estas están en un momento en algún sector del Estado, eso es una pelea. Por eso es importante que nosotros seamos lo más autónomos que podamos. En algún momento llegamos a utilizar propagandas de Google para poder cubrir gastos en el exterior.
-¿Y no es contradictorio?
-Puede ser un problema porque hay propagandas que son incompatibles con nuestra naturaleza, tenemos que estar filtrando esas propagandas aleatorias, algunas de ellas se pueden bloquear, pero es que con eso se financian gastos relacionados con servidores y alojamiento de la página. Esperamos superar eso … sin violentar nuestros principios.
-¿Cuál será el papel de Aporrea en las elecciones del 8D?
-Reflejaremos las actividades de la campaña y la contracampaña frente a la derecha. La gente envía sus opiniones y allí seguramente entrarán elementos críticos, como la metodología de selección de los candidatos del PSUV, y bueno, eso es expresión de ese pueblo de la revolución que tiene su propio criterio. La oposición tiene a sus medios burgueses que cubrirán sus actividades, porque en ese cerco de medios privados también se obvian temas como el de la violencia fascista del 14 de abril.
-¿Los radicales de izquierda han encontrado un nicho en Aporrea?
-Es un espacio de debate, aparecen artículos de militantes del PSUV, desde los más conservadores, moderados, hasta y creo que es lo fundamental en Aporrea, los que tienen una postura radical crítica, que creen que los ritmos de la revolución deben ser más acelerados y que no están muy conformes en como se llevan las cosas.
-Pero que siguen apoyando al Gobierno a pesar de las críticas.
-Sí, que están alineados con la Revolución y defienden al Gobierno contra la oposición contrarevolucionaria.
-¿Cómo es el filtro?
-Publicamos casi todo lo que nos llega, que tenga lenguaje tolerable, que no haya elementos discriminatorios como machismo, homofobia, racismo, ese tipo de cosas no las admitimos. Hay equipos con guardias, una veintena de personas se encarga de revisar los artículos, pero a veces hay que corregir aspectos formales y gramaticales, y aun con deficiencias, preferimos publicar porque entonces la libertad de expresión sería solo para los eruditos. Nacimos como órgano de expresión de un proceso revolucionario.