Ex técnico de la CIA reveló el espionaje de llamadas e internet de EE.UU. y pedirá asilo
Edward Snowden, un ex técnico de la CIA que trabajó como consultor para la Agencia Nacional de Inteligencia (NSA) de Estados Unidos, dijo que “Tengo la intención de pedir asilo a cualquier país que crea en la libertad de expresión y se oponga a que la privacidad global sea la víctima”.
Snowden se hizo responsable por las recientes filtraciones sobre el espionaje norteamericano. Según divulgó ayer el diario The Guardian, el joven estadounidense de 29 años trabajó durante cuatro años para la NSA como empleado de varias compañías adjudicatarias de contratos de defensa, la última de ellas Booz Allen Hamilton, desde la que tuvo acceso a la información secreta. “Tengo la intención de pedir asilo a cualquier país que crea en la libertad de expresión y se oponga a que la privacidad global sea la víctima”, indicó el joven, que se encuentra actualmente en Hong Kong, en una entrevista con el diario The Washington Post, dando cuenta de que piensa buscar asilo.
Snowden estuvo una década relacionado con la inteligencia estadounidense, primero como ingeniero informático de la CIA, asentado en Ginebra, y después como consultor en varias empresas externas de defensa que colaboran con la NSA, según reveló él mismo al diario británico. The Guardian aclaró que había decidido difundir la identidad del joven por deseo expreso de Snowden, quien cree que no ha hecho nada malo y no tiene miedo a lo que pueda ocurrirle, pese al juicio contra el soldado Bradley Manning, fuente de las filtraciones de Wikileaks y que es juzgado actualmente por una corte militar. “Quiero que el centro de atención sea sobre los documentos y el debate que espero que genere entre los ciudadanos de todo el globo sobre el tipo de mundo en el que quieren vivir”, apuntó el topo en declaraciones publicadas por The Guardian en su sitio web. “Mi única motivación es informar al público de lo que han hecho en su nombre y lo que se hace en su contra”, agregó. Snowden se encuentra actualmente en Hong Kong, adonde viajó el 20 de mayo después de abandonar su trabajo como consultor de la NSA en Hawai, una vez recolectada la información y copiados los documentos ahora divulgados.
Por otra parte, el coordinador de los servicios secretos de Estados Unidos, James Clapper, pidió al Departamento de Justicia abrir una investigación penal sobre las filtraciones con respecto a los programas de vigilancia electrónica, informó ayer la cadena NBC. “Para mí es literalmente desgarrador ver lo que está sucediendo, por el enorme daño que hace a nuestras capacidades de inteligencia”, dijo Clapper en un extracto de una entrevista con la cadena de televisión. La vigilancia electrónica es una herramienta clave para seguir protegiendo la seguridad de la nación, sostuvo.
El funcionario dijo entender las preocupaciones de la opinión pública con respecto a la invasión de la privacidad y las libertades civiles, pero dijo que mucho de lo que la gente está viendo y leyendo en los medios está bastante exagerado. “El debate sobre los programas es un arma de doble filo, porque nuestros adversarios se benefician de esa misma transparencia”, dijo. “Así que mientras nosotros hablamos, ellos van a la escuela y aprenden cómo se hace. Es por eso por lo que puede hacer un gran daño a nuestras capacidades de inteligencia”, advirtió.
Según la información de prensa, el servicio secreto estadounidense NSA reunió masivamente datos de usuarios de grandes empresas de Internet, como Facebook, Google, Apple, Microsoft y Yahoo! Estas empresas, por su parte, negaron haber facilitado el acceso directo a sus sistemas a las autoridades norteamericanas. Los periódicos estadounidense y británico The Washington Post y The Guardian publicaron varias páginas con gráficos de una presentación interna del NSA, que muestran el flujo de informaciones a esa agencia en el marco de “Prism”. De la presentación se puede inferir que la reunión de datos fue ampliada cada vez a más empresas de Internet.
Clapper dijo que no puede dar todos los detalles sobre el programa o corregir la información equivocada del artículo sin revelar información clasificada, pero indicó que desea disipar algunos de los mitos alrededor de los esfuerzos de las agencias de inteligencia. El documento de tres páginas explica, entre otras cuestiones, que con el programa secreto estadounidense “Prism” para la vigilancia en Internet no se reunieron datos sin avisar a las empresas implicadas.
“No es un programa de recolección de datos secretos sino un sistema informático interno del gobierno”, quiso aclarar Clapper. En el comunicado no ofreció detalles sobre el tipo de información reunida, pero indicó que se detectaron, por ejemplo, planes de organizaciones terroristas.
Además, legisladores demócratas y republicanos se sumaron a la polémica y pidieron más transparencia para que el público conozca las directrices que gobiernan los programas de ciberespionaje. En una entrevista con la CNN, el senador demócrata por Colorado, Mark Udall, dijo que su principal preocupación es que los estadounidenses no conocen hasta qué punto están siendo vigilados. Y opinó que el gobierno debe explicar a la opinión pública los dos programas de obtención de registros telefónicos y de acceso a información de servidores de empresas de Internet.
El senador no cree que la obtención de los registros telefónicos de estadounidenses, que incluyen números de teléfono, duración de llamadas o localización, sirva para detener ningún complot terrorista. El senador republicano Rand Paul dijo al canal Fox News que baraja denunciar ante el Tribunal Supremo el programa de control telefónico, por la posibilidad de que invada la privacidad de estadounidenses y vulnere la Constitución. La cuarta enmienda de la Carta Magna de Estados Unidos protege a los ciudadanos de investigaciones y aprehensiones arbitrarias o abusivas del Estado.