OTAN
ROBERTO MALAVER | ¡Ahora sí se puso buena la vaina! Dicen que después que Juan Manuel Santos recibió a Embajada Radonski, llamó a su secretario más cercano y le dijo: Este hombre es peligrosísimo, llámate a la OTAN para ver si nos acepta como miembros, porque este hombre ya tiene once asesinatos encima. El secretario salió a pedir el número de la OTAN y al rato ya estaba en todos los medios la solicitud de Santos.
Lo que pasa es que claro, nadie en el gobierno se atrevió a decir que lo habían hecho para cuidarse de Embajada Radonski, y aquello trajo un polvorín: El presidente Nicolás Maduro se quejó y llamó al Canciller Elías Jaua y le dijo que estuviera atento con las relaciones.
Y los cronistas opinadores comenzaron a decir todo lo que se les ocurrió para criticar aquella solicitud, y después la gente de la OTAN dijo que Colombia no podía ser miembro de la Organización porque está fuera de su geografía, y allí fue cuando Santos, todavía asustado por los once asesinatos de Embajada Radonski, les dijo: Pero estamos dispuestos a cooperar con ustedes, acéptennos, y desde allá, ante tanto susto, le dijeron que está bien.
Eso hizo que Santos, ahora con más calma, dijera que su gobierno no hacía diplomacia de micrófonos y puso a su Ministro de la Defensa a dar unas declaraciones, y que si hubo un mal entendido, y tal, y lo que pasa es que el Presidente Santos quería preguntarle a Embajada Radonski cómo era que se llamaba el pez del río Orinoco que por lo visto le gusta mucho al candidato derrotado.
En fin, que el Presidente Santos puso a correr a la gente de la OTAN que estaban a punto de invadir dos o tres países, y tuvieron que aguantarse un momento para discutir su solicitud. Y mientras tanto Embajada Radonski dijo que iría al Perú, y allá cuentan que el Presidente Ollanta dijo: “Pendientes con la solicitud a la OTAN porque este hombre viene de descargar su arrechera y si asesinó once venezolanos, aquí puede matar más.
Al final, el papá de Margot, viendo, ahora con mucha sospecha, a nuestro canal Globovisión, subió el volumen para escuchar la voz del candidato derrotado, es decir, Embajada Radonski, que estaba diciendo: Por ahora no voy a viajar a Perú, porque me voy a dedicar a resolver problemas internos
El hombre apagó el televisor y se puso de pie, y salió caminando para el cuarto, y en el camino iba diciendo: Vete de una vez para Miranda y deja de joder. Y abrió la puerta, vio para donde estaba yo, y lanzó aquella vaina con toda la arrechera descargada del tercer mundo, y aquello pareció un terremoto en tercera dimensión.
– Esa maldita pared.- me canta Margot