Uruguay: El Frente Amplio ante una ruptura simbólica con los jóvenes

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Kintto Lucas

UNO

Pero más allá de las encuestas, que muchas veces muestran una realidad parcial y parcializada, y pueden ser interpretables, hay una percepción colectiva en un gran número de frenteamplistas y en mucha gente de que la campaña del Frente Amplio no ha podido despegar y si se mantiene en el mismo tono seguirá estancada hasta la elección.

Para buena parte de los electores uruguayos el Frente no propone nada nuevo. Y lo peor es que los sectores frentistas muestran un anquilosamiento que asusta. Puede ser que a muchos no les guste lo que digo, pero así lo percibe mucha gente.

La dirigencia del Frente no ha sabido leer el momento simbólico que vive el Uruguay y que se nota desde hace un tiempo, pero que se evidencia en dos hechos recientes: las elecciones internas y el caso de Luis Suárez.

Los dos hechos son expresiones de una reivindicación de lo nuevo, de lo joven, de la renovación, de la irreverencia, de la rebeldía colectiva contra lo institucionalizado, lo burocrático, lo establecido. En los dos hechos hay rupturas simbólicas con las cuales buena parte de la gente se siente identificada.

DOS
uru fa jovenes

La elección de Pepe en la interna del FA y luego en la presidencial fue un llamado de atención a un sistema político anquilosado. Ahí empezó a profundizarse la ruptura simbólica con ese sistema. Las últimas elecciones internas la dejaron en evidencia.

Incluso la elección de una mujer como presidenta del FA también es parte de esa ruptura. La gente está experimentando está buscando algo nuevo. Experimentó votando por el FA primero, profundizó en esa experimentación votando por Pepe después, hizo un llamado de atención votando por una mujer más tarde, y fue casi un tirón de orejas la votación interna por Constanza y Raúl.

Pero algo similar se ha dado en el Partido Nacional. Cuando Lacalle Pou gana es también un llamado a la renovación. Es un tirón de orejas a la impostación, al envejecimiento. Aunque venga de una familia tradicional, ha logrado limpiar la imagen. Y cuando él hace una irreverencia como “la bandera” cae simpática a muchos jóvenes que no necesariamente son simpatizantes de algún partido. En el imaginario de buena parte de los jóvenes hoy es más tradicional la imagen de Tabaré, Astori u otros voceros frenteamplistas que la de Lacalle Pou, aunque nosotros nos paremos de cabeza y digamos que eso no es verdad y recurramos a la historia para definir a Lacalle Pou.

Para esos jóvenes y otros que no son tan jóvenes, pero para el Uruguay lo son, finalmente todos los partidos son parte de la tradición. Ninguno propone nada nuevo, y cuando lo han propuesto, como una nueva Constitución o un Frigorífico Nacional, finalmente queda en el camino. Todos tienen en sus filas gente que ha sido denunciada por corrupción. Todos son percibidos como parte de un mismo lodo. Nos guste o no.

La Ley del Aborto para un país como Uruguay no es imagen de rebeldía, es imagen del laicismo ya establecido. La Ley de Matrimonio Igualitario finalmente ha sido asumida como una opción de país. La despenalización de la marihuana ha tenido un doble efecto: contrario en el Uruguay tradicional y relativamente positivo en los jóvenes.

Por lo tanto electoralmente esas leyes no han ayudado, y más allá de estar de acuerdo, tenemos que estar claros en eso para ver cuáles deben ser nuestras respuestas.

Para buena parte de los jóvenes es más irreverente quien dice que fumó marihuana que quien vota una ley para despenalizarla. Por otro lado, para el Uruguay conservador es destacable que alguien que dice haber fumado marihuana luego “entre en el camino correcto” y se oponga a una ley que la despenalice. Es casi como decir que por haber experimentado sabe que no es bueno despenalizarla. Y cuidado porque eso ocurre incluso con muchos votantes frenteamplistas.

TRES

Lacalle Pou
Lacalle Pou
Se han juntado muchos elementos subjetivos para la buena performance de Lacalle Pou, pero además viene realizando, desde el punto de vista técnico, una muy buena campaña y colocó a todo el Frente Amplio a hablar de él. Ante la realidad subjetiva y objetiva ¿cuál es la respuesta del Frente?

La elección de Raúl como candidato a vicepresidente del Frente, fue una repuesta muy importante ante la coyuntura presentada, porque puso una cara distinta en la campaña del FA, puso en el imaginario a alguien ubicado en la renovación que tuvo gran apoyo interno. También fue un mensaje de unidad. En aquel momento dije que esa candidatura era lo mejor para el Frente, tanto políticamente como electoralmente, pero posiblemente no sería lo mejor para el futuro político de Raúl. Sin embargo, su presencia en la campaña no ha logrado imponer una imagen renovadora. Para muchos jóvenes y no tan jóvenes su presencia es casi decorativa.

Con el correr de las semanas de campaña, esa percepción subjetiva se amplió, Raúl fue opacado por la voz de Tabaré, que si bien en cierto sentido es lógico, por las características de esta campaña debería ser diferente. Hay una percepción de que Raúl habla cuando Tabaré se lo permite. La campaña hasta ahora muestra que el Frente tiene una sola voz que es la de Tabaré y tanto él como los voceros sectoriales que se muestran hasta ahora no son imagen de renovación. Parece que Raúl no tiene vocería. O que la perdió en el momento que fue elegido como candidato a vice.

CUATRO

Hay algo a nivel subjetivo de la sociedad uruguaya que lleva a proponer un recambio, que lleva a oponerse a lo establecido.

Puede gustarnos o no, pero en política y en política electoral más, estamos obligados a leer el momento con una mirada amplia y crítica, aunque es más fácil hacernos trampas al solitario y después, cuando nos chocamos con la realidad, buscar responsables.

En ese país de la subjetividad, la mención de la Sub 20 por parte de Tabaré en lugar de ayudarle, fue contra él: primero porque de alguna manera los jóvenes sintieron un desprecio hacia ellos, no a Lacalle Pou, y además, pensando en términos futbolísticos, para los jóvenes y para muchos uruguayos la selección Sub 20 fue vice campeona del mundo.

Por lo tanto la respuesta del Consejo de Sabios Ancianos fue tomada como una respuesta desde los jóvenes.

En ese sentido de la subjetividad, incluso el respaldo colectivo del Uruguay a Luis Suárez es un respaldo a la irreverencia, a la rebeldía, y un rechazo a la institucionalidad, al poder constituido, anquilosado y burocrático de la FIFA.

Hay una ruptura simbólica de los jóvenes realmente jóvenes, de los jóvenes de 40 y hasta 50 con el Uruguay pre establecido.
El Frente debería darse cuenta de esa ruptura y modificar el rumbo de la campaña mientras haya tiempo.

Tabaré y Raúl deberían repartirse la vocería. Raúl debería asumir una vocería claramente diferenciada, en la forma y en los temas reivindicados. Debería marcar y remarcar mucho más un perfil propio, renovador, más allá de reivindicar todo lo bueno que ha hecho el FA.