Perú: Verónika Mendoza descarta cheque en blanco al presidente Martín Vizcarra

Verónika Mendoza

Prensa Latina

La dirigente progresista peruana Verónika Mendoza descartó dar un apoyo incondicional al presidente Martín Vizcarra y planteó la necesidad de profundizar la democratización abierta y llegar a una asamblea constituyente. ‘Somos una fuerza de oposición al gobierno; hemos respaldado la disolución constitucional del Congreso, pero ello no significa un cheque en blanco al presidente’, manifestó.

‘Somos una fuerza de oposición al gobierno; hemos respaldado la disolución constitucional del Congreso, pero ello no significa un cheque en blanco al presidente’, manifestó la líder del Movimiento Nuevo Perú (NP), en una entrevista con la radioemisora La Pizarra de España.

Añadió que si bien NP ha coincidido con el gobernante en la lucha contra la corrupción, ‘hemos discrepado profundamente de su política económica’.

Criticó que el gobierno pretenda resolver la desaceleración económica, imponiendo proyectos mineros, lo que solo lograría eventualmente mejorar las cifras macroeconómicas, pero no la situación y el ingreso de las familias.

Mendoza advirtió que, en esta etapa en la que Vizcarra podrá gobernar sin fiscalización congresal por cuatro meses -hasta la elección de un nuevo parlamento-, NP será una fuerza de oposición democrática.

Explicó que NP, junto a las organizaciones sociales sindicales y populares, estarán muy vigilantes para que el presidente, bajo presión de la Confederación de Empresarios, no pretenda seguir afectando los derechos laborales; los presupuestos de la salud y la educación y la situación de las familias.

Para la dirigente, esa será la primera fase de un proceso de democratización en marcha, siendo la segunda el tiempo de vigencia, hasta julio de 2021, del Congreso electo en los comicios legislativos convocados para el 26 de enero de 2020.

En esa etapa, explicó, tenemos que poner ahí una agenda para impulsar o concluir la reforma política iniciada para que en el proceso electoral general de 2021, el pueblo pueda elegir entre diversas alternativas, y sectores de la población que hoy no están representados tengan la oportunidad de participar.

Planteó la necesidad de cambios de fondo, por lo que ‘nuestra tarea principal es lograr la articulación de un bloque social, ciudadano y político’, para lograr los cambios en una asamblea constituyente, con amplia participación ciudadana y social.

Sobre el reciente desenlace de la larga crisis política, con la disolución del parlamento, anotó que no fue ‘solamente una pelea entre el Congreso y el Ejecutivo sino un episodio de una crisis mayor, que lleva ya varios años e involucra a toda la clase política y empresarial tradicionales’

En ese contexto, todos los expresidentes están investigados o procesados por corrupción y el Congreso, añadió Mendoza, ‘estaba sirviendo de plataforma, de trinchera para una mayoría de derecha neoliberal y lobista (cabildera) y claramente mafiosa y más preocupada por las investigaciones que estaban avanzando’.

Mendoza agregó que la ciudadania celebra la disolución, con la esperanza de que sea primer paso hacia una transición democrática para culminar la frustrada tras el fin, en el año 2000, del gobierno de mano dura de Fujimori.

Ello debe implicar, según precisó ‘recuperar un Estado que hoy está al servicio de grandes poderes económicos y que ese Estado sirva por fin a la mayoría de los peruanos’.