Jaua, Borón y otros: digamos la verdad de Venezuela

Toby Valderrama | 

En el continente se discute la situación de Venezuela. No sólo la reacción opina, con su ya conocida visión amañada, sino también personalidades de izquierda. Queremos desde la Escuela El Arado y el Mar dar nuestra visión en esta polémica. Se trata de responder entrevistas como la de Elías Jaua en la revista Caras y Caretas de Uruguay, o artículos como el de Atilio Boron, titulado “Venezuela no callar, pero para decir la verdad”. Sin entrar en mezquinas diatribas, sino más bien para aportar elementos para la comprensión de la Revolución Chavista y su deriva actual.

La evolución ideológica del Comandante Chávez y de la Revolución tiene su punto más elevado en lo que es, sin dudas, su testamento político: el Plan de la Patria y su presentación en el Consejo Nacional Electoral con motivo de la inscripción de su candidatura presidencial (comentado en el libro “El Chavismo según Chávez”, con prólogo de James Petras). Allí, el Comandante fija las bases principales de su pensamiento. Veamos algunos principales fragmentos:

“Hoy Venezuela es, políticamente hablando, un país independiente, hemos roto las cadenas de la dependencia política, y esa independencia tiene además un doble, un doble como espacio, un doble ámbito más bien, porque Venezuela hasta hace una década era doblemente dominada, doblemente maniatada, primero por el imperio yanqui y todo su aparataje de dominación, que no tiene que ver necesariamente con los Marines y con las bombas, aún cuando ahora han puesto de nuevo las invasiones, los bombardeos, y las agresiones armadas contra los pueblos; era lo que había aquí, la dominación imperial, era política, un Estado subordinado al poder transnacional del imperio, una economía subordinada al poder imperial de las transnacionales económicas, incluso buena parte de nuestra identidad nacional había sido pulverizada. Pero además de ese ámbito de dominación imperial Venezuela, ya lo dije, estaba sometida a un segundo nivel complementario de aquel, por supuesto, se trata de la dominación burguesa criolla, doble mecanismo de dominación: el imperio y la burguesía. Pues nosotros hemos logrado en una década romper las cadenas de la dominación imperial, y romper buena parte de las cadenas de la dominación burguesa sobre el pueblo venezolano.” 

Chávez aquí supera el concepto de Liberación Nacional y Socialismo; los une en una sola meta: Socialismo. Son una y la misma cosa, no es posible liberación sin Socialismo. Se emparenta así con el pensamiento del Che, que nos hablaba de la burguesía nacional como caricatura. Rompe con el ritornelo de “el mal menor”, del coqueteo con la burguesía, con “las cadenas burguesas”. Luego Chávez es categórico y afirma:

“En el mundo hay solo 2 grandes sistemas, dos proyectos, uno el capitalismo y el otro es el socialismo. Alguien en este mundo cree que el sueño de Bolívar de darle a nuestro pueblo la mayor suma de seguridad social, la mayor suma de estabilidad política y la mayor suma de felicidad posible sería posible valga la redundancia en el capitalismo, ¿Alguien lo cree?

(…) No ¡Es al revés! En el marco del capitalismo y eso está demostrado ya científicamente, lo que se produce es: ¡La mayor suma de infelicidad! Para la mayoría, ¡La mayor suma de sufrimiento!, y esto incluye a los sectores medios de la sociedad, no solo me refiero a los sectores, bueno, populares ¿Como se llama?, o como dicen los científicos sociales, la clase A, B, C, D y E. No solo la clase D y E es la que sufre en el capitalismo ¡No!, la clase C, la clase media, los sectores medios ¡También sufren y mucho en el capitalismo!”

Caracteriza Chávez la calidad de la batalla: es la lucha del Socialismo contra el capitalismo; y sin ambages, sin dudas, se coloca, en plena campaña electoral, del lado del Socialismo. Y precisa sus bases:

“Continuar construyendo el socialismo del siglo XXI en Venezuela, para trascender el salvaje y depredador sistema capitalista que todavía impera en nuestro país, ese es el segundo gran objetivo histórico y eso tiene que ver no sólo con lo económico, aunque por supuesto lo abarca, tiene que ver también con lo espiritual, lo ético, las bases espirituales del socialismo ¿cuál es la más grande base espiritual del socialismo? El amor, por eso es que yo cristiano como soy digo, siempre lo he creído, que el verdadero cristianismo es el mismo proyecto originario del socialismo y que Cristo nuestro señor fue, así lo digo y lo creo, lo creo y lo digo, uno de los más grandes socialistas de nuestra historia, él vino aquí a esta tierra a pregonar el amor ‘amaos los unos a los otros’ y eso sólo es posible en el socialismo, el capitalismo siembra odio, en el capitalismo impera el odio.” 

Chávez se separa del materialismo vulgar, y le aporta a su proyecto un profundo sentido humanista ligado al Socialismo. Y finalizamos el recuerdo del discurso con este párrafo:

“He allí los cinco grandes objetivos de mi humilde propuesta como candidato a la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela para el próximo período 2013-2019, período en el cual creo que es posible que nuestro proceso deje atrás lo que llaman la barrera del no retorno. No podemos permitir ni hoy, ni mañana, ni nunca la retrogradación de este proceso, no. No podemos permitir la restauración del capitalismo, de la burguesía apátrida y del imperialismo en Venezuela.”

Chávez estaba muriendo, después lo supimos, y nos dejó este Testamento. Esta es la esencia del Chavismo. Se puede argüir que eso no es posible ahora, que será para más tarde, eso es responsabilidad de cada dirigente. Pero es imperativo que sólo podrá decirse chavista el que siga este Testamento.

Luego de su asesinato, la socialdemocracia ocupa la dirección de la Revolución y comienza el desmontaje del camino chavista. Los pasos fueron precisos: primero se defenestró a los líderes que pudieran oponerse al giro hacia el capitalismo; luego se enviaron señales amigables a las burguesías internacionales y nacionales; las reuniones abundaron, con Cisneros, con Mendoza, con Shannon. La marcha hacia el capitalismo continuó con la falsificación del Plan de la Patria, se privó de su alma, se convirtió en un plan capitalista.

Se establece así una nueva confrontación. No es ya la de Socialismo representado por la Revolución chavista enfrentado al capitalismo de la oposición nacional e internacional. Ahora la disputa principal era entre los capitalistas del gobierno contra los capitalistas de la oposición, contra las oligarquías internacionales, que no se conforman con la entrega económica del gobierno, que exigen más en lo económico y en lo espiritual; más entrega, privatizaciones, revertir las socializaciones de Chávez, entregar el petróleo. El gobierno ha retrocedido mucho, pero aún no sacia a las burguesías, que además de eso exigen, necesitan, le es urgente, que el espíritu revolucionario que nos dejó Chávez sea borrado, unido a la desgracia. Y allí el gobierno tiene una traba: por más que se baña de capitalismo siempre lleva el tufo a Chavismo.

Sus intentos por desmarcarse de Chávez le han traído debilidad, apartarse del Socialismo rompió el hechizo chavista, nos convirtió en una sociedad egoísta, prosperó la guerra de todos contra todos; en la calle todos somos presas y todos depredadores; la política altruista, fraterna, abrió paso al clientelismo, al populismo, eso se agrava con los precios del petróleo bajo.

Ahora somos fácil presa de los embates burgueses de ambos bandos. Ya no hay razones sagradas para la lucha, ya no hay líderes que la conduzcan. La inercia da para llenar unas cuantas cuadras en una manifestación, pero la magia se rompió, el país se volvió triste, sólo lo mueve el eco de Chávez… que ya la masa duda si aquel sueño fue realidad, lo va olvidando como se olvida un amor colegial.

Este es el cuadro donde se deben analizar el movimiento de hoy en Venezuela. El espejismo de que aún luchamos la batalla de Chávez no ayuda a entender. La meta principal de los revolucionarios y de los izquierdistas es devolver a Chávez al campo de batalla, rescatar al Socialismo.